Linea de tiempo
Deuteronomio
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1
Apertura; Jueces; Espías
El discurso histórico
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2
Pueblos contras los que no se debe luchar
El discurso histórico
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3
Guerra y asentamiento en la tierra de Sijón y de Og
El discurso historicó
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4
Fortalecimiento de la Fe y cumplimiento de preceptos
El discurso histórico
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5
El evento en el monte Sinai
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios (Vaetjanán-Ekev)
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6
Shemá Israel; Prevención de la idolatría y el olvido de Dios;fortalecimiento del cumplimiento de los preceptos de la tierra
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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9
Los pecados del pasado y sus lecciones
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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11
Y será que si aceptar van a aceptar los mandamientos " - entre la tierra y los preceptos"
El discurso de los preceptos-Amor y reverencia a Dios
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12
Consumo de los sacros y carne del deseo
El discurso de los preceptos prácticos
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13
Incitadores e instigadores
El discurso de los preceptos prácticos
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14
Comidas prohibidas; Diezmos
El discurso de los preceptos prácticos
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15
Preceptos
El discurso de los preceptos prácticos
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16
Las tres festividades de peregrinación
El discurso de los preceptos prácticos
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17
Diversos preceptos; Liderazgo (Rey, Juez, Cohen, Profeta)
El discurso de los preceptos prácticos
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20
El comportamiento en la guerra; diversos preceptos
El discurso de los preceptos prácticos
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22
Compendio de leyes, fueros y preceptos (Dinero, Daños y perjuicios, Intimidad y entre el hombre y Dios)
El discurso de los preceptos prácticos
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26
Primicias,Separación de los Diezmos, síntesis
El discurso de los preceptos prácticos
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27
El evento en los montes Guerizim y Eibal
El discurso del pacto
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28
Las bendiciones y las maldiciones
El discurso del pacto
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29
Fortalecimiento de los conceptos del pacto
El discurso del pacto
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30
El retorno a Dios
El discurso del pacto
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31
La despedida; La escritura de la Torá
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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32
Cántico de Haazinu
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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33
Las bendiciones de Moshé
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
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34
Muerte de Moshé
La despedida de Moshé y el cierre de la Torá
Deuteronomio 4 Versículo 1
El pueblo de Israel no está librado a la “cruel dad” de la elección libre, sino más bien orienta
doy alentado a optar por la elevación que resultará del cumplimiento de la Toráh.
D’s. está comprometido con Su pueblo, aconsejando y orientando permanentemente, como
hace un padre con sus hijos.
Orientación y libertad no se contradicen. Libertad sin orientación puede resultar en una
“invitación al caos”. La Toráh viene a disipar con su luz la oscuridad y las tinieblas que
recubrían la Creación en los primeros instantes de su devenir.
Versículo 1: “...OS ENSEÑO...PARA CUMPLIR...”
Lo esencial del estudio es el cumplimiento de las mitsvot”. (Ibn Hezra).
Esta idea ya ha sido plasmada por los sabios de la tradición oral, que nos ha dicho, “veló
hamidrash hu hahikar, ela hamahaséh”; el estudio interpretativo no es lo esencial, sino la
acción. (Tratado de Principios 1:17).
No se puede ser judío solamente en teoría; la cultura judía no acompañada de una forma de
vida activa, de cumplimiento y de compromiso con los pilares de nuestra Toráh, está
condenada a desaparecer, sirviendo, en el mejor de los casos, para engrosar los estantes de
las bibliotecas.
“...PARA QUE HABÉIS DE VIVIR...”
La supervivencia del pueblo judío no encierra ningún secreto. Si hay Toráh, hay vida. Nuestro
pueblo vive y está asentado en la Tierra de Promisión.
Deuteronomio 4 Versículo 2
A modo de introducción.
Las leyes de la Toráh no representan una venganza contra el mundo, sino más bien
Misericordia, Amor irrestricto y paz para él” (Mishnéh Toráh. libro Zemaním, leyes de Shabbat
Cap.2 Halajá 3).
Maimónides nos invita a no interpretar la aparente rigidez de nuestro versículo, con una actitud
estática, ajena al libre juego de la razón. El Legislador Divino ofrece a los hombres la mejor
manera de llevar a la práctica una acción moral reconocida.
Maimónides codificará que, si bien no podemos añadir” ni “menguar’ nada sobre las palabras
de la Toráh, los sabios de Israel están autorizados a erigir una valla protectora en su derredor.
