El gobierno debe flexibilizar al máximo los límites de la libertad de expresión y permitirle al ciudadano, al hombre espiritual, manifestar su postura. Aún cuando la misma es crítica y no del todo agradable a los oídos del gobierno.
Amatziá el Cohen, el Sacerdote del Baal en Bet El, se dirige a Amós con la famosa frase “Oh vidente, anda” (Versículo 12). Amatziá, en nombre del gobernante de turno, Yarovam, no quiere escuchar la profecía de Amós quien profetiza el castigo para el pueblo de Israel por su condición de paganos.
Esta tensión entre el gobierno y los hombres de espíritu existe en todos los tiempos y en todo gobierno.
El gobierno está empeñado en dirigir a su manera, sin que nadie de afuera interfiera. A veces, desea vender ilusiones, comamos y bebamos ya que mañana falleceremos. El hombre de espíritu se eleva por encima del momento actual, por sobre lo transitorio y la realidad cotidiana, sabe que el presente no es todo. Sabe que la ética Divina es la brújula que nos orienta, y por consiguiente reprende en el acceso a la ciudad por el comportamiento del gobierno y por su forma de liderar al pueblo.
¿Cómo el gobernante o el gobierno deben conducirse en función de la crítica que se eleva contra ellos?
El gobierno debe flexibilizar al máximo los límites de la libertad de expresión. Tiene en sus manos el poder, la fuerza, la conducción y la capacidad económica y el control de los ciudadanos. Mientras que los ciudadanos o los hombres de espíritu, todo lo que tienen en sus manos es la posibilidad de votar una vez en años y elegir la conducción que les parece la indicada. Visto y considerando que no hay equilibrio entre el gobierno y los ciudadanos, se le debe permitir al ciudadano, al hombre de espíritu, manifestar su postura. Incluso, cuando la misma es crítica y no del todo agradable a los oídos del gobierno.
El gobierno debe alegrarse por el hecho de que hay quienes critican sus acciones, ya que de ese modo demuestran involucramiento e interés en lo que se hace en nuestro país. Y más aún, la crítica da cuenta de la fe acerca de que las cosas pueden cambiar por medio del gobierno. La indiferencia y el desaliento que se apoderan del ciudadano pueden llegar a afectar al gobierno y el mismo debe evitar por todos los medios, que se llegue a esa situación.
En síntesis: planteen vuestra crítica constructiva.
Cortesía sitio 929