Linea de tiempo
1 Shmuel
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1
Janá y Shmuel, Elí y sus hijos
Elí
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3
La consagración de Shmuel
Elí
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4
La guerra de Even Haezer (1)
Elí
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5
El Arca en manos de los pelishtim (filisteos)
Los traslados del Arca
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6
La devolución del Arca a Israel
Los traslados del Arca
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7
La guerra de Even Haezer (2)
Shmuel
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8
La solicitud del rey
Shmuel
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9
Buscó asnos y encontró un reinado
Shmuel
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10
La coronación de Shaúl
Shmuel
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11
La guerra contra Amón
Shaúl
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12
El discurso de despedida de Shmuel
Shaúl
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13
La guerra de Shaúl y Ionatán contra los pelishtim (filisteos)
Shaúl
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15
La guerra contra Amalek
Shaúl
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16
La unción de David
Entre Shaúl y David
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17
La batalla de David y Goliat
Entre Shaúl y David
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18
Los celos de Shaúl con David y sus intentos de eliminarlo
Entre Shaúl y David
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20
El pacto de David y Ionatán
Entre Shaúl y David
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21
David en Nov y en Gat
Entre Shaúl y David
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22
La matanza de los Cohanim (Sacerdotes) de Nov
Entre Shaúl y David
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23
David en Keila y Zif
Entre Shaúl y David
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24
El episodio de la cueva
Entre Shaúl y David
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25
El episodio de Naval y Avigail
Entre Shaúl y David
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26
El episodio de la espada y del cántaro de agua
Entre Shaúl y David
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27
David con Ajish rey de Gat
Entre Shaúl y David
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28
Shaúl y la pitonisa
El final del reinado de Shaúl
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29
El rechazo de David por parte de los pelishtim (filisteos)
El final del reinado de Shaúl
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30
La guerra de David contra Amalek
El final del reinado de Shaúl
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31
La muerte de Shaúl y sus hijos
El final del reinado de Shaúl
1 Shmuel 3 Versículo 1
Radak explica que nos dice que en aquellos días no eran frecuentes las profecías o visiones de Dios, para que entendamos el motivo por el cual Shmuel no supo reconocer que era Dios quien le hablaba. Don Isaac Abarbanel continuando esta línea, especifica un poco más esto y dice que, al ser que Shmuel estaba constantemente ante Eli, supone que el que lo llama es Eli. Por otro lado, al ser que la profecía era algo muy poco frecuente en aquellos días, Eli no se imagina que Shmuel está teniendo una revelación Divina.
Malvim, ve en este versículo los motivos por los cuales fue elegido Shmuel para que recaiga sobre él la profecía:
a. Shmuel tenía mérito propio para que Dios se comunique con él, y esto lo resaltó varias veces en el capítulo anterior en contraposición con los hijos de Eli.
b. El motivo por el cual no había profecía en aquella época es porque la gente no estaba capacitada para ello, escaseaban personas con la estirpe y preparación suficiente como para ser profetas.
c. El nivel de degradación de las personas de esa generación hacía que Dios “no pueda” habitar entre ellos y por ende no habría profecía.
Daat Mikrá, explica que el motivo por el cual nos especifica que Shmuel servía a Dios, es para contraponerlo con los hijos de Eli que eran malvados y no oían a Dios y Sus disposiciones para el servicio en el santuario, es por eso que sobre ellos había sido decretado que serían alejados del servicio Divino, mientras que Shmuel, merced a su actitud, y a pesar de no poseer un linaje como el de los hijos de Eli, él llegará por mérito propio a estar cercano a Dios y oír Su palabra.
Continúa Daat Mikrá diciendo que cuando Dios se comunica con los profetas lo suele hacer mediante la profecía y esta puede ser que Dios le habla directamente o que le hace ver una visión y el profeta capta el mensaje, tal como lo vemos al comienzo del libro de Irmiahu. El versículo nos recalca que cualquiera de estas dos opciones escaseaba en aquella época La palabra del Señor escaseaba en aquellos días, las visiones no eran frecuentes
Rambam escribe en Perek Jelek cuando explica el séptimo principio: Todo profeta no recibe la profecía sino cuando están durmiendo, como versa: “en sueños nocturnos” (Génesis 31:24) “en sueños o visión nocturna” (Job 23:15) y otros ejemplos. Es factible que le sobrevenga de día, pero luego que haya recaído sobre aquel hombre un profundo sopor, de forma tal que queden neutralizados todos sus sentidos y permanezca su mente libre, tal como ocurre al soñar. Esto es lo que se denomina “Visión” o “Percepción”, sobre esto fue dicho “con visiones Divinas” (Ezequiel 8:3).
Con respecto al varón de Dios que le vino a decir a Eli lo que Dios le había encomendado en el capítulo anterior, hay quienes dicen que no era un profeta, es por eso que no se refiere a él como profeta, sino como varón de Dios y aparentemente Eli pensó que se trataba de un consejo u opinión personal de aquel hombre destacado, es por eso que, como veremos en la explicación de los próximos versículos, Dios debió aclararle a Eli que se trataba de un mensaje Divino.
Con anterioridad habíamos visto que Shmuel fue descripto de esta manera, en el versículo 2:11, allí el objetivo era para aclarar que Janá se fue y Shmuel quedó a cargo de Eli.
Luego vuelve a repetirlo en los versículos 18, 21 y 26, en cada uno de ellos es para contraponer la actitud de Shmuel con la de los hijos de Eli, y si prestamos atención veremos que en cada una de ellas el tema tiene que ver con uno de los aspectos de las cualidades por las que se destaca un profeta: sabio, fuerte y riqueza, tal como dijeron los sabios en el tratado de Shabat 92ª : La profecía no recae sino sobre el que es sabio, rico y fuerte sobre esto explica Rambam (Hiljot Isodé Hatorá 7:1 y Hakdamá le perek Jelek) .- Una de las bases de nuestra religión es saber que Dios hace que el hombre tenga profecía. La profecía no recae sino sobre el sabio grande en sabiduría [Esta opinión echa por tierra la ingenua creencia de que Dios hace profeta a quien Le plazca, de la noche a la mañana, sin depender de que aquel hombre sea sabio o ignorante. Para profundizar sobre este tema, ver Guía de los Perplejos parte II capítulo 32. Tal como afirmaron los sabios en el tratado de Shabat 92ª: La profecía no recae sino sobre el que es sabio, rico y fuerte. en el “Pirké Abot” explica: Rico es aquel que está contento con lo que tiene, es decir que no corre detrás de las posesiones], y vigoroso en cualidades; aquel que no es superado jamás por sus impulsos {o pasiones} de ningún tipo, sino que, con su propia capacidad, domina constantemente sus impulsos {o pasiones}; además, es poseedor de un amplio, {agudo} y certero discernimiento, en extremo. Aquel que está ceñido de todas estas cualidades, con un cuerpo sano, habiendo penetrado en el Pardés, imbuido por la profundidad de esos temas, perfeccionando sus cualidades racionales para analizar y concebir, elevándose cada vez más, apartándose del camino del vulgo que transcurre en las tinieblas {de la ignorancia}; entrenando su espíritu hasta no encontrarse en él ningún pensamiento ni la insensatez de lo cotidiano, ni fantasías, sino que su mente está orientada hacia las alturas, aferrada al Trono Celestial, para concebir aquellas entidades superiores, elevadas y sagradas, vislumbrando la sabiduría del Santo Bendito Él, desde el ente superior, hasta el nivel terrenal, percibiendo la grandeza de ellos {alcanzado este grado de perfeccionamiento, inmediatamente la inspiración Divina se posa sobre él. En el momento en que la inspiración Divina recae sobre él
Con respecto a nuestro versículo en que es mencionado esto por quinta vez, se refiere aquí, a la época en que todo esto ocurrió, es decir, aun en vida de Eli y sus hijos.
1 Shmuel 3 Versículo 2
Otros ven esta acotación en un tono más condenatorio, y dicen que, a pesar de ese duro mensaje que el varón de Dios le acababa de transmitir, Eli se fue a dormir tranquilamente en su lugar, en vez de permanecer acongojado y llorando ante Dios toda la noche (tal como lo hará en el futuro Shmuel cuando Dios le dice que ha desechado a Shaul para que sea rey sobre Israel).
Daat Mikrá sostiene que, en realidad se trata del día en que Shmuel iba a recibir su primera profecía, tal como relatará en los próximos versículos.
Don Isaac Abarbanel explica que, el motivo por el cual nos dice sus ojos habían comenzado a oscurecerse y no podía ver bien es para que entendamos el motivo por el cual Shmuel estaba tan pendiente de Eli, pues, si bien no nos dice que estaba completamente ciego, su vista se había nublado notablemente y no podía ver bien, esto lo hacía depender mucho de que otros lo ayuden, y, tal como dijo antes, Shmuel, era el que estaba siempre al lado de Eli (mientras que sus hijos, Jofní y Pinjás, no estaban junto él ni aprendían de su padre)
Hay entre los comentaristas quienes, no solo interpretan en forma literal el hecho que Eli estaba quedándose ciego, sino que también se refiere a que alegóricamente, el versículo está aludiendo a que Eli estaba ciego y no veía cómo sus hijos estaban mancillando las ofrendas y haciendo que el santuario sea considerado por el pueblo como un lugar despreciable a causa de la corrupción que allí imperaba.
Otro punto interesante de notar, es que, aquí nos recalca que estando Elí acostado en su lugar y en el versículo 9 dice: Y Shmuel fue y se acostó en su lugar como insinuando que Shmuel tomó el lugar de supremacía espiritual que ostentaba Eli en su carácter de sumo sacerdote.
