Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí cuatro carrozas que salían de entre dos montes; y los montes eran montes de bronce. 

La mayoría de los comentaristas (Rashí, Metzudat David, Radak, Ibn Ezra, Don Isaac Abarbanel) sostienen que estas cuatro carrozas se refieren a los 4 imperios que dominarán la tierra. (Babilonia, Persia, Grecia y Roma)

Radak dice que se refiere al tema de las visiones que había tenido anteriormente sobre los cuatro imperios, es por eso que dice que nuevamente alzo sus ojos y vio esas visiones.

Don Isaac Abarbanel, dice que el motivo por el cual dice: Alcé de nuevo mis ojos y miré es porque anteriormente no había visto tan claramente la naturaleza de cada uno de estos imperios y ahora lo observará más detenidamente.

Las carrozas de cuatro caballos cada una, representan el poderío y dominio.

Cuando dice: los montes eran montes de bronce se refiere a que serán muy fuertes y sus reinos fortalezas impenetrables como si fueran de bronce.

Del primer carro tiraban caballos rojos, del segundo carro caballos negros, 

Como es sabido, los caballos rojos no existen, es por eso que cuando en las escrituras se refiere a los animales con el pelaje rojo, como por ejemplo el precepto de la Tora de la vaca roja, hace alusión a un color rojizo, a un marrón cercano al rojo, como el pelo pelirrojo en las personas.

Don Isaac Abarbanel, sostiene que los caballos rojos hacen alusión al imperio de Babilonia, pues fueron muy sanguinarios con el pueblo de Israel. Los caballos negros hacen alusión al imperio persa, pues en los días de Hamman, el malvado, quiso destruir a todos los judíos, tal como cuenta en el libro de Ester.

Radak dice que los colores de los caballos, hacen alusión al color de las vestimentas características de esos imperios.

del tercer carro caballos blancos y del cuarto carro caballos manchados. 

Radak, citando a Saadiá Gaón, dice que la carroza con los caballos blancos, representan a Grecia, pues Alejandro Magno, quien fuera su primer emperador, era conocido por su sabiduría, y ésta se representa siempre con el color blanco por la luz que la sabiduría imparte e ilumina.

Metzudat David y Don Isaac Abarbanel, en cambio, explican que el color blanco se relaciona con Grecia porque allí acostumbran a vestirse de lino blanco y sus casas son blancas, como son características hasta el día de hoy las casas blancas en las islas de Grecia, como por ejemplo en Santorini.

Con respecto a los caballos de la cuarta carroza, que fueron descriptos con manchas, continua Abarbanel, diciendo que se refiere a los romanos, pues aquel imperio fue compuesto por los pueblos de Edom y de Ishmael, que se unieron en un solo imperio, y todos ellos adoptaron la religión cristiana bajo el reinado de Constantino, hasta que luego surge Maoma quien separó estos dos pueblos nuevamente, es por eso que, en la visión, el profeta ve a los caballos que representan a este imperio con manchas, pues está conformado por esos dos naciones.

Otra explicación que agrega Don Isaac Abarbanel, es que las manchas hacen alusión a Roma, pues Constantino, al adoptar la religión cristiana, si bien, incorpora muchas verdades del judaísmo, también se mancha con muchos inventos e idolatrías paganas.

Entonces hablé, y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos, señor mío? 

Radak explica, que tal como había vislumbrado en las dos visiones anteriores sobre los cuatro imperios, la de los caballos y la de los cuernos, y que en cada una le iba revelando más detalles que la anterior, es por eso que ahora el profeta inquiere para saber qué es lo que le viene a agregar con esta nueva visión a lo que ya le había revelado antes.

Y el ángel contestó, y me dijo: Estos son los cuatro vientos del cielo que salen después de presentarse ante el Señor de toda la tierra. 

Rashí explica que se refiere a que lo peculiar de estos imperios, es que, a diferencia de otros reinos, estos cuatro imperios se extendieron hacia los cuatro puntos cardinales del mundo conocido anteriormente.

