Acerca del nivel elevado de Shir Hashirim que es calificado como Kodesh Kodashim, Santo Sanctórum, y sobre la necesidad de su escritura, a partir de los conceptos del Rabino Abraham Itzjak HaCohenKuk Z”l, en su prólogo al libro.
La literatura, la pintura y la escultura pretenden actualizar todos los conceptos espirituales insertados en las profundidades del alma humana, mientras un solo dibujo que se revela en las profundidades del alma pensante y sensible, la artesanía pensante, el arte, está obligada a llevarlo a la luz del día. Es evidente que tan solo esos son los tesoros, que al abrirse perfuman el aire de la realidad, son buenos y hermosos para abrir…las turbulencias del alma causadas por el amor natural que toma una parte significativa en la realidad con la ética y la vida, son dignos de ser interpretados por la literatura, que lo saca de donde oculto, pero esto debe hacerse sólo con el máximo cuidado de no inclinarse hacia el lado de la fea embriaguez, en la que hay sentimientos que la convierten de pureza natural en la impureza de la inmundicia…Sólo las personas santas pueden cantarle a la santidad.
Esta deficiencia (literaria), no obstante, ha sido colmada con un cántico de amor, con ese cantico que es el Cantar de los Cantares, el Cantar de los Cantares de Shlomó! Y así como uno que es un materialista cuando se hace referencia al amor, no siente lo que los poetas del amor deseaban en sus poemas individuales y con un corazón feliz y un gran deseo reduciría sus anhelos y aspiraciones al nivel de su grosería si tuviera la capacidad de hacerlo, así también sólo si uno tiene su corazón incircunciso, debe ser así, ya que nunca experimento la vivencia de elevarse a las alturas de la santidad y la agradable luz del amor al Creador de los mundos, sólo una persona tan malvada y baja no puede tolerar la idea de que los numerosos anhelos personales contenidos en “Shir Hashirim” son las expresiones de un tesoro (de sentimientos) oculto en el alma de ela nación que Dios ha elegido para llevar Su nombre y Su memoria.
Pero aquellos que no dejaron de lado al Dios de la sabiduría, reconocerán y sentirán que es imposible atesorar las sagradas escrituras de la santa nación, cuya historia está colmada de registros de amor del alma para formar una fortaleza en los días de su grandeza y ser reconocidos por una enorme gracia plena de majestuosidad y en los días de su pobreza y desamparo por los ríos de sangre y el cúmulo de problemas y desgracias despertaron el amor, lo fortalecieron y lo llevaron al plano de la realidad-es imposible que esas nostalgias no sean registradas, en el tesoro general donde fueron atesoradas todas las manifestaciones de santidad. Sin embargo, aquel que en el momento en que peinaron su piel con peines de hierro pudo decir “durante toda mi vida me lamenté de la frase bíblica “y con toda su alma”, y pensaba cuándo tendré la oportunidad de cumplirla”, y en ese instante, prolongar la palabra “Ejad”, “Uno”, hasta fallecer, sólo esa persona puede decir que el mundo no tenía sentido alguno hasta el día en que le fue entregado al pueblo de Israel el libro “Shir Hshirim”, ya que ¡todos los escritos son sagrados, pero Shir Hashirim, el Cantar de los Cantares, es el Santo Sanctórum!
(Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído de la introducción del Rab Kuk al libro Shir Hashirim)
Rabino Abraham Itzjak HaCohen Kuk-nació en Griva, Letonia, en el año hebreo 5625 (1865) y falleció en Ierushalaim en el 5695 (1935). En su carácter de primer Gran Rabino del Estado de Israel fue una figura de notable influencia en la historia del nuevo asentamiento en la Tierra de Israel. Su amor por los pioneros, incluso por los herejes de entre ellos, es conocido y famoso. Su aporte literario y judaico es amplísimo-Kabalá, Filosofía, Halajá, Comentarios de la Guemará, Responsa y poemas-manuscritos e impresos.