¿Por qué Shimshón permite que los hombres de Iehudá lo entreguen al enemigo, si podía oponerse y castigarlos a ellos, como le hizo posteriormente a los mil “pelishtim”, filisteos, con la quijada del asno?
La lógica del accionar de Shimshón, como táctica estratégica, que deja al enemigo sin la posibilidad de dirigirse al pueblo de Israel como responsables de sus acciones, llega a su punto culminante en el capítulo 15, cuando los hijos de Iehudá lo entregan a los pelishtim atado con cuerdas. Así, a los pelishtim, les queda claro por así decirlo, que Shimshón actúa únicamente por propia iniciativa. A partir del pánico de los hijos de Iehudá por la reacción de los pelishtim al terror de Shimshón que está a punto de causarles daño, se presentaron ante Shimshón para entregarlo en manos de los pelishtim como está descripto: “Y vinieron tres mil hombres de Iehudá a la saliente de la peña de Etam, y dijeron a Shimshón: ¿No sabes tú que los Pelishtím dominan sobre nosotros? ¿ por qué nos has hecho esto? “ (Versículo 11). En las condiciones de la situación descripta, el argumento de los hombres de Iehudá a Shimshón parece comprenderse como racional y justificada, en todos sus aspectos. La respuesta que les da Shimshón es vista como adecuada para su conducta simplista: “Yo les he hecho como ellos me hicieron” (Versículo 11).
Pero justamente desde este punto de vista asoma la plena responsabilidad moral de Shimshón, al estar dispuesto con consciente devoción a permitirles que lo entreguen en manos de los pelishtim. De hecho, se podía oponer a ellos, como lo hizo inmediatamente después al asestarles un golpe a mil hombres de los pelishtim con la quijada del asno. Pe a diferencia de sus antecesores, Abimelej e Iftaj, Shimshón se cuida de no causarles daño a sus hermanos. Tan solo no llegar a una guerra civil (fratricida), este es el mensaje que resuena del comportamiento heroico hacia sus hermanos, los hombres de Iehudá. El texto expresa esta lógica como una lógica recíproca que es buscada por Shimshón: “Y ellos le dijeron: Hemos venido para prenderte, y entregarte en mano de los Pelishtím. Y Shimshón les respondió: Juradme que no me mataréis vosotros. Y ellos le respondieron, diciendo: No lo haremos, solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; matar, no te mataremos.” (Versículos 12-13). La estatura moral revelada en este heroísmo supremo, que se manifiesta en la intensidad de la moderación en su conducta hacia sus hermanos, explica lo dicho sintéticamente en forma incógnita al final del capítulo: “Y juzgó a Israel en los días de los Pelishtim, veinte años” (Versículo 20).
Gentileza del sitio 929.