1 Shmuel 3 Versículo 3
Menorá
+Con respecto a este versículo, también los comentaristas (Radak) le han otorgado una explicación a su sentido literal, diciendo que al ser que la menorá del santuario se encendía cada noche y se le colocaba la cantidad de aceite suficiente para que arda hasta el amanecer, por lo tanto, al decirnos que aún no se había apagado, esto nos insinúa que el llamado de Dios a Shmuel, ocurre en las horas de la madrugada, antes del amanecer.
En el aspecto alegórico, sostienen que cuando dice la lámpara de Dios aún no se había apagado se refiere a la destrucción del santuario de Shiló, que será relatado más adelante en el próximo capítulo, y antes que la luz del santuario (que era el que construyó Moshé y perduró durante los días de Yehoshua y los Shofetim, cuyo fuego fue encendido por Dios en el Sinaí) antes que eso suceda, surge la luz de la profecía que comienza con Shmuel, tal como sucedió en el pasado: antes que el faraón esclavizara al pueblo de Israel en Egipto, nace el salvador del pueblo: Moshé.
Con respecto a lo que dice: Shmuel estaba acostado en el santuario del Señor donde estaba el arca de Dios Radak como el resto de los comentaristas, explican que no debe entenderse como que Shmuel dormía dentro del santuario frente al arca de la alianza, pues esto es algo ridículo, pues en donde estaba el arca, entraba solo el sumo sacerdote solamente en el día de Kipur y por unos pocos minutos, así que es absurdo concebir que Shmuel, siendo un Levi, no solamente que entre allí sino que además duerma… Por lo tanto, el versículo debería entenderse de la siguiente manera: Shmuel estaba acostado, (en alguno de los aposentos de alrededor del) santuario del Señor, (y este santuario era en) donde estaba el arca de Dios.
1 Shmuel 3 Versículo 4
Y si bien la voz que escuchaba Shmuel, provenía desde donde estaba el arca de Dios, al levantarse Shmuel y, como dijo antes, la lámpara de Dios aún no se había apagado, pudo ver que no había nadie allí, por eso supuso inmediatamente que debería ser Eli, pues no había nadie más en el santuario, es por eso que supone inmediatamente que debería haber sido Eli el que lo llamó; además, esto nos demuestra que, los hijos de Eli no estaban allí.
Cuando Shmuel responde: Heme aquí, se refiere a Eli, no es a Dios a quien le responde así Shmuel, pues, aun no sabía que era Dios le que lo llamaba, y es por eso que, aun estando acostado, inmediatamente le responde a Eli, para que no tenga que esperarlo o impacientarse hasta que pueda estar junto a él.
Esta forma de responder: Heme aquí, denota humildad y diligencia por parte del que lo dice, pues es como si estuviera afirmando: aquí estoy para lo que desees ordenar.
De este suceso, nos demuestran los sabios, que cuando el profeta tiene profecía, es algo muy real, no se trata de un sueño común y corriente, sino que es algo muy claro y real.
1 Shmuel 3 Versículo 5
Lo más probable es que Eli estuviera durmiendo cuando Shmuel se acerca a él, y seguramente lo haya despertado; Eli supone que Shmuel habrá tenido un sueño que le habrá parecido muy real y por eso se confundió y le pareció que lo llamó, pero que probablemente habrá sido producto de su imaginación.
Don Isaac Abarbanel dice que, el versículo recalca que Shmuel fue y se acostó, pues lo más probable es que Shmuel haya regresado a su aposento cabizbajo, avergonzado y confuso. Avergonzado por el hecho de haber despertado a su maestro anciano, a Eli; y confuso, por el hecho que él estaba seguro de haber escuchado que lo llamaron y que no era un sueño.
1 Shmuel 3 Versículo 6
El Señor volvió a llamar: ¡Shmuel! Y Shmuel se levantó, fue a Elí y dijo: Aquí estoy, pues me llamaste. Pero él respondió: Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte.La primera vez respondió e inmediatamente corrió como un sirviente diligente, porque estaba seguro de que Eli lo estaba llamando, pero esta segunda vez comenzó a dudarlo. Shmuel había quedado confundido y no estaba seguro de haber escuchado correctamente, y dudaba si aquella voz fuera de Eli o no, así que caminó más lentamente, pero aun así se volvió hacia Eli, porque vio, a la luz de la menorá, que no había nadie más allí que pudiera haberlo llamado.
Daat Mikrá sostiene que, esta segunda vez, Eli al ver la dedicación de Shmuel y que aun a media noche se presenta ante él y se ofrece para servirlo fielmente, los llama hijo mío pues Shmuel es el que realmente se comportaba como un fiel hijo de él, ya sea en dedicación como en sabiduría y apego a Dios, no como sus hijos Jofní y Pinjás.
Don Isaac Abarbanel sostiene que el motivo por el cual le contesta así, es para que Shmuel no se piense que Eli está enfadado con él por el hecho de haberlo despertado dos veces en la madrugada. Además, a Eli ya le había entrado la duda, y sospechaba que algo estaba pasando, él conocía muy bien a Shmuel y sabía que no era común que hiciera eso, por lo tanto, algo habrá estado escuchando… es por eso que lo envía con palabras amables, para que no se sienta mal Shmuel y pueda volver a ese nivel en el caso que realmente sea real que alguien celestial lo llama.