A modo de ejemplo cita el versículo que prohíbe “cocer al cabrito en la leche de su madre’. En
T.B. Julin 11 3A Rabbí Iosi Hagalili sostiene que dicha prohibición no afectaría a la carne de
ave, ya que las aves no son mamíferos... Maimónides señala que, para evitar especulaciones
osadas o interpretaciones literalistas que reducirían casi a nada el alcance de este versículo de
Éxodo, los sabios del Talmud, conocidos como Rabbanán -nuestros maestros-, erigiendo una
valla protectora alrededor de la Toráh, incluye ron, por propia decisión, la carne de ave en esta
prohibición.
Como resultado, queda totalmente prohibido ingerir todo tipo de carne y leche simultáneamente
(Mishnéh Toráh, Hiljot Mamrim Cap. 2 Halajáh 9).
Los sabios del Talmud siempre han distinguido explícitamente las mitsvot “de la Toráh” de las
mitsvot “de Rabban inferidas por los maestros del Talmud según las leyes de hermenéutica
vigentes en el sistema de pensamiento talmúdico.
“Y lo instituido por nuestros sabios, como la ampliación de las ‘uniones matrimoniales
prohibidas’ y casos similares, es un precepto de la Toráh el instituirse; pero siempre y cuando
sepa la persona que se trata de la valla protectora de la Toráh, y no de revelaciones por
Mandato del Santo, Bendito El, en la Toráh” (Najmánides).
Esta idea de Najmánides se basa en la interpretación que hacen nuestros sabios del versículo:
“Y habréis de cuidar Mi observancia...” (Levítico 1 8:30), según la cual los conductores
espirituales del pueblo de Israel tienen el deber de erigir una “valla protectora” de contención en
derredor de la Toráh y sus mitsvot.
Tal fue la intención de los sabios cuando recomendaron: “Erigir una valla para salvaguardar la
Toráh” (Tratado de Principios Mishna 1).
Deuteronomio 4 Versículo 3
Referencia a lo relatado en Números 25:1 y s.s.
Los hombres de Israel se desviaron horrorosamente, e incitados “por las hijas de Moab”, dieron
rienda suelta a sus instintos bestiales, prosternándose ante el ídolo de Moab.
La idolatría es la transgresión más grave en la que puede incurrir un hijo de Israel; por eso la
Toráh nos recuerda este episodio, ofreciéndonos un antídoto para liberarnos de la idolatría y el
paganismo: la “debekut”, el permanecer adictos a D’s. profesando amor sublime. Amor sublime
es vida.
Deuteronomio 4 Versículo 5
S.R Hirsh señala que el pueblo de Israel es el único de la tierra que recibe sus leyes antes de
ocupar su territorio geográfico. Normalmente los pueblos van creando sus propias leyes una
vez geográficamente instalados.
Mas aún, el legislador que entregó las leyes de la Toráh al pueblo de Israel, jamás pisó la tierra
de Promisión. Tras su desaparición física fue sepultado sin haber cruzado el río Iardén. La
Toráh no es un medio para conseguir la tierra de Israel, sino que la poseeremos todo tiempo
que vivamos de acuerdo a sus normas.
Somos el pueblo de la Toráh, no el pueblo de la tierra.
Hasta aquí el comentario de S.R. Hirsh. Conviene recordar, sin embargo, que el pueblo de
Israel, asentado en su tierra, cuida su vida, desarrolla su esencia espiritual y defiende a sus
hijos de las implacables persecuciones de las que fueron objeto en siglos pasados.
Necesitamos un pueblo, una Toráh, una tierra.
Deuteronomio 4 Versículo 6
Según Rashi observar la Toráh quiere decir estudiarla.
De acuerdo a la religión de Israel el estudio de la Toráh es uno de los bienes supremos que la
persona puede poseer.
Para un judío ser reconocido como un “talmid jajam” - estudioso de la Toráh- constituye el más
preciado de los títulos nobiliarios.
“...YA QUE ELLA ES VUESTRA SABIDURÍA Y VUESTRO DISCERNIMIENTO...”
Literalmente, esto hace referencia a la Toráh, que quiere decir “enseñanza”.
Sin embargo, los sabios del Talmud (T.B. Shabbat 75A), interpretan este versículo como
referencia a los cálculos de los movimientos solares y a las constelaciones.