Lo que representa, es que Dios ha otorgado a estos imperios la facultad para que dominen a todos los demás.

La de los caballos negros salen hacia la tierra del norte, los blancos salen tras ellos, mientras los manchados salen hacia la tierra del sur.

Acorde a la opinión de la mayoría de los comentaristas, el motivo por el cual no menciona aquí al carro con los caballos rojizos, es porque, tal como dijimos antes, se refiere a los babilónicos, y ese imperio ya había sido derrotado por los persas.

Es por eso que dice que los caballos negros salían hacia la tierra del norte, pues Babilonia estaba hacia el norte de Israel, y el carro con los caballos negros era el que representaba al imperio persa, que son los que destruyen a Babilonia.

Luego, el carro con los caballos blancos, representa a Grecia, y hace alusión a Alejandro Magno que derrotará a Darío y con él cae el imperio persa.

El carro con los caballos manchados, representan a Roma, que conquistará a Grecia que estaba en la parte sureste del imperio romano.

Impacientes salieron y solicitaron permiso para recorrer la tierra. Y Él dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra.

Acorde a la opinión de Rashí y de Don Isaac Abarbanel, esto recae sobre el último carro, es decir, sobre Roma, pues en comparación con los demás imperios, es el que más se extendió de todos, abarcando: Europa, Así y África. Es por eso que repite tres veces: recorrer la tierra.

Radak, es más específico, y dice que en realidad se refiere a Ishmael, y que sobre ellos no dice una dirección específica, sino que se expandirán por todos lados, es por eso que dice permiso para recorrer la tierra.

Distintas estatuas triunfales de carros tirados por 4 caballos

Me sacudió y me habló, diciendo: Mira, los que salen hacia la tierra del norte aplacan Mi espíritu en la tierra del norte.

Metzudat David sostiene, que el ángel le habló con voz fuerte, es por eso que el profeta se sintió sacudido. Y cuando dice: aplacan Mi espíritu en la tierra del norte se refiere, que los persas, que destruyeron a babilonia, han aplacado la ira de Dios, pues los babilónicos, han destruido el Templo de Jerusalem, y tal como había dicho el profeta: cuando Dios castigó a Israel, muchos pueblos paganos aprovecharon y golpearon a Israel salvajemente.

El ángel, lo sacude al profeta para que preste atención que esa profecía ya se estaba cumpliendo en sus días.

Más aun dice Don Isaac Abarbanel, en el profeta Ieshaiahu 38:14 refiriéndose a Koresh dice: El Señor lo ama; él ejecutará su voluntad en Babilonia.

Y vino la palabra del Señor a mí, diciendo: 

A partir de ahora, se trata de otro tema. No tiene que ver con los imperios, sino que vuelve a concentrarse en el pueblo de Israel, es por eso que dice que Dios le habló nuevamente, pues no ocurrió en la misma visión anterior.

Toma de los exiliados, de Jeldai, de Tobiá y de Iedaiá; y vendrás en aquel día y vendrás a la casa de Ioshiá, hijo de Tzefaniá, que han venido de Babel. 

Dios le ordena al profeta que acepte el dinero que habían enviado los que estaban en el exilio de Babel, pues muchos del pueblo que estaban en Jerusalem, para demostrar su disgusto y desprecio, no querían aceptar el dinero que enviaban los judíos que habían decidido quedarse en Babilonia en vez de regresar a la tierra de Israel.

Metzudat David dice que el motivo por el cual repite dos veces: y vendrás es para recalcar que debía ir él mismo en persona y el mismo día que ellos llegaran, para que, de esta manera, pueda quitarles a ellos la responsabilidad de seguir velando por el dinero.

Radak en cambio, sostiene que estos individuos, que nombra en este versículo, son los que habían traído con ellos los donativos que enviaba toda la gente de la diáspora, y es muy meritoria su obra, pues ellos se arriesgaron a hacer toda la travesía con ese dinero, sin tomar nada para ellos y arriesgándose a que fueran asaltados por ladrones en el camino.

Y el motivo por el cual le repite que debía ir, es porque Dios no le había estipulado un día en especial para que fuera. Entonces le dice que debía ir, y luego le dice a dónde debía ir: a la casa de Ioshiá.

Le dice que debía ir a la casa de Ioshiá, pues es allí a donde traían el dinero que donaban los del exilio.

Toma plata y oro, haz coronas y ponla en la cabeza del sumo sacerdote Yehoshua hijo de Iotzadak. 

Radak y Metzudat David explican que debía hacer dos coronas, una de plata y otra de oro. La de plata sería para el sumo sacerdote Yehoshua, significando con ello que el sacerdocio será para él y sus descendientes eternamente.

La corona de oro, será para la realeza, y quedará lista, para insinuarles que, en el futuro, retornará el reinado a Israel.

Don Isaac Abarbanel, sostiene, que al ponerle la corona sobre Yehoshua, le está vaticinando, que, en el futuro, sus descendientes, los macabeos, se erguirán en reyes de Israel, y era de plata, para insinuarle que no será completo, pues los sacerdotes no pueden ser reyes.

Y háblale, diciendo: “Así dice el Señor de los ejércitos: He aquí un hombre cuyo nombre es Tzemaj (retoño), porque detrás de él brotará y reedificará el templo del Señor. 

Rashí, dice que se refiere a Zerubabel, pues era como un retoño que crecía de a poco. No obstante, acepta otra segunda opinión que se refiere al Mashiaj.

Metzudat David explica, que el profeta debía hablarle al sumo sacerdote Yehoshua y explicarle el motivo por el cual no coloca la corona de oro sobre Zerubabel en ese momento, pues no será él el rey, sino que surgirá de sus descendientes después de él, como está escrito en Jagai 2, es por eso que dice: porque detrás de él brotará y reedificará el templo del Señor.

Don Isaac Abarbanel, dice que parte de lo que debía explicarle al sumo sacerdote, es que Zerubabel, no es el Mashiaj, que, si bien él comenzaría con la construcción del segundo Templo, finalmente éste se destruirá. Pero el tercer Templo sería construido por su descendiente, el verdadero Mashiaj.

Y él reedificará el templo del Señor, y él se llenará de gloria y se sentará y gobernará en su trono. Y habrá un (sumo) sacerdote constituido y habrá consejo de paz entre ellos dos” 

Tal como Zerubabel, construyó el altar del segundo Templo, así su descendiente, el futuro Mashiaj, construirá el tercer Templo.

En el versículo anterior, se refería a Zerubabel, y en este se refiere al futuro Mashiaj, descendiente de Zerubabel.

Don Isaac Abarbanel, dice que en este versículo se refiere todo al tercer Templo, y por eso dice, que será aquel que venga luego de Zerubabel, el que se llenará de gloria y se sentará y gobernará en su trono.

Malvim, explica que cuando dice: habrá consejo de paz entre ellos dos se refiere, que si bien en la época de los macabeos, hubo enemistad entre los sacerdotes y la casa de Yehudá, pues el reino pertenecía a la dinastía de David, no obstante, en el futuro, con el Mashiaj que será de la dinastía de David, descendiente de Zerubabel, habrá también un sumo sacerdote de la familia de Yehoshua, y se llevarán bien entre ellos y reinará la paz y colaboración entre ellos dos.

Las coronas serán para Jelem, y para Tobiá y para Iedaiá y para Jen, hijo de Tzefaniá, como recuerdo en el Templo del Señor. 

Acorde a la opinión de los comentaristas, esas coronas eran para honrarlos por sus  corazones bondadosos y grandes contribuciones que  habían hecho para la construcción del Templo.

Otros explican que no se refiere a algo literal, sino que Dios hará que sus actos de generosidad y bondad, sean para ellos como una corona sobre sus cabezas, que los ennoblecen y elevan por sobre los demás. Es por eso que dice que debían ser colocadas en el Templo como remembranza delante de Dios.

