El comentarista Daat Mikrá sostiene que en los profetas la expresión: alzar los ojos se refiere a que dirigió su atención a determinada imagen que estaba viendo en su visión profética, como por ejemplo en Bereshit 31:10 cuando Yaacob sueña con la escalera, o en la visión de Iejezkel en 18:5.

Radak, al igual que Don Isaac Abarbanel, explican que esta visión que tiene Zejariá, viene a explicar mejor la visión que había tenido anteriormente (capítulo 1). Y el mensaje es que surgirán 4 grandes imperios (Babilonia, Persia, Grecia y Roma) y todos ellos dominarán sobre el territorio de Israel; eso es lo que representan los cuernos, pues eran los arietes, que tenían forma de cabeza de carnero con cuernos, con esos arietes el enemigo rompía las murallas para conquistar las ciudades. Y los compara con este artefacto, porque, así como el ariete golpea la muralla hasta que la rompe y esparce las piedras de la muralla hacia todos lados, así el enemigo golpeaba y esparcía a Israel.

El profeta, dentro de la visión, pregunta qué representa esa imagen, de forma tal, que para cuando acaba la profecía, él tiene bien claro el mensaje de la misma.

Radak comenta, que menciona al imperio persa, porque si bien finalmente le permitieron a Israel reconstruir el Templo y la muralla de Jerusalem, anteriormente los trataron a los judíos muy duramente, hasta que el propio Amman, el malvado, en época de la reina Esther, quiso matar a todos los judíos de una sola vez.

Acorde a la opinión de Don Isaac Abarbanel, el motivo por el cual le muestra en esta visión al imperio de Babilonia, a pesar que ya había sido destruido, es porque quería que la visión sea completa, desde el principio hasta el final, pues Zejariá estaba teniendo la misma visión que vieron Daniel, Iejezkel y otros profetas.

 Daat Mikrá, sostiene que, si bien dice que fue Dios el que se los mostró, en realidad se refiere al ángel de Dios, que es el que se comunica con el profeta en nombre de Dios.

El comentarista Malvim, explica que, antes de que surja un imperio, Dios ya había designado quién será el imperio que surgirá después y que será el que lo destruirá.

 El motivo por el cual dice: “Le dijo diciendo” es, acorde a la opinión de Metzudat David, porque Dios le dijo al ángel para que le diga al profeta las siguientes palabras en respuesta a su pregunta.

La función de esos orfebres, tal como explicamos en el versículo anterior, es para destruir a cada uno de los imperios que han sometido a Israel, sin permitirles a los judíos levantar cabeza, así cada uno de esos orfebres serán los que derretirán y fundirán a esos imperios, hasta que surja el Mashiaj y destruya al último.

Don Isaac Abarbanel trae una interesante y extensa explicación a este versículo, pero lo interesante de aquella explicación, es que, a pesar de que Abarbanel vivió en España en el siglo XV,  él dice que estos cuatro orfebres vendrán todos a destruir al imperio Romano, y son cuatro pues el imperio Romano estuvo asentado al principio en Roma, luego en Constantinopla, luego, acorde a Don Isaac Abarbanel estuvo en Francia con Carlo Magno y por último en Alemania, y de allí será destruido completamente.

Más aun agrega Abarbanel, citando una tradición de los judíos de Ashquenaz (Alemania), dice que cuando llegue el momento de la redención y los judíos vuelvan a su tierra caerá el imperio Romano que está asentado en Alemania. Tal como en nuestra época en que el pueblo judío regresa a su tierra luego que la Alemania Nazi es derrotada.

En la antigüedad era común medir los campos o las murallas con una cuerda larga.

Don Isaac Abarbanel dice que, luego que le hizo saber que los demás imperios caerían, entonces le hace saber que Jerusalem finalmente será reconstruida.

Por cuanto que Jerusalem será nuevamente reconstruida, es preciso saber sus medidas exactas, pues como es sabido, la ciudad de Jerusalem era considerada sagrada para comer ciertas ofrendas que se deberían traer a la ciudad y ser comidas allí.

Este era el ángel que en la visión hablaba con Zejariá, no se trata del ángel que iba con el cordel para medir la ciudad.

Daat Mikrá sostiene que, cuando el ángel que había estado hablando con Zejariá en la visión, finalizó de decirle lo anterior, estaba por retirarse y entonces, ese segundo ángel, le salió al encuentro y le diga lo que dice en el próximo versículo.

Dios el encomienda que vuelva a decirle a Zejariá que la ciudad de Jerusalem en el futuro estará llena de gente y abundancia de ganado.

Es por eso que le dice que, si bien él ve ahora que la ciudad es pequeña y poco habitada y se puede medir perfectamente sus limites y habitantes, en el futuro no será así, sino que la ciudad de Jerusalem será muy grande y no tendrá murallas, pues sus habitantes estarán esparcidos por todos lados.

Si comparamos el tamaño de la Jerusalem Bíblica, que era un poco más grande que la actual muralla de la ciudad vieja, mientras que hoy en día los límites del municipio de Jerusalem son cien veces más grandes.

No tendrá muros, para no limitarla, pues estará muy habitada y llena de judíos viviendo en ella.

Por ser que en el versículo anterior dijo que habitarán sin muralla, podrían pensar que estarían completamente desprotegidos ante los enemigos, es por eso que dice que no deben preocuparse por ese tema, pues Dios será su protección.

Daat Mikrá dice que la idea de una muralla de fuego, es similar a la protección que tenía el pueblo de Israel cuando salió de Egipto, pues allí dice que cuando el ejército egipcio se acercó al campamento de Israel, Dios interpuso la columna de fuego y humo entre los dos campamentos, de forma tal que los egipcios no pudieron acercarse a los hijos de Israel.

También con el profeta Elishá, cuando el ejército de Aram (Asiria) lo tenían rodeado a él y sus discípulos, Dios les hizo ver que una escolta de ángeles de fuego los rodeaba y los protegían de los enemigos.

El comentarista Malvim, explica, que será como el fuego, que consume a todo aquello que se acerca a él. De esa forma ningún enemigo se atreverá a acercarse a la ciudad por temor a ser consumido, tal como les sucedió a los egipcios.

 y con gloria habitaré en medio de ella Daat Mikrá sostiene que no solo que será muy grande, sino que Dios elevará el honor de la ciudad, habitando Su presencia en medio de la ciudad, como había ocurrido cuando salieron de Egipto.

Don Isaac Abarbanel explica, que justamente estas dos cualidades:

1.     El hecho de estar inseguros y a merced de que cualquier enemigo se abuse de ellos y

2.     La falta de honor nacional, pues al estar todos esparcidos y exiliados en reinos ajenos, los hace que sean despreciados a ojos de los demás pueblos y sin ningún honor.

Estas dos cualidades eran justamente causadas por el exilio, pero al volver a Jerusalem nuevamente, serán instaurados como un pueblo soberano, y sus habitantes dispondrán de seguridad y honor.

Mas aun dice Don Isaac Abarbanel, el hecho que habitaran sin muralla haría pensar a los enemigos, que la ciudad de Jerusalem es una presa fácil de conquistar, pero en realidad Dios estará cuidando de ella y los enemigos caerán ante ella. Hasta aquí la cita de Abarbanel; es escalofriante, la similitud de lo relatado por este sabio que vivió en el siglo XV, con lo sucedido en la guerra de los 6 días en junio del año 1.967.

A partir de aquí se dirige a los que aún estaban en el exilio, para convencerlos de que regresen a Jerusalem.

¡Ea, ea! Este término, acorde a la opinión de Daat Mikrá, es una expresión llamando a que se incorporen y actúen, que no se queden pasivos.

la tierra del norte se refiere a los que estaban en Babilonia, que quedaba al norte de Jerusalem.

a los cuatro vientos del cielo os dispersé Don Isaac Abarbanel dice que tal vez este versículo no esté dirigido a los judíos que quedaban en Babilonia, sino a las 10 tribus que habían sido exiliadas por Sanjerib cuando cayó el reino de Israel, mucho antes que cayera el reino de Yehudá.