En la literatura rabínica, las leyes referidas al calendario hebraico son llamadas “sod ha hibbur”,
literalmente: el misterio de la gestación, en alusión al misterio de la armonización de los
sistemas solar y lunar, base del calendario hebraico.
El autor de Toráh Temimáh nos recuerda que los precisos cálculos astronómicos de los sabios
del Talmud para establecer las bases firmes de nuestro calendario (solar - lunar), desvirtuaron
por completo las creencias astrológicas populares. Al prever los precisos movimientos del sol,
la luna y los astros, estos cálculos demostraron que responden a movimientos naturales -no
dependen de su voluntad, pues carecen de ella- implantados por el Creador del Universo. Nada
tiene que ver la astrología con la Fe pura de Israel. Y así lo expresa el profeta Irmiahu: “Así ha
dicho Adonai: De las costumbres de las naciones no aprendáis, y de los signos del cielo no
temáis, pues temen las naciones de ellos...” (Irmiahu 10:2)
Rabbí Moshéh Vali, en un comentario más literal a este versículo, afirma: “Que la intención de
D's. es que haya prosélitos en el pueblo de Israel. y esto no es posible a menos que los
prosélitos potenciales valoren a los hijos de Israel por su sabiduría. Esto habría ocurrido en la
época del rey Salomón, ya que, debido a su sabiduría, vinieron numerosos prosélitos a
adherirse al pueblo de Israel. Entre ellos algunos reyes: Jiram, rey de Tsor (Tiro) y la reina de
Shebá (Saba)... Pues la sabiduría y la inteligencia de los hijos de Israel emana directamente
del cumplimiento y la observancia de las mitsvot de la Toráh.
Deuteronomio 4 Versículo 7
En palabras del salmista: “Cercano esta Adonai a todos los que Lo invocan, los que Lo invocan
en verdad” (Salmos 145:18).
Este versículo nos recuerda la Inmanencia de D’s. La religión de Israel no reconoce elementos
materiales capaces de acercar el hombre a D’s. El único medio para llegar a tan anhelada
cercanía es la Verdad revelada por D’s. en la Toráh.
Deuteronomio 4 Versículo 8
Según Rashi : leyes apropiadas y aceptables. Rabbenu Bejayéh Ibn Pakuda, en su libro
“Jobot ha Lebabot” -Los Deberes de los Corazones- dice que la Toráh se compone de los
siguientes preceptos: a) “mishpatím”: leyes lógicas aceptadas por nuestra mente analítica; y b)
preceptos que por su profundidad nuestra mente no llega a escrutar, pero tampoco a rechazar
por no ser contrarios a las buenas costumbres y normas del ser humano.
Deuteronomio 4 Versículo 9
La memoria colectiva del pueblo de Israel tiene que ser transmitida de generación en
generación.
La salida de Egipto tiene que ser rememorada, así como la Revelación de Sinai; los hilos del
talet tienen que ser vistos para recordar los preceptos de D’s. ..Según nuestros sabios (Tratado
de Principios 111:8), aquél que olvida algo de su estudio religioso es considerado por la
Escritura como si comprometa su existencia. Se trata aquí del olvido voluntario, causado por el
abandono y la negligencia; no incluye aquél debido a una fuerza mayor como enfermedad u
otra contingencia forzosa.
Lamentablemente muchos jóvenes de nuestra generación están desligados de esa memoria
colectiva, histórica, que nos retrotrae a los pies de Sinai y las riberas del Mar de los Juncos,
recordándonos el logro de nuestra libertad y la elevación espiritual por la recepción de la Toráh.
Los conductores espirituales de esta última parte del siglo XX, deberán reconstruir
inexorablemente esa memoria colectiva en la mente de nuestros jóvenes, so pena de asistir a
una asimilación galopante. Hay que intensificar el estudio de la Toráh. Las así llamadas
“escuelas laicas judías” deberían reconsiderar su actitud y cambiar sus programas de estudio,
para que no descuidemos nuestras almas, como lo pide el versículo.
Versículo 9: “...CUIDATE Y CUIDA TU ALMA, MUCHO...”
Versículo 15: " HABREIS DE CUIDAROS MUCHO, POR VUESTRAS ALMAS...”
Abarbanel, en un extenso comentario en marcado entre estos dos versículos, nos recuerda que
el cumplimiento de las mitsvot resultaría insuficiente si no tenemos conciencia cabal y nítida de
que la Toráh nos fue revelada en Sinai por D’s., Creador del cielo y de la tierra.
Ese es el cuidado -excesivo- que la Toráh requiere de nosotros. Estos versículos se dirigen a
nuestra espiritualidad.
Los intentos de “secularizar” la Toráh atentan directamente contra dicho pedido manifieste.
La importancia de las mitsvot radica en el hecho único en la historia de la humanidad que el
Creador del universo ha acercado a un pueblo
-Israel- hasta los pies del Sinai, revelándose allí Su Toráh, llamada por las Escrituras עץ חיים
“Hets jaim”. No podemos comer el fruto del árbol y a la vez negar la existencia de su raíz.
Lo absurdo no puede ser el sistema rector de nuestra historia.
En los versículos subsiguientes se vuelve a relatar con vehemencia e insistencia lo ya
enunciado en los capítulos 19 y 2O de Éxodo (véase nuestros amplios comentarios a dichos
pasajes).
Deuteronomio 4 Versículo 10
Versículo 9: “...LAS HARAS CONOCER A TUS HIJOS Y A LOS HIJOS DE TUS HIJOS”.
Versículo 10: “EL DIA EN QUE ESTUVISTE DE PIE ANTE ADONAI TU D’S...”
El autor de “Toráh Temimáh” cita del Talmud Ierushalmi, Tratado Kiddushín, página 81, Halajáh
7, la siguiente interpretación, basada en la sucesión de los versículos 9 y 10: “Enseñaron
nuestros sabios: todo aquel que escucha un pasaje de la Toráh de boca del hijo de su hijo, es
como si la hubiere escuchado desde el Monte Sinai”
Hoy, más que nunca, necesitamos dramáticamente escuchar la Toráh de la boca “del hijo de
nuestro hijo”. Debemos asumir nuestra responsabilidad para el logro de este noble fin.
“...PARA QUE HAYAN DE APRENDER A VENERARME TODOS LOS DÍAS...”
La finalidad de la Revelación de la Toráh en Sinai a todo el pueblo sin excepción había sido
para que la Palabra Viviente quede grabada en primer lugar en el corazón de las personas y
sólo después en las Piedras denominadas “lujot ha hedut” -Tablas del Testimonio-, símbolo de
la implantación de la Palabra Viviente del Eterno en nuestro corazón. Según Irmiahu, D’s.
volverá a implantar Su Toráh entre nosotros y “la escribirá en nuestro corazón (Irmiahu 31:32).
Por otra parte, la reverencia a D’s. que tiene que ser enseñada y estudiada, ha generado lo que
en la enseñanza rabínica se llama el Musar. Su meta consiste en hacernos comprender las
mitsvot como medio para un fin. Ellas constituyen los peldaños que nos conducirán hacia la
Elevación -o sea la Reverencia a D’s.-. La Toráh es un sistema coherente y conducente, y
debemos cuidar de no convertirlo en un “laberinto” sin salida. Las personas que vivimos de
acuerdo con la Toráh debemos también desarrollar, para nosotros y nuestros hijos, una di de
bondad y generosidad compatible con la Reverencia a D’s.
Rabbí Israel Salanter, en su libro Or Israel, toma como pilar de su enseñanza este versículo de
la Toráh, desarrollando sistemáticamente las reglas y normas del aprendizaje para reverenciar
a D’s (citado por el Rabino Elie Munk).
Deuteronomio 4 Versículo 12
“...La Palabra era dirigida a él (Moshéh) y ellos (el pueblo) oían la Voz Poderosa sin articulación
de palabras, ...y así dice el versículo: ‘sonido de palabras vosotros oíais, empero imagen
vosotros no veíais, solamente voz’; no dice palabras vosotros oíais’. Y cada vez que en este
contexto se hablada oír palabras, la intención es oír el sonido o la Voz. Empero Moshéh oía las
palabras y se las transmitía a ellos; esto es lo que resulta del lenguaje de la Toráh y de la
mayoría de las palabras de nuestros sabios, de bendita memoria” (Maimónides. Guía de los
Perplejos Parte 2 Cap.33).
Deuteronomio 4 Versículo 14
Según Rashi, esta enseñanza alude a la Tradición Oral.
Pues amén de la Toráh Escrita, con todas sus mitsvot, nuestro pueblo se rige por la
interpretación que de ella hace la Toráh Oral.
