Suena conocido

Suena conocido

 

Las palabras, frases y conceptos utilizados por Ravshaké en su discurso, estimulan la pregunta que se impone-¿Acaso Ravshaké lo conocía a Yeshaiahu? ¿Acaso escuchó sus profecías?

El ministro de propaganda asirio “Ravshaké” presentó, frente a las murallas de Ierushalaim, un espectáculo impactante; entre otras cosas, utilizó información interna de Iehudá, que, aparentemente recibió de su departamento de inteligencia, y destacó (por ejemplo) la tensión reinante en Iehudá entre los Cohanim, los Sacerdotes de las “Bamot”, los sitios altos, quienes se consideraban como servidores de Dios, y el rey Jizkiahu (versículo 7).

El propagandista asirio sostuvo también que el rey de Ashur (Asiria) estaba llegando a la Tierra de Israel, por orden de Dios-“Y acaso ¿he subido yo ahora sin el Señor, contra esta tierra para destruirla? El Señor mismo me ha dicho: ¡Sube contra esta tierra y destrúyela!” (versículo 10). ¿Acaso Ravsahaké sabía algo acerca de Yeshaiahu y de sus profecías? ¿Acaso muchos de los que se hallaban en Ierushalaim, lo citaban textualmente a Yeshaiahu? O, tal vez, había otros profetas que hablaban así: “por tanto he aquí que el Señor va a hacer subir sobre ellos las aguas del río, fuertes y abundantes, al rey de Ashur, con toda su gloria... y fluirá (también) hasta Iehudá, inundando y pasando adelante, hasta la garganta llegará...” (capítulo 8, versículos 7-8).

Ravshaké fue probablemente el primero que utilizó los conceptos de los profetas a fin de ir contra el pueblo de los profetas y su reino, cientos de años antes del cristianismo y en la vida del profeta, al hablar “en yehudit (hebreo), a comprensión de la gente que está sobre el muro” (versículo 11). El propagandista enemigo también utilizó la expresión “báculo de caña cascada” (versículo 6), haciendo alusión a Paró y a Egipto, y atacó a Jizkiahu por “esa confianza que tenías en Paró” (versículos 5-6). Y precisamente, así se manifestó Yeshaiahu en contra de la alianza con Egipto-“y se confían en opresión y en perversidad, apoyándose en ellas” (capítulo 30, versículo 12), y el profeta dijo en nombre de Dios, que dicho bastón de apoyo colapsará “como rotura que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada...” (capítulo 30, versículo 13). ¿Acaso los profetas debían callarse debido a los malvados que utilizaron sus conceptos para nuestro mal? ¿Acaso podían callar? Bajo esta luz nueva y terrible, debemos leer la apelación del rey al profeta,a fin de que responda al enemigo, por el uso de los conceptos proféticos contra los judíos.
Cortesía sitio 929.

 

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