El Tanaj relata acerca de la rebelión de Meishá, el rey de Moav, contra Israel, pero omite numerosos detalles en relación a las graves acciones de Meishá contra Israel, tal como son descritas en el monumento de Meishá. El texto bíblico describe el acontecimiento sólo desde la óptica del castigo a la Casa de Ajav, y no describe las graves acciones de Moav que provocaron la profanación de Dios.
Todo aquel que observa el contenido del monumento de Meishá, revelará con facilidad su carácter pagano: es mencionado once veces Kemosh, el dios de Moav, como factor central de la cosmovision de Meishá y como aquel que dicta sus acciones. Incluso esta lápida, fue íntegramente escrita a fin de ser colocada en el altar erigido por Meishá en su ciudad Dibón, en honor a su dios Kemosh. Meishá, que estaba imbuído de un fuerte espíritu religioso en su guerra contra Israel, y que se veía guiado por su dios Kemosh en todo su accionar, contemplaba su victoria sobre Israel como la victoria de su dios Kemosh sobre el Dios de Israel.
En el contexto de este enfoque pagano que se infiere a partir de todo el texto, debe hacerse hincapié en dos elementos que son más serios desde el aspecto israelita-bíblico:
La destrucción total de la población israelita en dos ciudades conquistadas, Atarot y Nebó, fue realizada en el marco del culto a Kemosh y en su honor
El botín tomado de las ciudades israelitas conquistadas fue traído ante Kemosh. No obstante, en referencia a la ciudad de Nebó, en la que aparentemente había un altar para el servicio Divino, el hecho es más grave: Meishá da cuenta de que tomó los utensilios de Dios y los colocó delante de Kemosh.
Las acciones de Meishá se combinan con la profanación del nombre del Dios de Israel, junto con el trato cruel y condescendiente de Israel y su pueblo, y al mismo tiempo, paralelamente, la glorificación del nombre del dios de Moav. No obstante, el delito de Moav en Israel, representa parte del castigo a la Casa deAjav, pero esto es lo que ha ocurrido más de una vez en la historia de Israel: los pueblos no judíos perciben el castigo a Israel como una forma de profanar el nombre de Dios-ellos no se ven a sí mismos como enviados de Dios, sino todo lo contrario: se ven a sí mismos y a su dios, como vencedores de Dios y de su pueblo Israel. incluso sus acciones hacia Israel son excesivas en su crueldad. Pues entonces, resulta necesario también castigar al “bastón de la cólera de Dios” y dicho castigo llegará ahora a través de Israel.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”