Lo más probable es que Eli, no se haya vuelto a dormir, sino que se haya mantenido alerta para ver lo que sucedía con Shmuel.
1 Shmuel 3 Versículo 7
Tal vez, Shmuel era muy humilde y no se imaginaba ni podía concebir que Dios se dirigiera a él.
Don Isaac Abarbanel, citando a Rambam en la Guía de los Perplejos (segunda parte capítulo 44), dice que, cuando el profeta recibe la palabra de Dios, esta es como una voz real, pero no se trata de una voz acústica, sino de una voz en su mente, pero completamente real, no es como en un sueño.
Continua Abarbanel, diciendo, que este versículo enfatiza la diferencia entre Eli y Shmuel, pues la primera vez, ambos ignoraban que se trataba de Dios el que llamaba a Shmuel, en la segunda vez, Eli ya comenzó a sospechar que podría ser Dios el que le había hablado a Shmuel, mientras que Shmuel aun ignoraba de qué se trataba y estaba confundido, sin entender qué es lo que le pasaba, pues estaba seguro de haber escuchado una voz real que lo llamaba.
1 Shmuel 3 Versículo 8
En la tercera vez, Eli, mediante su sabiduría y avanzada edad, ya sabía cómo Dios se comunicaba con los profetas, y por eso estaba completamente seguro que era Dios el que le hablaba a Shmuel, mientras que Shmuel aún no sabía bien qué es lo que sucedía, y todo eso era producto de que, Shmuel no conocía aún al Señor, ni se le había revelado aún la palabra del Señor.
Abraham Ibn Ezra, Radak y Daat Mikrá sugieren, que tal vez, Eli permaneció despierto para ver si él también oía voces o no, pero al repetirse tres veces y al ser solamente Shmuel el que escuchaba esa voz, concluyó Eli que se trataba de una profecía.
Shmuel sigue acudiendo a Eli y suponiendo que es él el que lo llama, esta actitud recurrente de Shmuel, se debe a que, tal como dijimos antes, Eli era muy anciano y no podía ver bien y por eso suponía Shmuel que Eli podría precisar ayuda, tal vez se había levantado de madrugada para buscar un poco de agua o ir al baño, o cualquier otra cosa, y al no poder ver, lo llama para que lo ayude. Tal vez, a causa de su humildad, Shmuel nunca se imaginó que Dios podría estar hablándole a él, y al estar aun la luz de la Menora encendida, pudo ver que no había nadie allí, así que la única opción racional que tenía Shmuel, era que Eli lo llamaba, es por eso que, a pesar que las veces anteriores Eli le había dicho que no lo llamó, a pesar de ello, vuelve a ir a él.
Rambam en su libro Maimónides en La Guía de los Perplejos II parte capítulo 32, como en el Mishné Tora capítulo 7, explica el proceso de la profecía, y allí recalca en forma clara y tajante que, a excepción de Moshé, todos los demás profetas, reciben su profecía, en sueños: Los profetas ostentan diversos grados, tal como los profetas ostentan diversos grados, tal como en la sabiduría hay sabios superiores que otros sabios, así en la profecía hay profetas superiores que otros. Todos [los profetas, cualquiera sea su nivel,] perciben la imagen profética solo en sueño o visión nocturna; o durante el día si han caído en trance, tal como dice: “en visión Me revelaré, en sueños le hablaré” (Bemidbar 12:6).
Rambam escribe en Perek Jelek cuando explica el séptimo principio: Todo profeta no recibe la profecía sino cuando están durmiendo, como versa: “en sueños nocturnos” (Bereshit 31:24) “en sueños o visión nocturna” (Yob 23:15) y otros ejemplos. Es factible que le sobrevenga de día, pero luego que haya recaído sobre aquel hombre un profundo sopor, de forma tal que queden neutralizados todos sus sentidos y permanezca su mente libre, tal como ocurre al soñar. Esto es lo que se denomina “Visión” o “Percepción”, sobre esto fue dicho “con visiones Divinas” (Iejezkel 8:3),
1 Shmuel 3 Versículo 9
Daat Mikrá explica, que al decir: Y Shmuel fue y se acostó en su lugar nos recalca que Shmuel se preparó y se predispuso a recibir la profecía.
Malvim también comparte esta opinión y agrega que, no como las veces anteriores en que nos dice que Shmuel volvió a acostarse, ahora nos agrega: en su lugar, este detalle hace hincapié en que, a diferencia de las veces anteriores, esta vez, Shmuel, se predispone a recibir la profecía, y continúa pensando en cosas elevadas, tal como nos dice en el tercer versículo: Shmuel estaba acostado en el santuario del Señor donde estaba el arca de Dios es decir, su pensamiento estaba absorto en temas profundos.