Ha habido sectas judías como los Caraítas, que se ciñeron literalmente al texto escrito,
negando la interpretación fundamental de la Toráh Oral. Ellas han desaparecido casi sin dejar
rastros, mientras que la Toráh Oral ha producido una voluminosa literatura religiosa que sigue
desarrollándose hasta el día de hoy. Centenares de miles de estudiantes de ieshivot dedican
muchísimos años de sus vidas al estudio y desarrollo de la Toráh Oral, hermana gemela e
inseparable de la Toráh Escrita.
“...PARA CUMPLIRLOS VOSOTROS EN LA TIERRA...”
“El deber de cumplir las mitsvot es absoluto y rige en cualquier lugar y en todo tiempo, empero,
para un cumplimiento pleno de nuestra función, nos fue otorgada la Tierra de Israel para que
podamos realizar nuestra misión como Pueblo de la Toráh, en la Tierra Nacional que nos
pertenece” (S.R. Hirsh).
Deuteronomio 4 Versículo 15
Versículo 16: “NO SEA QUE DEJÁIS Y OS HAGÁIS ESCULTURA, IMAGEN DE CUALQUIER FORMA...”
El pueblo de Israel, a los pies del Sinai, no ha tenido una visión sensorial de lo que estaba
ocurriendo; no captó la grandeza del momento por medio de sus sentidos.
Según nuestros sabios alegoristas, cuando los cinco sentidos de cada persona llegaron a
percibir la oscuridad y las tinieblas que envolvían la montaña, se liberó la luz, que es el alma de
cada persona, y captó extra sensorialmente la grandiosidad del momento. Por eso el versículo
15 dice: “Ya que no habéis visto ninguna imagen”.
Al pueblo de Israel se le prohíbe la representación de lo vivido en ese momento mediante
escultura o imagen.
Representar lo sublime por medio de “madera o piedra”, implica dañar la grandiosidad,
convirtiéndola en algo pequeño, limitado, salido de “la manipulación de nuestros dedos”,
contrario a la Fe de Israel. Ser portador de este mensaje le ha acarreado mucho sufrimiento a
nuestro pueblo a lo largo de su historia.
Según nuestra firme esperanza “haelilim carot, icaretún” -los ídolos serán destruidos-. La
historia de la humanidad llegará a su punto culminante cuando entienda que la idea de D’s. no
puede ser limitada, ni fabricada”, ni “reducida” a la voluntad del hombre.
Por el contrario, la voluntad del ser humano debe someterse, en un acto de fe, a la Voluntad del
Creador...
Deuteronomio 4 Versículo 19
Cuando D’s. creó los luminares en la extensión de los cielos, les asigna varias funciones:
iluminar con su luz al universo, servir de elementos para medir el tiempo y para regular las
estaciones del año, así como las labores agrícolas del hombre (Génesis 1:14 y 15).
De ninguna manera debe el hombre convertirlos en objeto de culto, como la idolatría ola
astrología. Cada pueblo decidirá si desea usar la bendición de la luz de los astros y luminarias
para el desarrollo de sus vidas, controlando y sometiendo las fuerzas físicas que ellos
representan, o si van a someterse a ellos, esclavizando su mente y su razón por creer en su
divinidad.
Jizzekuni acota que “es desgraciado y lamentable ver a la persona prosternarse ante el
elemento que ha sido creado para servirlo”.
En esta línea de pensamiento, el profeta Irmiahu pide al pueblo de Israel no temer los signos
del cielo, como lo hacían las otras naciones de la época (Irmiahu 10:2).
Deuteronomio 4 Versículo 20
Este versículo entiende que la esclavitud egipcia había servido para purificar al pueblo de
Israel, liberándose “de sus escorias” y poniéndolo al servicio de D’s.
Según la interpretación literal de Rabbí Hakiva los egipcios inmolaban a los hijos de Israel,
quemados en hogueras, llamadas en nuestro versículo “crisol de hierro” (citado por Jizzekuni).
Deuteronomio 4 Versículo 21
El pueblo de Israel cruzará el Iardén para vivir en la Tierra de Promisión; no así Moshéh, por
causa de ciertas actitudes del pueblo.
Según S.R. Hirsh, estas palabras de Moshéh incluyen todas las experiencias negativas y
amargas que tuyo con su pueblo, durante el largo período de su conducción.
El autor de “Tejelet Mordejai”, comentando a su vez a Najmánides, entiende que una lectura
profunda de los versículos 21, 22 y 23, daría pie a sospechar que Moshéh temía que el pueblo
le erigiera una estatua para eternizar su memoria después de su muerte. Por eso les recuerda
que ya ha sufrido en vida las consecuencias de sus palabras y pensamientos.
Deuteronomio 4 Versículo 23
“Lo que te ha ordenado no hacer” (Rashi).
Deuteronomio 4 Versículo 25
Este versículo inicia lo que Najmánides ha caracterizado como “prevención profética que advierte contra
el envejecimiento”. En efecto, una vez asentados y enraizados los hijos de Israel en la Tierra de
Promisión, aparecerá el riesgo del envejecimiento precoz de las generaciones. Se presentará el
peligro de perder el entusiasmo surgido de la Fe en D’s., tras superar con la ayuda de la Toráh
todas las dificultades y resistir las vicisitudes de la azarosa travesía del desierto.
El futuro del pueblo de Israel dependerá de su capacidad de mantener “una memoria colectiva
joven”, evitando el envejecimiento de nuestra Fe, nuestra Tradición y nuestra Voluntad.
“PARA ENDURECERLO”
El judaísmo distingue entre la acción negativa “rutinaria” y la cometida con intencionalidad; en
definitiva es la intencionalidad la que genera el hecho negativo.
Mientras el pueblo de Israel estaba sumido en el paganismo egipcio, carecía prácticamente de
opciones espirituales. Pero después de experimentar las múltiples vivencias espirituales que
culminan con la entrega de la Toráh, en caso de reincidir en la idolatría ya no podrá alegar falta
de intencionalidad.
A partir de Sinai, idolatría equivale a rebeldía y alevosía.
Deuteronomio 4 Versículo 27
El autor de Iahel Or entiende como “gente debilitada” el término 5 que traducimos aquí como
“gente”. (Véase su comentario a Génesis 34:30). En esta desgracia lo determinante no será,
únicamente, el número reducido de personas, sino -también su debilidad.
Deuteronomio 4 Versículo 28
Rashi y Rashbám, entre otros, nos remiten si Targum arameo de Onkelos. Esta versión reza:
“Y serviréis allí a los pueblos que adoran ídolos, obra de mano de hombre”.
En efecto, la historia judía demuestra que el pueblo de Israel en la diáspora no se vuelca hacia
el paganismo la idolatría, pero sí “diluye su espiritualidad” al estar al servicio de pueblos no
monoteístas. La asimilación es un proceso largo, velado y en definitiva engañoso. Las “culturas
religiosas dominantes” influyen sobre el pueblo judío disperso que mora en su seno.
Si no distinguimos nítidamente entre nuestros valores espirituales peculiares, y los
circundantes, caeremos en lo que Onkelos denomina magistralmente la “adoración indirecta de
falsos valores”.
El autor de “Minjáh Beluláh” relaciona alegóricamente estas palabras con “aquellas personas
que confían en su gran riqueza, convirtiendo a las monedas con ídolos como efigie, en dioses
poderosos”.
“...QUE NO VEN NI OYEN, NI COMEN NI INHALAN...”
Se enuncian aquí solamente cuatro sentidos, emitiéndose el quinto. Tanto los ídolos, como los
que los confeccionan y los que los adoran, no ven ni oyen ni saborear ni inhalan (Minjáh
Beluláh).
Sigue diciendo este autor que el riesgo del paganismo o de la idolatría, en sus más variadas
formas, consiste en perder la sensibilidad y la percepción de lo que ocurre en nuestro derredor.
Una vez consumada dicha pérdida, ningún sistema religioso puede revitalizar los sentidos
inertes.
El atributo de D’s. Creador de la Existencia es “El jai vekaiam” -D’s. Eterno y Existente-.
Una de las mitsvot cardinales del pueblo de Israel es la de desarrollar la vida, agudizando
nuestros cinco sentidos para involucramos con la existencia.
Deuteronomio 4 Versículo 29
Literalmente significa que a desde la tierra de nuestra dispersión, podremos invocar a D’s. y
hallarlo.
Algunos intérpretes entienden “y buscaréis desde allí” como referencia a la degradación del
paganismo y de la idolatría. El pueblo, al vivir entre paganos, descubrirá sus aberraciones y
querrá, necesariamente, volver hacia D’s. y hacia Su Toráh.
“...CON TODO TU CORAZÓN Y CON TODO TU SER”.
