La trama del amor del amado y la mujer en el libro Shir Hashirim, se asemeja a la época del cortejo de las gacelas y los ciervos del campo.
“¡La voz de mi amado! He aquí que viene desde las montañas, saltando entre los montes. Mi amado es como una gacela o como un cervatillo. He aquí que ya está detrás de nuestra pared, mira por entre, las ventanas y atisba entre las persianas” (Versículos 8-9)
Las figuras, las parábolas, la retórica y las lenguas poéticas que encontramos en Shir Hashirim están basadas sobre los fenómenos de la naturaleza de la tierra de Israel, los vegetales y los animales que hay en ella.
De los animales mencionados en Shir Hashirim, son especialmente preciados por el poeta, el ciervo y la gacela.
Por estos animales, la mujer juramenta a las hijas de Ierushalaim un juramento recurrente: “Os conjuro a vosotras, hijas de Ierushalaim, por las cervatillas o las gacelas del campo, no despertéis ni molestéis al amor, sino hasta que surja solo” (Versículo 7).
Al amado, que acelera su paso rumbo al hogar de su esposa, lo asemeja la mujer al ciervo o a la gacela, que salta entre los montes y las colinas
Parece que esta semejanza en boca de la mujer está basada en la naturaleza de esos animales.
Cuando los ciervos crecen y abandonan a su madre, los machos, en principio, viven separados de las hembras y alejados de ellas. Cuando llega el momento del apareamiento, los machos salen y recorren los montes y las colinas en busca de su pareja, y al encontrarlas, no se unen con ellas de inmediato, sino que durante un periodo determinado los integrantes de la pareja se persiguen uno a otro y se escapan uno de otro, se esconden uno del otro y se buscan recíprocamente. Y es posible, que los conceptos de la amada sobre su amado están basados en esta temática “mira por entre, las ventanas y atisba entre las persianas” (Versículo 9)
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del Tanaj con el comentario Daat Mikrá, ediciones Mosad HaRav Kuk, Ierushalaim, Introducción al Shir Hashirim, página 16.