Otro punto interesante de notar, es que, tal como dijimos antes en el versículo 3 allí recalca que estando Elí acostado en su lugar y aquí dice: Y Shmuel fue y se acostó en su lugar como insinuando que Shmuel tomó el lugar de supremacía espiritual que ostentaba Eli en su carácter de sumo sacerdote.
También en esta oportunidad, el versículo recalca, que Shmuel fue a acostarse en su cama, lo que demuestra que la opinión de Rambam que mencionamos en el versículo anterior, es correcta, y que todo profeta recibe su profecía en sueños, y por más que a Shmuel le parecía escuchar una voz, real, esta era en el sueño profético, que no se asemeja a un sueño común.
1 Shmuel 3 Versículo 10
Los comentaristas, señalan que, el hecho de que Dios repita dos veces el nombre del profeta, esto denota un aprecio especial de Dios con respecto a ese individuo, tal vez se deba al esfuerzo especial o a su situación que, a pesar de ser adversa, no impidió que se esfuerce hasta llegar al grado de la profecía, tal como sucedió con Abraham (que a pesar de haber crecido en una sociedad pagana, no se dejó influenciar y luchó contra todo eso), con Yaacob (a pesar de todas las cosas malas que le sucedieron), o con Moshé (a pesar de que el faraón lo quería matar)
Si bien anteriormente Eli le había instruido para que diga: Habla, Señor, que tu siervo escucha vemos que Shmuel omitió la palabra: Señor esto también nos demuestra la humildad de Shmuel, que no se considera importante como para suponer que Dios le habla.
Don Isaac Abarbanel trae todas aquellas similitudes que tiene Shmuel con Moshé:
1. Con Moshé, Dios se presenta ante él, también con Shmuel fue expresado que Dios se presentó ante él.
2. Con Moshé dice que Dios lo llamó, también con Shmuel dice que Dios lo llamó
3. Con Moshé, repite su nombre dos veces, también con Shmuel lo hace.
1 Shmuel 3 Versículo 11
Los comentaristas, explican que si bien aquí no dice qué es lo que va a hacer, esto lo veremos en los próximos versículos y se refiere a que el arca de Dios caerá en manos de los Pelishtím, que Eli y sus hijos morirán, que Israel sería derrotado por los Pelishtím y que sería destruido el altar de Shiló. Es por eso que se entiende que todo aquel que escuche esto, sus oídos zumbarán y trinarán ante semejante noticia.
Don Isaac Abarbanel se cuestiona el motivo por el cual Dios le dice todo esto a Shmuel, cuando en realidad es algo que tiene que ver con Eli y además ya se lo había mandado a decir con el varón de Dios. Ante esto Abarbanel responde, que aparentemente Eli no había quedado convencido del todo que aquel varón de Dios, fuera un enviado de Dios, pues, como dijo antes: La palabra del Señor escaseaba en aquellos días, las visiones no eran frecuentes es por eso que supuso que, si bien se trataba de alguien importante, ese individuo estaba hablando por sí mismo y no que Dios lo había enviado; prueba de ello es que no vemos ninguna reacción por parte de Eli a lo que le había dicho aquel varón de Dios, más aun, siendo ese varón, tal como lo sugieren los comentaristas, Elcaná, que no era conocido como un profeta, a pesar de ser alguien importante y distinguido. Es por eso que Dios decidió hablar con Shmuel de esta manera, de forma tal que Eli se entere que proviene de Dios y esté interesado en escuchar qué es lo que Dios le dijo a Shmuel y así dar por confirmadas también las palabras que dijo anteriormente el varón de Dios.
Es por eso que lo primero que dice es lo que hará con los dos hijos de Eli tal como lo había afirmado antes. Es por eso que Dios no lo envía a Shmuel a decirle esto a Eli, pues sabe que el propio Eli inquirirá y se enterará, entonces le quedará claro que en realidad se trata de Dios.
1 Shmuel 3 Versículo 12
1 Shmuel 3 Versículo 13
Don Isaac Abarbanel afirma, que todo esto es para castigar a Eli, pues no reaccionó cuando el varón de Dios le dijo eso (tal como dijimos en el versículo anterior, tal vez fue porque no le creyó) es por eso que ahora Dios se lo reafirma en forma más dura, pues lo más apropiado hubiera sido que Eli reprendiera áspera y duramente a sus hijos, de manera tajante, apartándolos completamente del santuario, pero no lo hizo, a pesar que Dios le había anticipado que estaría juzgando su casa y su linaje.
Y además le dice, que sus hijos, con sus actos, ellos mismos se atraen sobre sí maldición, pues al realizar sus tareas en forma inadecuada y corrupta, lograrán que el pueblo de Israel los deplore, los maldiga y los ponga como ejemplo del mal.
Tanto Rashí como otros comentaristas, afirman que, en realidad, cuando dice: pues sus hijos trajeron sobre sí maldición en realidad debería haber escrito: sus hijos trajeron sobre Mí maldición, pero por respeto a Dios dijo: sobre ellos. Pues sus actos profanaban el Nombre de Dios.
