En un mundo en el cual la brecha entre los niños y los adultos se va reduciendo, es particularmente importante aguzar el mensaje oculto en el versículo “Honra a tu padre y a tu madre” (Versículo 12).
Vivimos en una época post-moderna, en la cual se desdibuja la jerarquía entre padres e hijos. En el mundo tradicionalista todos creían que hay una verdad clara e inequívoca, que es transmitida por tradición de padre a hijo. En el mundo moderno la tradición fue rechazada, pero por lo general las personas sostenían que hay una verdad absoluta, que puede ser alcanzada a través de la lógica humana. Tanto la tradición como la lógica le otorgan a los padres una prioridad por sobre sus hijos: son más sabios, más experimentados, más vinculados al pasado y comprenden mejor el futuro. Pero también la era moderna, hoy ya es historia. En la época post-moderna, ha desaparecido la creencia en una verdad absoluta. Hay una frase impactante y muy difundida que señala “Cada uno tiene su verdad”. Pues entonces, ¿cuál es la ventaja de los padres sobre los hijos? ¿Qué rol le corresponde a la tradición, la experiencia y el conocimiento? El niño elegirá solo su camino, y nadie tiene el derecho de indicarle qué habrá de hacer y cómo se vestirá y cuál será su estilo de vida.
En este contexto, es importante aguzar el mensaje oculto en el versículo “Honra a tu padre y a tu madre”. Este versículo no es simplemente uno más de los principios en materia de modales, que figura en la Torá con el deseo de establecer una sociedad amable y recta. Esta es una regla básica, que señala un camino determinado para el establecimiento de las relaciones entre padres e hijos. Una familia con padres dominantes será más sana. La definición de la jerarquía en el marco familiar es imprescindible principalmente para los mismos hijos. Actualmente los psicólogos dictan talleres sobre “la recuperación de la autoridad paterna”- la renovación del estatus jerárquico de los padres en el seno familiar. Los hijos necesitan que alguien les ponga límites y los guíe en un mundo confuso y amenazante.
El vínculo entre los padres y sus hijos debe estar basado ante todo en el amor. Los padres que hacen uso de la autoridad para maltratar a sus hijos o aprovecharse de ellos, son sub-humanos. Pero el amor no contradice a la autoridad. No hay simetría en el ámbito familiar. Los padres son los jefes del hogar, y ellos deben conducir y guiar a sus hijos por los caminos de la vida.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot"