La profecía de la consagración de Yeshaiahu es la ampliación de la profecía de Mijaiahu el hijo de Imlá-en la misma se describe de un modo pormenorizado el posicionamiento de Dios en su trono y la aceptación de su yugo por parte de los ángeles, a los que Yeshaiahu se suma como enviado de Dios.
Si comparamos la visión de Yeshaiahu con la profecía de otro profeta, debemos compararla-no con la profecía de Yejezkel-sino con la profecía de Mijaiahu, el hijo de Imlá, tal como es descrita en el libro Melajim (Melajim I, capítulo 22, versículos 19-22). Ya que casi todo lo expresado en la profecía de Mijaiahu, el hijo de Imlá, es pronunciado también en la profecía de Yeshaiahu; pero no todo lo manifestado en la profecía de Yeshaiahu, es también pronunciado en la profecía de Mijaiahu.
El lado en común de estos dos profetas, es que contemplaron a Dios sentado en Su trono, y a sus siervos, que están por sobre él. La posición de Dios en su trono refleja el reinado de Dios; y la ubicación de los siervos sobre Dios, representa la aceptación del yugo del reino de Dios. Y ambos elementos son el requisito propio para hacer escuchar las palabras de Dios, es por ello que también son pronunciadas en la profecía de Mijaiahu y en la de Yeshaiahu. Pero en la profecía de Yeshaiahu son manifestadas brevemente, como contexto de las palabras de Dios, ya que sin ellas, Dios no habría pronunciado nada. Por consiguiente, allí se menciona que sólo Dios es el rey, y Él está en su trono; y todo el ejército celestial “está sobre él”-listo y preparado para cumplir sus palabras.
En la profecía de Yeshaiahu, es diferente. Visto y considerando que esta es la voluntad de Dios, de que también Yeshaiahu se una a los ángeles, que están allí “por sobre Él”, Yeshaiahu no podia llegar allí en el momento de la apertura del debate; sino que debía estar allí antes, cuando los ángeles se preparan para escuchar la palabra de Dios. En ese mismo momento, los ángeles manifiestan su parecer al reinado de Dios y asumen el yugo de Su reinado; y estos dos elementos son lo esencial en el contenido de este evento. Es así que estos dos elementos son descritos aquí de manera pormenorizada. No se dice sólo por lo general, que Dios es el rey y que está en Su trono; sino que se menciona, que Dios está sentado en un trono elevado y sus faldas colmaban el Templo. Y no se menciona por lo general, que los serafines (ángeles) estaban encima de Él-como siervos que están al servicio de sus amos; sino que se menciona, que ellos están ante Dios con temor y reverencia-dispuestos a realizar Su voluntad. Y también es escuchada la santidad, a través de la cual ponen de manifiesto el reinado de Dios. Ya que Yeshaiahu debía ver, cómo se aprestan los servidores de Dios para cumplir y escuchar la palabra de Dios; ya que en el futuro también se habría de unir y ser como uno de ellos; y por ende, también él debe participar junto a ellos de los preparativos para la palabra de Dios. Es por ello que dichos preparativos son descritos aquí como un evento independiente, previo a las palabras de Dios.
Y visto y considerando que Yeshaiahu se habrá de unir a los ángeles, y él mismo irá al encuentro del pueblo en misión de Dios, debía participar de este evento de la coronación de Dios sobre sus criaturas; ya que sólo aquel que primero, coronó a Dios sobre sí mismo, tiene derecho a incorporarse al tribunal de Dios y ser su mensajero, como Él.
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