Abarbanel agrega esta interpretación al significado literal: “Hemos visto que los judíos “anusím”
-compelidos a adorar otras divinidades- han estado invocando a D’s. y buscándolo con todo su
corazón y con todo su ser, sin llegar a las acciones y a las mitsvot, porque esto les estaba
vedado”.
Deuteronomio 4 Versículo 30
El sufrimiento y la angustia no quebrarán al pueblo de Israel, sino que purificarán su corazón,
haciéndolo retornar hacia Adonai, Su D’s. Aquí aparece el concepto de “teshuváh - retorno-,
fundamental para la religión judía. Un judaísmo que no desarrolle hasta el extremo la idea de
teshuváh es inconcebible.
Rabbí Jaim Ben Attar, en su libro Or ha I considera que entre los versículos 29 al 31 se
exponen los dos caminos que conducen hacia la teshuváh: a) “teshuváh shelemáh” -el retorno
cabal y perfecto- por amor hacia D’s. y Su Toráh; y b) la teshuváh a la que se accede después
de “sufrimientos y tribulaciones”, decidiendo acogerse a la Misericordia de D’s.
“...EN LA POSTRIMERÍA DE LOS DÍAS...”
Cuando este concepto bíblico aparece en los libros proféticos, hace referencia a “iemot
hamashiaj” -los días del Mesías- (Ver a modo de ejemplo Ieshahiahu 2:2 y Iehezkel 38:16).
Rambán entiende que aquí también alude a los días del Mesías.
Onkelos en el Targum traduce a “ajarit haiamím”, como “el final de los días’.
Deuteronomio 4 Versículo 32
La historia de la humanidad en la cual el pueblo de Israel está inserto se extiende entre “iamím
rishoním”, o sea, el inicio mismo de la historia, cuando D’s. creó al ser humano, y “aharit
haiamím” -la postrimería de los días-, cuan do D’s. redime a Iahacób liberándose de la mano de
sus opresores. Sin estos “dos polos” de la historia, el presente se convierte en “días carentes
de sentido”.
Millones de personas en esta parte del siglo, hallan muchas dificultades en encontrar un
sentido para sus vidas. ¿Acaso puede orientarse el viajero internado en la jungla si no cree en
los mapas ni en la brújula?
Estos versículos hablan de la peculiaridad de la historia de Israel, que ha presenciado la
Revelación de D’s., tras haber sido liberado maravillosamente y con Portentos de la esclavitud
egipcia. Estos eventos conforman la “raison d´étre” del pueblo judío. La libertad espiritual
lograda a los pies del Sinai, significó la complementación y corolario de la libertad física
obtenida en la salida de Egipto.
Nótese que en este pasaje los versículos 33- 34, invierten el orden histórico de los eventos,
citando a Sinai antes que, a la salida de Egipto, sugiriendo que la finalidad última de la salida de
Egipto, había sido Sinai.
La Toráh sin la independencia nacional del pueblo judío ha dado lugar a tribulaciones y
sufrimientos en nuestra historia. Pero, la independencia nacional sin la Toráh representa la
mutilación de la historia y de la continuidad del pueblo de Israel.
Deuteronomio 4 Versículo 35
Lo ocurrido en Egipto y en Sinai, a saber: la dureza de los eventos de Egipto o la grandeza de
la Revelación de D’s. ante el hombre, ante los hijos de Israel, no debe entenderse como un
despliegue fastuoso de fuerza y poder por sí mismos. Su finalidad es implantar en el corazón
del hombre que Adonai es el Poder y nada hay excepto El.
Todos estos eventos demuestran que, cuando el hombre no hace uso de su libertad para elegir
el bien, D’s. rige la historia y gobierna los acontecimientos. Así fue destruido el gobernante
egipcio tras haber perdido su condición humana, al esclavizar, matar y torturar a sus
congéneres.
Cuando la humanidad aprenda, acepte y viva este mensaje de la Toráh, habrá sobrevenido la
era mesiánica: “Cuando las naciones no levanten más las espadas las unas contra las otras, ni
se ejerciten más para la guerra” (Isaías Cap. 2)
Deuteronomio 4 Versículo 36
El pueblo de Israel se conmovió ante la manifestación de la Presencia Divina al punto de rogarle a Moshéh:
“Habla tú con nosotros y obedeceremos; empero que no hable con nosotros Elohím, no sea
que vayamos a morir” (Éxodo 20:16)
Según Ibn Hezra, una de las finalidades de la manifestación de la Voz Divina apuntaba a que
los hijos de Israel tomasen conciencia de su humana dimensión.