Y los que están lejos vendrán y reedificarán el Templo del Señor. Entonces sabréis que el Señor de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Cuando escuchéis obedientemente la voz del Señor vuestro Dios.

Este versículo, se refiere a los días venideros del tercer Templo, cuando el pueblo de Israel sea reunido desde los cuatro rincones del mundo, y cuando eso suceda, en aquella generación, sabrán que las palabras que había dicho hace muchos años el profeta Zejariá, eran fidedignas.

Todo esto sucederá: Cuando escuchéis obedientemente la voz del Señor vuestro Dios es decir, cuando el pueblo realmente lo merezca.

Malvim, dice que Cuando escuchéis obedientemente la voz del Señor vuestro Dios recién entonces se cumplirán todas las palabras que Dios dijo por medio de él.

Don Isaac Abarbanel, tal como había explicado en el libro de Jagai, dice que lo que motivó la destrucción del primer Templo y el exilio del pueblo fue que el pueblo cometía idolatría, asesinatos y todo tipo de relaciones sexuales prohibidas por la Tora; además de estas cosas, hubieron otras transgresiones que los profetas mencionan, como ser: la falta de observancia del Shabbat y el año sabático, como así también la falta de justicia que imperaba en Jerusalem.

Es por eso que fueron exiliados a Babel y permanecieron allí conforme al número de años sabáticos que no habían observado en la tierra de Israel. El objetivo, con este exilio, era que el pueblo recapacite, se arrepienta y cambie su actitud, que ruegue a Dios y que quieran volver a ir en Sus caminos y de esa forma, Dios los perdone y que la Presencia Divina vuelva a morar entre ellos.

Al ser que durante el tiempo que estuvieron en Babilonia, el pueblo no solo que no volvió a Dios con todo su corazón, sino que, por el contrario, se alejaron más de Sus caminos y Su Tora, pues no disponían de escuelas ni sinagogas, en donde estudiar y así poco a poco, se fueron olvidando de todo, hasta de su propia lengua, y se fueron casando con mujeres paganas y asimilándose más y más.

Ante esta situación, Dios los hace retornar a Israel, a pesar que aún no estaban en el nivel de merecerlo y para predisponerlos a que hagan el cambio necesario y evitar que se pierdan completamente en la cultura persa, los hace regresar a Jerusalem, que la reconstruyan y que construyan el Templo, de esa forma, volverán a conectarse con sus valores, estudiar sus raíces y volver a sus creencias ancestrales. A esto es lo que se refiere el profeta Irmiahu en 29:10-14 Pues así dice el Señor: Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, Yo os visitaré y cumpliré Mi buena palabra de haceros volver a este lugar. Porque Yo sé los planes que tengo para vosotros palabra del Eterno, pues son planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y Yo os escucharé. Me buscaréis y Me encontraréis; cuando Me busquéis de todo corazón. Me dejaré hallar por vosotros palabra del Eterno.

Este es el orden: serían recordados para bien, y vueltos a la tierra de Israel; esto no quiere decir que fueron perdonados y que el pacto con Dios quedará restaurado, sino que es una preparación, serían instalados en un lugar en donde no tan hostil hacia su judaísmo y allí deberán hacer su esfuerzo por acercarse a Dios y volver a Su camino, es por eso que dice: Me invocaréis, y vendréis a rogarme ese es el motivo por el cual era imperiosa la necesidad de construir el Templo, pues eso sería un paso necesario para poder implorar a Dios y entonces retornar los demás remanentes del pueblo a la tierra de Israel y se asienten en ella y a pesar que retornen a la tierra de Israel, aún deben volverse a Dios con todo su corazón (como dice al final de este versículo: Cuando escuchéis obedientemente la voz del Señor vuestro Dios) y recién entonces vendrá el bienestar total de paz y abundancia y serán perdonados.