Saber rezar

Saber rezar

Saber rezar. Y comprender que aquel que necesita tu plegaria no es Dios, sino que eres tú. Dios puede existir también sin tu plegaria. Pero tú, sin esa línea, ¿qué eres?

 

Saber rezar. “Rezar” es convertirte tú mismo en “Mefalel”, alguienque solicita algo de todo corazón. En alguien que tiene esperanza. Y la palabra “esperanza”(“Tikvá” en hebreo) se deriva del vocablo “línea” (“Kav” en hebreo): esa línea infinita que señaliza la plegaria, con palabras y el servicio del corazón, entre la persona y entre aquello que está más allá del punto determinado en el cual se encuentra. Saber rezar. Insuflar una vida personal, actual, con palabras antiguas y convencionales. Y percibir que la fuerza de las mismas se halla en su condición de antiguas y convencionales, y en la innovación que produce en ellas cada feligrés en todo momento.

A raíz de la plegaria de Shmuel, en nuestro capítulo, sobre la misma está citado en Tehilim, Salmos (Capítulo 99, versículo 6): “Moshé y Aharón entre Sus sacerdotes, y Shmue1 entre los que invocan Su Nombre; éstos invocaban al Señor, y Él les respondía”. Y en la plegaria de la noche de Yom Kipur: “Aquel que le respondió a Shmuel en Mitzpá-Él nos responderá”. La plegaria de Shmuel en Mitzpá es respondida de inmediato, mientras él aún clama a Dios y eleva su ofrenda, ya Dios conmociona a los pelishtim y ellos son derrotados por Israel.

 

Por lo general, la plegaria no equivale a un botón que se acciona y moviliza a Dios en forma automática. Y “El que escucha la plegaria” no siempre le responde a la persona en forma revelada, y no siempre responde en forma positiva. Pero rezar es siempre unir tu punto personal a la línea de todo el pueblo de Israel, la cósmica, la infinita. Y la respuesta rápida y revelada de Dios a Shmuel, en nuestro capítulo, demuestra que más allá de la línea, efectivamente hay alguien que escucha.

Saber rezar. Y comprender que aquel que necesita tu plegaria no es Dios, sino que eres tú. Dios puede existir también sin tu plegaria. Pero tú, sin esa línea, ¿qué eres?

 

Gentileza del sitio 929


 

 

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