El fallecimiento de Sará (Versículos 1-2)

El capítulo se inicia con la muerte de Sará “Sará falleció en Kiriat Arbá – que es Hebrón - en la tierra de Kenaan” (versículo 2). Abraham viene  (¿de Beer Sheva? ¿de Guerar?) a llorar y elogiar a Sará.

El primer pedido (Versículos 3-7)

Abraham estaba interesado en sepultar a Sará, y se dirigió a los hijos de Jet solicitándoles que le entregaran (¿En forma gratuita? ¿Mediante una paga?) un espacio para sepultar a Sará. Los hijos de Jet se mostraron muy generosos y le ofrecieron a Abraham sepultarla “en la más selecta de nuestras tumbas sepulta a tu difunta” (Versículo 6). Abraham le agradeció a los hijos de Jet “Se levantó Abraham y se prosternó ante la gente de la comarca-ante los hijos de Jet” (Versículo 7).

El segundo pedido (Versículos 8-9)

Abraham no se mostró conforme con lo manifestado por los hijos de Jet y solicitó llevar a cabo una negociación con Efrón ben Tzojar. Aparentemente, Abraham estaba interesado en una cueva determinada, la cueva de los patriarcas, y no simplemente “en la más selecta de nuestras tumbas” (Versículo 6).

El tercer pedido (Versículos 10-15)

En este segmento, se desarrolla la negociación central en el capítulo. Efrón quiso darle a Abraham, no sólo la cueva sino también el predio en el cual está ubicada. Nuevamente la raíz NT”N confunde y abre un interrogante: ¿Acaso Efrón tenía la intención de entregársela a Abraham sin costo alguno o tal vez pretendía recibir un pago a cambio? Abraham resuelve la duda y desea saber cuál es el precio del predio y de la cueva. Efrón le vendió a Abraham el predio a cambio de 400 siclos de plata. Dicha suma suena sumamente exagerada en comparación con otras ventas descriptas en el relato bíblico.

La sepultura de Sará (Versículos 16-20)

Abraham lo escuchó a Efrón, y sin discutir efectivizó el pago. De esta forma, Abraham recibió la cueva y el predio alrededor de la misma “dentro del perímetro de sus límites” (Versículo 17) y le dio a Sará una sepultura adecuada en el terreno adquirido por él mismo.