También un no judío puede ser Mashiaj

También un no judío puede ser Mashiaj

El profeta enfatiza repetidamente el dominio de Dios sobre todo, todos son creación de Sus manos, judíos y no judíos, y por lo tanto Koresh, Ciro, el rey persa, puede ser un Mashiaj.

Después de la declaración sobre el Mashiaj Koresh, al comienzo del capítulo 45, viene una profecía en la cual el profeta dialoga con varias quejas que surgieron en su tiempo:

“¡Ay de aquel que contiende con su Hacedor! (¡un tiesto de entre los tiestos de barro!) ¿Dirá acaso la arcilla a su alfarero: "¿Qué haces?", o tu obra (dirá de ti): "¿no tiene manos?. ¡Ay de aquel que dice al padre: "¿Por qué (me) engendraste?", o a la mujer: "¿Por qué tuviste dolores de parto?" (versículos 9-10).

El profeta se opone a quienes se creen más sabios que su Dios e intentan “asesorar” a su Dios. Pero, ¿contra quién y qué se opone el profeta? ¿Cuáles son las afirmaciones que el profeta rechaza? Parece que cuando el pueblo escuchó las palabras del profeta - "Así dice el Señor a Su ungido, a Koresh" (1) - los oyentes se llenaron de decepción. El pueblo esperaba un Mashiaj milagroso de la casa de David, y de repente el profeta anuncia a un rey no judío como Mashiaj. ¿Es posible que un no judío cumpla un papel tan importante en la redención de Israel? La respuesta del profeta no es solo - de hecho, yo elegí a Koresh, sino que contiene fundamentos en el mundo de la fe del profeta:

“Yo soy el que hizo la tierra, y creé al hombre sobre ella; Yo mismo, Mis propias manos extendieron los cielos, y doy Mis órdenes a toda la hueste de ellos. Yo le he suscitado (a Koresh) en justicia, y enderezo todos sus caminos; él edificará Mi ciudad y soltará Mis cautivos, no por precio, ni por soborno, dice el Señor de los ejércitos" (versículos 12-13).

El profeta comienza declarando la creación del mundo y termina con una alusión a Koresh- "él edificará mi ciudad...". Como es sabido, el profeta consolador vuelve una y otra vez a la descripción de Dios como creador del mundo. La repetición del tema tiene varios significados, y uno de los principales es que todo el mundo - judíos y no judíos - son creación de las manos de Dios, y por lo tanto también el no judío tiene un lugar en el mundo de Dios, y también el no judío tiene un lugar de honor y un rol en la redención. Ya en la primera profecía del capítulo, el profeta dice:

“Yo formo la luz, y creo las tinieblas; Yo hago la paz y creo la calamidad; Yo, el Señor, hago todas estas cosas” (versículo 7).

En el capítulo 1 del libro Bereshit parece que la oscuridad es una existencia anterior a la creación, mientras que el profeta enfatiza que Dios creó todo su mundo - incluso la oscuridad, y por lo tanto todo lo creado tiene un papel en la creación y tanto los no judíos como los judíos tienen un destino y una función.

La visión de Dios como creador de toda la creación lleva al profeta al gran llamado más adelante en el capítulo - " ¡Vuelvan hacia Mí y sean salvos, todos los términos de la tierra; porque Yo soy Dios, y no hay otro alguno!" (versículo 22).

Las palabras del profeta recuerdan la profecía del profeta Hoshea, pero con una diferencia significativa:

Hoshea, capítulo 13, versículo 4: " Mas Yo soy el Señor, tu Dios, desde la tierra de Egipto, y tú no conocerás a otro Dios, fuera de Mí; pues que no hay ningún salvador sino Yo".

Yeshaiahu, capítulo 45, versículo 21: " Pues fuera de Mí no hay Dios alguno. Dios justo y salvador, no hay ninguno sino Yo solo".

El profeta consolador no menciona el éxodo de Egipto, en el que solo fue elegido el pueblo de Israel, y en lugar del éxodo de Egipto menciona al Dios creador de todo el mundo y por eso realiza un llamamiento diciendo:

“¡Congréguense y vengan; reúnanse juntos, los que han escapado de las naciones! Nada saben los que cargan con su ídolo de madera, y oran a un dios que no puede salvar!. ¡Declaren y manifiéstenlo (a los demás pueblos), y consulten juntos... Pues fuera de Mí no hay Dios alguno. Dios justo y salvador, no hay ninguno sino Yo solo” (versículos 20-21).

Cortesía sitio 929

 

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