Cuando dice Sión, se refiere a los hijos de Sion, es decir los judíos. El profeta, urge a los hijos de Israel para que vuelvan del exilio.

Hay quienes dicen que en este versículo, a diferencia del anterior, se refiere no solo a que salgan de Babel y vuelvan del exilio, sino que se trata más de una reprimenda por la asimilación, pues se casaban con las hijas de los babilonios.

Acorde a la opinión de Daat Mikrá, se refiere a que Dios, ha enviado a esos cuatro orfebres para que destruyan a los que han sometido a Israel, de esa manera, la gloria y honor del pueblo de Israel serán restituidos al pueblo. Y que todo aquel que toque o se atreva a dañar al pueblo de Israel, se está exponiendo a un grave peligro pues Dios los protegerá celosamente.

la pupila de Su ojo Esta expresión, normalmente se interpreta como que, así como la pupila del ojo es algo muy preciado para el individuo, así el pueblo de Israel es preciado ante Dios.

Otros lo explican, como que es algo que está siempre delante de Dios y lo observa y lo protege. Y así como un individuo no puede permanecer indiferente cuando le tocan el ojo, así Dios no permanecerá pasivo cuando los demás pueblos toquen a Israel.

No obstante, Radak aporta una tercera opinión, en este caso, puede hacer referencia no a Dios, sino a que, tal como si un individuo tocare la pupila de su ojo, se estaría causando un daño a sí mismo, pues se infecta o se puede dañar la vista, así también el que dañe a Israel, se está acarreando sobre sí mismo un gran daño.

Daat Mikrá explica que cuando dice: agitaré Mi mano contra ellas se refiere a la actitud amenazadora, como cuando alguien desde lejos le hace señas a su compañero con la mano que lo va a castigar.

y serán despojo para sus esclavos se refiere, que esos pueblos que oprimen a sus cautivos (En este caso: el pueblo de Israel), serán derrotados y ellos mismos se convertirán en botín de guerra, convirtiéndose en siervos de sus propios esclavos.

Entonces sabréis que el Señor de los Ejércitos me ha enviado Acorde a la opinión de Malvim, se refiere a los demás pueblos, pues cuando se cumpla su palabra, entonces sabrán que fue Dios el que envió a Zejariá a advertirlos.

Daat Mikrá dice que ahora Zejariá se dirige al pueblo de Israel, y les dice que a pesar que todas esas cosas malas le advendrá a los pueblos que los han cautivado, el pueblo de Israel, aquellos que están en Sion, deben alegrarse desde ahora, pues cercano está el día en que Dios volverá a habitar entre ellos, es decir, que el segundo Templo será construido. De esta forma, podemos notar que en la profecía de Zejariá, hay mensajes que son para el futuro lejano, la redención completa, y hay otras cosas que son para aquella generación.

Si bien el comentarista Ibn Ezra, aparentemente, opina como Daat Mikrá, que se refiere a aquella generación, no obstante, pone toda esta promesa de Dios hacia el pueblo, no como algo seguro e incondicional de que así sucederá, sino que dependerá de que el pueblo abandone a las mujeres paganas con que se casaron y vuelvan a la tierra de Israel, cosa que lamentablemente, la mayoría no hizo.

No obstante, tanto Radak como Don Isaac Abarbanel sostienen que en realidad también este pasaje se refiere a la redención final, y les dice que si bien, en el segundo Templo la presencia Divina no era tan visible como en el primero, en el Tercer Templo la redención será completa, pues Dios mismo será el que los redima, es por eso que dice: vengo, y habitaré en medio de ti.

