Elishá se encarga de abrirles los ojos a los que lo rodean a fin de contemplar el sentido de su ventaja espiritual más allá del poder de la inteligencia militar o la guerra-como una ventaja esencial de verdad y ética.
La historia de nuestro capítulo gira una y otra vez en torno a la ceguera y a la apertura de los ojos-Elishá debe ocuparse de la observación errónea de todos los relacionados con el cargo y la misión del profeta. Todos adolecen de la reducción de su figura y de la mirada estrecha de ellos y las luchas de poder. La expresión de que se trata de un hombre que “declara...las palabras que tú dices aun en tu alcoba” (versículo 12), es contemplada solamente como un recurso de inteligencia.
Cuando Elishá comienza con la apertura de ojos del joven al nivel de la profecía, de manera excepcional, la revelación que se le aparece ante sus ojos, muestra aparentemente que el poder a disposición de Elishá es mayor que el de los arameos, pero en realidad, el objetivo es generar que el joven pueda tener un punto de vista totalmente diferente de la situación-no hay aquí solamente una lucha de poderes (si de eso se tratara, los caballos de fuego, sencillamente, matarían al ejército de Aram) sino la contemplación de la realidad desde el aspecto de la ventaja espiritual. Hay quienes tienen el poder, la capacidad de ver este mundo, y hay otros que no lo tienen.
Esto puede decirse también en comparación con la perspectiva de Elishá de los carros de fuego al partir Eliahu (capítulo 2, versículos 11-12): “¡carro de Israel y su gente de a caballo!”, en su virtud espiritual.
El traslado del ejército de Aram a Shomrón, y la preparación de la gran comida para ellos, como pago del bien por el mal, lo colocan a Elishá a ojos de ellos en un lugar totalmente diferente al de un rival que se encuentra con ellos en una lucha de poder. Destaca la enorme ventaja moral de Elishá frente a las fuerzas violentas de Aram. La noticia con la cual regresarán del campo de batalla no será que el profeta de Shomrón es más fuerte que nuestras fuerzas, sino que sentirán reverencia y vergüenza ante él. Este mensaje golpea duramente a los soldados de Aram, y a través de ellos, pasará a su rey.
Esta idea puede relacionarse con el contraste entre Elishá y Eliahu. Al encuentro de Eliahu también llegan fuerzas que vienen para llevarlo ante un rey determinado, pero Eliahu utiliza el fuego no como recurso defensivo sino para consumer a los emisarios del rey. Es probable que tal vez, también sea esta la causa por la cual Eliahu no combate a los enemigos de Israel-no viene a recompensar el bien por el mal, sino a golpear, y este no es el mensaje que Dios quiere transmitir a los pueblos.
(Artículo escrito en base a la lección de mi padre, el Rabino Shlomi Eldar)
Los referentes que escriben en esta sección son miembros de Najat-Jóvenes amantes del Tanaj, un Centro de Estudios del Tanaj para la juventud.