Si bien, anteriormente Eli ya había escuchado todo lo que sus hijos hacían y les dio una tibia y suave reprimenda al respecto, no obstante, luego que el varón de Dios, le dijo a Eli la gravedad del pecado de Jofní y Pinjás, se hubiera esperado de Eli una actitud más drástica, pero sin embargo él no los reprendió.
1 Shmuel 3 Versículo 14
Dice categóricamente que no será expiado ese pecado ni con sacrificio ni con ofrenda porque tal vez, Eli hacía todo tipo de ofrenda para expiar y redimir a sus hijos por sus pecados, tal como lo hacía Yob 1:5 Yob expiaba por sus hijos, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Yob decía: “Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones”. Así hacía Job siempre.
Radak y Metzudat David dicen que, al ser que ellos eran sacerdotes cuya función era realizar las ofrendas que el pueblo traía, y precisamente en ello era en donde radicaba su principal error, tal como dijo en el capítulo anterior, es por eso que las ofrendas no podían servir para expiar sus errores, por más que ellos se arrepientan.
Los sabios estudian las palabras de este versículo muy meticulosamente y señalan que está escrito: no será expiada jamás, ni con sacrificio ni con ofrenda con sacrificio u ofrenda no será expiada pero con arrepentimiento sincero y un cambio radical en su actitud más actos de benevolencia y estudio de Tora, sí serían absueltos sus descendientes, y citan como prueba lo que dice en el Talmud, tratado Rosh Hashaná 18ª: Había una familia en Jerusalem cuyos hijos morían antes de los 18 años, esta familia fue a hablar con Rabí Yojanán ben Zacai, y él les dijo: tal vez seáis ustedes descendientes de Eli el sacerdote, que fue escrito sobre él: “todos los nacidos en tu casa morirán jóvenes”, id y dedicaos al estudio de la Tora, y vivirán. Así lo hicieron y vivieron. De esta forma, afirma Don Isaac Abarbanel, Dios no ha condenado ni ha cerrado las puertas del arrepentimiento a los descendientes de Jofní y Pinjás.
Rambam en Hiljot Isodé Hatora capítulo 6 habla acerca de la gravedad de profanar el Nombre de Dios, y allí aclara: Quienquiera que transgreda voluntariamente cualquiera de los preceptos mencionados en la Torá, sin haber sido obligado por otros, sino que lo hace por desdén o como desafío, ese individuo profana el Nombre de Dios. Es por eso que dice con respecto al juramento en falso: “y profanarás el Nombre de tu Dios, Yo soy el Eterno” (Levítico. 19:12). Si la transgresión fue en presencia de diez judíos, se dice que profanó el Nombre de Dios públicamente.
De aquí podemos deducir, que sumado a la gravedad de las maldades que han cometido los hijos de Eli, además ellos, con sus actos han profanado el Nombre de Dios, y la pena para los que transgreden esto también lo aporta Rambam en Hiljot Teshuva 1:4 Aunque el arrepentimiento expía por toda transgresión y el día de Yom Kipur por sí mismo, ayuda a la expiación. Hay transgresiones que no se expían, sino después de que pase un determinado tiempo. Por ejemplo: una persona que transgredió un precepto activo, (cuya pena no era la muerte espiritual), y se arrepintió, ese individuo es perdonado inmediatamente; sobre ellos fue dicho: "retornen hijos traviesos, que los curaré" Pero si violó una prohibición de la Tora (cuya pena no era la muerte) y se arrepintió, ese individuo queda en espera y cuando llega el día de Yom Kipur es perdonado, sobre ellos fue dicho: “ese día expiará por ustedes”. Pasó por transgresiones más graves (que conllevan como castigo la pena de muerte) y se arrepintió sinceramente, este arrepentimiento, más la llegada del día de Yom Kipur, quedan pendientes hasta que además le advengan todo tipo de sufrimientos, que son los que completarán su expiación. Y no expiará completamente hasta que no venga sobre él esas adversidades que mencionamos, sobre éstos dice el versículo: “y Yo recordaré a la tribu su iniquidad y los tormentos a su iniquidad”. Todo esto es así, siempre y cuando no haya profanado el Nombre de Dios al transgredir. Pero el que profana el Nombre de Dios, a pesar que se arrepintió sinceramente, y haya llegado el día de Yom Kipur, y le hayan acaecido todo tipo de sufrimientos, no le será perdonado completamente, sino hasta el día de su muerte. De esta forma, el arrepentimiento sinceramente, el día de Yom Kipur y todo tipo de sufrimientos que le acaecerán, quedan pendientes hasta que llegue el día de su propia muerte y recién allí será perdonado, tal como dice: “será descubierto ante el Señor de los Ejércitos... si les será personado este pecado, hasta el día de su muerte”
El castigo es tan grave y severo, porque ellos hicieron que todo Israel desprecie ir al santuario y que pierda el sentido que tenía el tabernáculo, pues éste representaba la presencia de Dios entre ellos, tal como dice en la Tora: Me harán un santuario y habitaré entre ustedes y al actuar de esa manera, los hijos de Eli lograron que el pueblo odie ese lugar y lo considere un centro de corruptos.