El autor de Minja Beluláh señala que D's. hizo conocer los atributos de Su Divinidad, mediante
el oído y la visión -los dos sentidos más importantes del hombre-.
Rabbí Menajem Recanatti acota que, si bien la Voz Divina se originó en los cielos, el pueblo
sólo pudo oírla “mitoj haesh” -de en medio del fuego-, o sea en un nivel perceptible para los
seres humanos.
Deuteronomio 4 Versículo 37
D’s. manifestó Su Revelación en Sinai no sólo para que el pueblo tomara conocimiento de Su
Existencia, sino también por amor a los patriarcas de Israel. Por eso ha elegido a la
descendencia del tercer patriarca de Israel “Iahacób-Israel”, para portar Su Nombre y Su
Mensaje, liberando a Iahacób-Israel de la esclavitud egipcia.
Deuteronomio 4 Versículo 39
ADONAI ES ELOHIM, EN LOS CIELOS ARRIBA Y EN LA TIERRA ABAJO; NO HAY MAS”.
Esta mitsváh por comisión de la Toráh, nos ordena el conocimiento del Nombre, Bendito Sea, a
Quien deberemos conocer e inquirir por Su Unicidad, no descansando solamente sobre la
tradición recibida. Este conocimiento se adquiere al contemplar Sus Obras y Sus Magnas
Acciones, y todas Sus Criaturas, superiores e inferiores. Y he aquí que este conocimiento es
posible, empero el conocimiento de Su Esencia está vedado y es imposible insistir en ello,
como reza el versículo: ‘La Honra de Elohím es ocultarla palabra’.
Y como el tema de la Divinidad no se capta por la vía intelectual, -en el inicio de su
razonamiento-, el versículo señala: ‘Has de responder a tu corazón’; como aquella persona que
observa la cosa, empero necesita volver y observar una y otra vez, como el profeta Eliahu.
“...Empero Adonai no está en el viento; y después del viento, estruendo, en el estruendo no
está Adonai. Y después del estruendo, fuego, en el fuego no está Adonai; y después del fuego
el sonido de un susurro tenue” (1 Reyes 19:11 y 12).
La persona que piense acerca de El, si es viento o estruendo o fuego, que retorne y derrumbe
‘el edificio de su razonamiento: después de todos estos pensamientos no hallará más que
ocultamiento y silencio’.
Y éste es el significado de: ‘después del fuego, el sonido de un susurro tenue’.
Debemos creer con nuestro corazón que Adonai es Elohím, Rector del universo y de todo lo
que contiene, desde lo superior hasta lo inferior, desde las alturas celestiales, hasta las
profundidades de la tierra: “No hay más” (Rabbenu Bejayé).
Deuteronomio 4 Versículo 41
En lo que respecta a las ciudades de refugio, véase Números 35:11 y s.s.; y Deuteronomio 19:1
y s.s.
Según Ibn Hezra, este pasaje acerca de las ciudades de refugio que parece interrumpir la
continuidad del relato del deceso de Moshéh, refiere simplemente, el relato cronológico de los
hechos. Cuando Moshéh hubo separado las ciudades de refugio, ya había comunicado a Israel
las palabras del Pacto concertado en Sinai cuando la entrega del Decálogo. Este tema aparece
en el capítulo 5 de nuestro libro.
Deuteronomio 4 Versículo 44
“Referencia a lo que va a exponer Moshéh después de este pasaje” (Rashi).
“Esto hace referencia a las palabras (Decálogo), que va a exponer Moshéh de inmediato,
después de este pasaje” (Rabbenu Bejayé)
Abarbanel ve en el versículo 44 la continuación lógica de Deuteronomio 1:5, donde se dice que
Moshéh quiso explicar esta Toráh a los hijos de Israel. Todas las palabras que mediaron entre
aquel versículo y el nuestro han tenido como finalidad - agrega Abarbanel- la de aclarar dudas
o reservas mentales de los auditores. Una vez logrado dicho objetivo, Moshéh retorna su
propósito inicial y esencial, que es narrar la Toráh y el gran evento de la Revelación a la nueva
generación nacida en el desierto, que es la que realizará el tan anhelado propósito de vivir en la
Tierra de Israel según la Toráh expuesta por Moshéh ante ellos.