En aquel tiempo, dice Don Isaac Abarbanel, tal como dijo también el profeta Tzefaniá 3:9 “Pues en aquel tiempo, derramará sobre los pueblos un lenguaje claro de forma tal que todos invocarán al Señor y solo a Él servirán”  muchos pueblos y culturas, reconocerán a Dios y aceptarán Su Tora, convirtiéndose al judaísmo de todo corazón y aceptando todas sus leyes y estatutos, no como sucedió en la época griega o romana, en que los demás pueblos gentiles, solo aceptaron los valores generales del judaísmo, pero no sus leyes y estatutos, es por eso que, en aquel entonces, dice que todos esos pueblos que aceptarán todo el judaísmo sí serán Mi pueblo no como los que se convirtieron a medias en la época de los primeros cristianos.

No obstante ello, el comentarista Malvim dice que, la presencia Divina solo habitará en medio de Israel, es por eso que recalca: habitaré en medio de ti. Y la profecía es esencialmente para el pueblo de Israel, es por eso que ahora vuelve a repetir: y sabrás que el Señor de los Ejércitos me ha enviado a ti pues la vez anterior se refería a que los demás pueblos sabrán que Dios lo envió, pero con esto, sabrá Israel que Dios lo envió a decirle eso a ellos; pues muchos creían que no era ese el momento de construir el Templo y Zejariá insistía de que sí.

Este versículo viene a recalcar algo que es muy sabido, a pesar que otras religiones afirman que Dios cambió su elección y que el pueblo de Israel ha perdido su rol histórico otorgado por Dios, en realidad esto no es así, sino que es un principio básico en el judaísmo: Dios no cambia ni tampoco permuta un pueblo por otro, sino que el pueblo de Israel continuará su función de ser el pueblo elegido por Dios para hacer posar Su Nombre entre ellos y así lograr ser un ejemplo para los demás pueblos, es por eso que recalca: escogerá de nuevo a Jerusalem.

Radak explica que el motivo por el cual se refiere en forma particular a la tribu de Yehudá, es porque solamente ellos fueron los que volvieron del exilio, mientras que las demás tribus permanecieron en la diáspora y no regresaron a la tierra de Israel.

Imaginemos ahora a la luz de este versículo, el sentimiento de los judíos de Francia, cuando Napoleón les ofrece la ciudadanía francesa (que para los judíos de Europa era algo que no gozaban desde hace mil años, y porque eran ciudadanos de segunda sin posibilidad de trabajo o derechos) pero a cambio debían renunciar a Jerusalem y la tierra de Israel, hasta el punto que Napoleón quería que un sanedrín francés anule en los rezos toda aspiración a volver a Jerusalem.

Creo que aquí es apropiado reflexionar sobre lo que sucedió en aquella época y lo que sucedió en nuestros días: En aquella época la mayoría de los judíos que estaban en la diáspora no quisieron volver a la tierra de Israel. Dios les dio una oportunidad única para regresar del exilio, aun los reyes extranjeros como Koresh y Darío los autorizaron a volver y establecerse, pero los judíos prefirieron quedarse en la diáspora.

En nuestra época luego 1.881 años e infinitas diásporas, persecuciones y matanzas Dios se apiadó de nosotros y concedió a los judíos volver a nuestra tierra, aún contra todo pronóstico y lógica los mandatarios menos pensados apoyaron la creación del Estado de Israel y el derecho a que los judíos puedan volver a su tierra.

En 1947, Gran Bretaña, exhausta de guerra y deseosa de renunciar a sus compromisos coloniales en ultramar, decidió abandonar Palestina y recurrió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en busca de asesoramiento. Como respuesta, la ONU convocó su primera sesión especial en 1947; el 29 de noviembre adoptó un Plan de Partición que proyectaba la división de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalén como zona internacional bajo la jurisdicción de la ONU; ambos tendrían una organización económica conjunta.

El comité ad hoc de la Asamblea General de la ONU rechazó la demanda árabe de un estado árabe unitario. La recomendación de la mayoría para la partición fue vista como una solución más justa y posteriormente adoptada por una votación de 33 a 13 con diez abstenciones el 29 de noviembre de 1947.

