La descendencia de Abraham (Versículos 1-11)
Abraham toma otra mujer llamada Keturáh, la cual da a luz a seis hijos. El relato detalla también los nombres de los nietos de Abraham. Abraham les entregó regalos a sus otros hijos y no los incluye en el marco de la herencia, sino solamente a su hijo Itzjak. Después de su fallecimiento, Itzjak e Ishamel lo entierran a Abraham en la Cueva de los Patriarcas, junto a Sará, e Itzjak se asienta en Beer Lajai Roi. Tras la muerte de Abraham, el relato bíblico describe la descendencia de sus dos hijos: Ishmael e Itzjak.
La descendencia de Ishmael (Versículos 12-18)
El texto no menciona siquiera el nombre de la esposa de Ishmael, sino tan solo a sus hijos-doce hijos “Doce príncipes según sus naciones” (Versículo 16). Se impone el paralelismo entre los doce hijos de Ishmael y las doce tribus de Israel, las cuales serán abordadas en la continuidad del libro Bereshit. Tal como Dios lo prometiera, la descendencia de Ishmael es numerosa y sus descendientes residen en una amplia franja de tierra: “Ellos residieron desde Haviláh hasta Shur situada frente a Egipto - todo el camino hasta Ashur” (Versículo 18)
Los descendientes de Itzjak (Versiculos 19-34)
A diferencia de los descendientes de Ishmael, la descendencia de Itzjak no aparece en un relato acotado con una lista de sus nombres, sino que aquí comienza el ciclo de relatos de Iaacov. También Rivká era estéril al igual que su suegra. La plegaria que elevó Itzjak por su esposa fue escuchada y logró abrir los portones del cielo y también la matriz de Rivká, y ella quedó embarazada de mellizos. Tras la descripción del contraste entre ellos al nacer, es traído el episodio de la venta de la primogenitura. Esav regresa del campo hambriento y está dispuesto a vender su primogenitura a cambio de un guiso rojo (al que solo retroactivamente, el relato alude al mismo como un guiso vegetariano y no cárnico). Al final de cuentas, Esav despreció la primogenitura.