1 Shmuel 3 Versículo 15
Don Isaac Abarbanel sostiene que el motivo por el cual nos dice que Shmuel se quedó hasta la mañana, es para recalcar el hecho, de que esta vez, no se levantó inmediatamente y fue a lo de Eli, tal como lo había hecho antes, sino que permaneció en su aposento, pues temía decirle a Eli las cosas tan duras que Dios le había comunicado, y aun cuando se incorporó, no fue directamente a lo de Eli, sino que fue a realizar sus tareas tratando de evitar encontrarse con Eli.
Tal vez el motivo por el cual Shmuel temía contar la visión a Elí se debía a que, por la avanzada edad de Eli, tal vez ese disgusto le cause un problema grave de salud y ocasione su muerte por la angustia y tristeza que esa profecía le causaría a Eli.
A pesar de todo esto, tal como dice Malvim, no se trata de que Shmuel ocultó su profecía, pues sabemos que un profeta que es enviado por Dios a decir algo al resto del pueblo o a algún individuo y ese profeta se abstiene de realizar lo que Dios le encomendó (tal como lo hizo el profeta Yoná) tiene pena de muerte, pues la palabra de Dios no cumplió, tal como dice Rambam en Hiljot Isodé Hatorá 9:3 Asimismo, aquel profeta que violare su propia palabra, o que se abstiene de transmitir su profecía, es igualmente penado desde los cielos y sobre estos tres casos (el que no escucha la palabra del profeta, el profeta que viola su propia palabra y el profeta que se abstiene de cumplir lo que Dios le encomendó) sobre ellos fue dicho: “Yo lo demandaré de él (es decir, Dios decretará su muerte)”
Daat Mikrá señala que, entre las funciones de Shmuel en el santuario, era abrir cada día los portones del santuario para que la gente pueda entrar.
1 Shmuel 3 Versículo 16
Daat Mikrá sostiene que Eli estaba seguro que Dios había hablado con Shmuel, es por eso que le inquiere para saber qué es lo que Dios le había dicho, y ante su llamado, Shmuel responde en forma sumisa y humilde, tal como siempre lo hizo: Heme aquí a tu servicio. Vemos que, a pesar de haber tenido profecía, y entonces, su nivel espiritual estaría más elevado que antes, incluso por sobre el de Eli, no obstante, sigue siendo humilde y se comporta como siervo de Eli, tal como lo había hecho siempre.
1 Shmuel 3 Versículo 17
Rashí dice que la fórmula: Así te haga Dios, y aún más es clásica de un juramento; y a pesar de que Shmuel le dijo y no le ocultó nada, aun así, se cumplió en Shmuel lo que le dijo Eli, pues al final de sus días, veremos que los hijos de Shmuel no fueron en sus caminos, lo que ocasionó que el pueblo pidiera un rey.
Don Isaac Abarbanel dice que Eli supuso con toda seguridad que Dios había hablado con Shmuel y ese fue el motivo por el cual Shmuel no volvió a levantarse nuevamente, y que, seguramente habrán sido palabras duras y por eso no se atreve a decírselas a Eli, es por eso que lo juramenta y le ordena hablar, amenazándolo con que, de lo contrario, esa profecía mala recaerá sobre él mismo.
1 Shmuel 3 Versículo 18
Una vez que Eli escuchó esto, concluye categóricamente que se trata de Dios, que no fueron delirios de Shmuel la voz que escuchó y que este mensaje era de Dios, de esta manera le quedó claro que, lo que había dicho el Varón de Dios, y que al principio había puesto en duda si era el mensaje de Dios o de ese hombre, ahora le fue esclarecido que se trata de Dios en ambos casos.
Dios había comenzado diciéndole a Shmuel He aquí, estoy a punto de hacer una cosa en Israel y aquí concluye con Eli diciendo: que haga lo que es bueno a Sus ojos.
En la época de los Shofetim, varias veces recalca: cada cual hacia lo que era bueno a sus ojos (y no lo que era bueno a los ojos de Dios) es por eso que ocurrían todas aquellas cosas malas que nos relata en el libro de Shofetim, ahora Eli dice que Dios haga lo que es bueno a Sus ojos.
Malvim señala que, a diferencia de lo que le había dicho el varón de Dios, aquí Dios jura que así será, es decir, que ya no hay vuelta atrás. Cuando el varón de Dios le había dicho, tal vez aun había esperanza de que, si se arrepentían sinceramente y corregían sus actos, quizás Dios se apiadaría y atenuaría su veredicto, pero al ver que Eli no fue lo suficientemente estricto con sus hijos y que ellos continuaron en su maldad, Porque le he hecho saber que juzgo su casa para siempre a causa de la iniquidad que él conocía, pues sus hijos trajeron sobre sí maldición, y él no los reprendió entonces, tal como ocurre en una sentencia judicial, Dios deja firme la sentencia y ya no hay vuelta atrás.