Los 33 países (58%) que votaron a favor de la resolución 181 fueron: Australia, Bélgica, Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, Costa Rica, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Haití, Holanda, Islandia, Liberia, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Suecia, Sudáfrica, la Unión Soviética, Ucrania, Uruguay y Venezuela.

Los 13 países (23%) que votaron contra de la resolución 181 fueron: Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Turquía y Yemen.

Los países que se abstuvieron fueron 10 (el 18%): Argentina, Colombia, Chile, China, El Salvador, Etiopía, Honduras, México, Reino Unido y Yugoslavia. Tailandia estuvo ausente en la sesión plenaria.

Así enemigos acérrimos como Harry S. Truman quien fuera el trigésimo tercer presidente de los Estados Unidos el presidente de Estados Unidos y Iosif Stanlin, primer secretario de la Unión Soviética, se pusieron de acuerdo para que se forme el Estado. La resolución de la división fue aprobada en el seno de la ONU.

Y a pesar de todo el poder e influencia económica de los ricos estados árabes, 33 países votaron a favor de la creación del Estado de Israel.

Pero aun así no estaba todo dicho, los árabes amenazaron con comenzar una guerra total si se declaraba la independencia de esa forma por lo menos cuatro estados soberanos con ejércitos estables y provistos de armas atacar y expulsaron a los judíos hacia el mar.

Una gran disyuntiva se cernía  sobre los dirigentes de aquella época que deberían decidir si aprovechar esta oportunidad única o dejarla pasar ante el peligro los ingleses quieren la potencia dominante no permitieron entrar armas para que los judíos se defiendan mientras para congraciarse con los Estados árabes y conseguir su preciado petróleo esos mismos proveían armas a los árabes
Ante el mandato de la ONU que había decidido la creación del Estado de Israel los ingleses se retirarían pero en la última maldad más se reservaban contra los judíos se retirarían a medianoche del viernes en pleno Sabater cosa que el pueblo no pueda festejar su independencia así fue como Ben Gurion se reúne unas horas antes que comience el Shabat el día 4 de Yar y en una ceremonia muy corta tan solo 32 minutos declara la independencia y creación del Estado de Israel de esa forma en tan solo 32 minutos se pone fin a 1881 años de exilio a diferencia de la vez anterior con el exilio de Babilonia esta vez la maldad de los estados y países árabes hicieron expulsar a todos los judíos de esas tierras y así la providencia divina hizo que esto juegue en favor de los judíos así no se repetía el error de los judíos de Babilonia y esta vez sí regresaron muchísimos a la tierra de Israel 

El comentarista Metzudat David, sostiene que se trata de una advertencia a las demás naciones, para que guarden silencio por el temor a Dios que vendrá a vengar a su pueblo Israel, tal como dijo en el capítulo 1 versículos 14 y 15 “Así dice el Señor de los Ejércitos: He aquí que Yo he celado con gran celo por Jerusalem y por Sion, y de gran manera estoy Yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando Yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal” Pues los demás pueblos sostenían que Dios se había adormecido y no protegía a Su pueblo o que los había desechado o cambiado por algún otro pueblo, ante ello dice el profeta que no es así, y que el honor y dignidad de Israel volverá a su pleno esplendor y que aun las demás naciones se apegaran a ellos y se convertirán al judaísmo.

Acorde a la opinión de Daat Mikrá cuando dice que Dios se ha levantado de Su Morada se refiere metafóricamente a que Dios tomará parte activa y juzgará a todos los pueblos a causa de lo que le han hecho a Israel.

En síntesis, en este capítulo, Dios recalca por medio de Zejariá que Dios volverá a posar sobre Jerusalem, que la ciudad crecerá mucho más que antes, que habitarán con honor y con seguridad y que Dios los protegerá.  Que los demás pueblos serán castigados por lo que le han hecho al pueblo de Israel y que muchos se convertirán al judaísmo y que el pueblo de Israel no será desechado ni cambiado por otro pueblo.