Comienza un nuevo capítulo: Sanbalat se ubica frente a la muralla, enojado y molesto, al ver cómo avanzan las tareas y se siente impotente para frenar las mismas.
“Y sucedió que cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y se burló de los judíos”
“Y dijo en presencia de sus hermanos y de los valientes de Shomrón, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Acaso podrán restaurarla? ¿Podrán inaugurarla? ¿La terminarán algún día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, que están quemadas?” (Capítulo 3, versículos 33-34)
La conversación se desarrolló entre Sanbalat y Tobiá y la banda de los enemigos de Iehudá y los valientes de Shomrón. Estaban allí parados viendo que las tareas de construcción se realizaban con sumo entusiasmo. Sanbalat manifestó su esperanza de que también en esta ocasión, llegue una orden que anule la finalización de la muralla.
Intentaremos esclarecer dónde estaba parado Sanbalat con sus hermanos y los valientes de Shomrón, al expresar sus conceptos en referencia a los constructores de la muralla:
Sanbalat ve “piedras quemadas”. No obstante, no se puede incendiar una muralla, ya que no tiene material inflamable. A diferencia de ello, los portones sí tienen material inflamable. Por ello es razonable suponer que Sanbalat está parado al lado de un portón.
Resulta que Sanbalat y su banda llegaron del lado norte (que siempre fue el punto débil de Ierushalaim) y se pararon frente al portón Efraim, que es el actual portón de Damasco. El portón, que era una especie de dos habitaciones contiguas en ángulo recto, estaba destruido-sin puertas y sin cúpula. Por dentro, todo estaba sucio y con hollín. Al contemplar Sanbalat el portón incinerado y destruido, podía haber dicho: “Acaso revivirán a las piedras…si están quemadas”
Los comentaristas explican, que se refiere a la quema del portón por parte del ejército de Kasdim, lo cual no tiene asidero. La destrucción de Ierushalaim se produjo en el año 586 antes de la era común, Nejemiá inició su tarea en el año 445, es decir, 141 años después de la destrucción. Durante este período prolongado, las lluvias y los vientos limpiaron todas las señales de humo y del hollín, producto de la destrucción de Nebujadnetzar. No es eso lo que impactó a Sanbalat, y aparentemente, él alude en sus palabras a otro incendio, cercano al período de Nejemiá. Parece ser que se registró una destrucción y un incendio, poco tiempo antes de la llegada de Nejemiá, Rejum y Shimshai tuvieron éxito en su maledicencia e impidieron la construcción de la muralla por medio dela fuerza, y Sanbalat tiene la expectativa de tener éxito él también, en su intención de frenar la construcción.
Sanbalat se encuentra frente a la muralla, enojado y molesto, mientras las tareas de construcción prosiguen y él se siente impotente para frenar dichas tareas. Esta presencia de Sanbalat simboliza el comienzo de un nuevo capítulo y garantiza tanto la prosperidad de la ciudad como la del Estado.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Gentileza sitio DAAT.