Eli reconoce que Dios es justo y que Él tiene razón, por lo tanto, aceptó el veredicto Divino. Acorde a la opinión de Daat Mikrá, Eli no era un malvado, sino que era un hombre justo y piadoso, no obstante, a causa de la maldad de sus hijos, por ser que no los reprendió y alejó de sus cargos, la iniquidad de ellos fue adjudicada a él, pero a pesar de eso, Eli continuó fiel a Dios y acepta su veredicto sin revelarse a Él y reconociendo que lo que dijo Dios es lo correcto.
1 Shmuel 3 Versículo 19
Radak sostiene que Dios estuvo con Shmuel e hizo que todas sus palabras se cumplan, aun aquellas que no fueron dichas por profecía, sino producto de la sabiduría de Shmuel, todo ello Dios ha hecho que se cumpla al pie de la letra.
Shmuel no solo creció en años, sino también en sabiduría. El hecho de que fue meritorio de tener profecía fue conocido por muchos. Es posible que el mismo Eli lo haya difundido por el amor y aprecio que le tenía a Shmuel y a pesar de que la profecía era mala para sus hijos, con todo eso no la haya ocultada, y desde que fue reconocido como profeta, la gente vino a hacerle preguntas. Y el Señor estaba con él, y no dejó sin cumplir ninguna de sus palabras.
1 Shmuel 3 Versículo 20
Metzudat David agrega, que hubieron profetas que tuvieron profecía una sola vez en su vida y no más, no fue ese el caso de Shmuel, sino que fue un profeta que gozó de profecía durante toda su vida, y así fue confirmado como profeta de Dios.
Malvim dice que, entre los profetas, existen dos categorías:
a. los profetas que son enviados para decir su mensaje al pueblo, y el hecho de que ese individuo es un profeta es algo que es sabido por todos sus semejantes
b. aquellos que la profecía que recibieron era solo para ellos, para aumentar su conocimiento de Dios y su sabiduría, esta segunda categoría, no necesariamente es algo público, que todos pueden darse cuenta que ese individuo es un profeta.
El versículo especifica que Shmuel fue un profeta enviado para el pueblo, y es por eso que fue reconocido como tal por todos.
No hubo nada de todo lo que dijese Shmuel que no fuera correcto o que estuviese equivocado, y el hecho que se cumplieran todas sus palabras y predicciones, fue la mejor señal de que era un profeta.
Rambam dice que al ver el nivel de Shmuel, todo el pueblo supo que se trataba de un profeta, tal como dice en Hiljot Isodé Hatorá 7:7 No todo aquel que obra una señal o prodigio debe ser considerado profeta, sino, aquel que, a priori, es sabido que es digno de llegar a la profecía, por su sabiduría y actos con los cuales sobre sale del resto de los hombres de su edad, encaminándose por los elevados y exclusivos caminos de la profecía. Es decir, el perfeccionamiento racional y el apaciguamiento del deseo de vanas grandezas. Profeta no es el que predice el futuro ni el que tiene poderes, ésta no es la esencia del profeta, a pesar que vemos que muchos profetas tienen estas cualidades, sino que la esencia es que Dios habla con él y esto no ocurre con cualquier persona, tal como piensan otras religiones. Rambam en La Guía de los Perplejos II parte capítulo 32 explica que hay quienes creen que Dios hace profeta a cualquier persona ingenua de buenas a primeras, con tal que sea una persona honesta. Esta no es la postura judía que sostiene que para ser profeta primero hay que ser sabio, rico (no en dinero) y fuerte (no físicamente hablando) es por eso que antes de pedirle que haga un milagro a cualquiera que pregona o pretende ser profeta, primero nos fijamos si posee las cualidades para serlo, de lo contrario por más que se trate de una buena persona, con excelentes intenciones y que jamás haya mentido, no lo consideramos profeta. Shmuel contaba con todas estas cualidades, tal como el texto lo repitió en varias ocaciones
1 Shmuel 3 Versículo 21
Tal como con Moshé, cuando Dios le dice en Debarim 11:16 Entonces el Señor dijo a Moshé: Reúneme a setenta hombres de los ancianos de Israel, a quienes tú conozcas como los ancianos del pueblo y a sus oficiales, y tráelos a la tienda de reunión y que permanezcan allí contigo. Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos. De esta manera sobre esos 70 ancianos reposó el espíritu de la profecía.
De esta forma, Shmuel también revierte lo que habían causado los hijos de Eli, que mediante sus malvadas actitudes y corrupto accionar, hicieron que todo el pueblo se aleje de Dios y que no quiera acudir al santuario; ahora que Shmuel se hizo conocer como un hombre justo, piadoso y que Dios está con él, eso causó que todo el pueblo vuelva a Dios y a Su santuario.