La esposa estalla con un amor furioso, mientras que el amado trata de poner paños fríos, y llegar a un amor más profundo, de un modo gradual.
Desde el instante en que se levanta el telón de la trama del libro Shir Hashirim, la mujer está abocada a los intentos que se incrementan, a fin de lograr llegar al encuentro soñado con su amado. Lo añora, lo persigue y lo corteja en la montaña y en el valle. No hay en su mundo otra cosa que la búsqueda constante para hallar al amor deseado y lograr ganar su corazón. Y sin embargo, el amado no se apresura en responder; vigila desde las ventanas, espía entre las persianas pero no se revela. “Dime tú, ¿a quién ama mi alma?, ¿dónde apacientas tus rebaño? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía?” (Versículo 7) suplica la mujer, pero solo recibe como respuesta “Sale tras los pasos del rebaño” (Versículo 8). Su llamamiento para dar inmediatamente con el paradero de su amado, es respondido con el consejo de que vaya a buscarlo según las huellas que dejo en su camino. Es así que queda confundida y frustrada; ¿Por qué no se revela inmediatamente y la protege?
La respuesta a este interrogante se halla en el carácter de la esposa. Ella es una tormenta emocional eruptiva. No calcula sus pasos sino que irrumpe hacia adelante en un desborde de amor apasionado. No hay aquí un cálculo de los pasos paulatinos y constantes ni el desarrollo de una relación y su profundización a lo largo del tiempo, sino una carrera alocada en una vía que asciende por las escalinatas del amor sagrado. Esos son los lineamientos de conocimiento de la esposa; son los que la impulsan a apegarse a su amado y perseguirlo todo el tiempo, pero también son para ella un obstáculo en su senda para concretar el sueño de su amor. La esposa, agotada física y emocionalmente por sus incesantes corridas tras su amado, bajo el sol ardiente del mediodía (Versículo 7) y en las últimas horas de la noche (Capítulo 3, versículos 1-2) con un pedido intenso antes de tiempo, no se levanta para abrirle a su amado al llegar el momento tan esperado. Este carácter impulsivo de la esposa, que no sabe discernir entre el momento de los amados y los preparativos para ir a su encuentro, que es el eje central sobre el cual gira el relato describiendo los intentos de la esposa de encontrar a su amado y sus reacciones hasta el momento en que la voz del amado llama a su puerta y no es respondido. Como fuera dicho, la esposa se abalanza hacia delante de un modo irrefrenable y el amado se esfuerza por apaciguarla y calmarla a fin de profundizar el amor de manera gradual.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”