A través de Rut se renovó la Halajá

A través de Rut se renovó la Halajá

La Guemará en el Talmud Ierushalmi (Jerosolimitano) enseña que a través de Rut se renovó la Halajá (ley religiosa judía) “Un Amoní y no una Amonita, un Moabí y no una Moabita”, ¿Qué es lo que esto significa? 

Una de las primeras preguntas que surgen cuando leemos Meguilat Rut, es ¿cómo es que el relato cuenta acerca del casamiento entre Boaz y Rut, si ese matrimonio fue prohibido: “No podrá formar parte el Hammoní y el Moabí, de la congregación de Adonai, ni aún la generación décima…” (Devarim, capítulo 23, versículo 4). 

En el Talmud Bavlí (Babilónico) figura una respuesta para este interrogante: “Hemos estudiado: Un Amoní y no una Amonita, un Moaví y no una Moavita” (Tratado de Iebamot 76b), o sea, la prohibición es solamente para los hombres, con las Moavitas está permitido casarse. El Talmud Bavlí comprendió que esta respuesta despierta algunas dudas: ¿Acaso, a partir de ahora, las prohibiciones de la Torá recaen sólo en los hombres y las mujeres tienen permitido asesinar, cometer adulterio, robar, etc. ya que la Torá refiere a los varones?. En el Talmud Ierushalmi aparece una respuesta sorprendente: “A través de ella (de Rut) se renovó la Halajá…un Amoní y no una Amonita, un Moabí y no una Moabita…” (Talmud Ierushalmi, Tratado Iebamot, capítulo 8, Halajá 3) 

El Ierushalmi explica que hasta la aparición de Rut, la prohibición incluía a hombres y mujeres, y es Rut la que provocó el cambio en la Halajá y la reducción de la prohibición exclusivamente para los hombres. Seguiremos esta opinión e intentaremos explicar el secreto de la Meguilá. 

La Meguilá comienza con una serie de tragedias que afectaron a Naomí-la hambruna, el exilio, la muerte del esposo y la de los hijos, sin descendencia. Naomí quedó sola en el mundo y Rut va con ella. En Beit Lejem Rut se dirigió a recoger las gavillas en el campo. La escena de Rut solicitando caridad, es una escena humillante. En su encuentro en el campo, Boaz le dice a Rut: “¿no he mandado yo a los criados que no te toquen?” (Capítulo 2, versículo 9). Lo que nosotros vemos es a los segadores empujando a las pobres que tratan de tomar una espiga y otra espiga, y Boaz a partir de su bondad, les ordena a los jóvenes que no le hagan daño a Rut. Al leer esto, nos preguntamos: ¿Acaso no había alguien, entre todas las personas de Beit Lejem, que le diera pan a estas dos mujeres? ¿Acaso no había nadie que recordara a Naomí en la etapa de su juventud en Beit Lejem y se apiadara de ella?  

Parece ser que la gente de Beit Lejem estaba enojada con la familia de Elimelej por haberse ido a Moab y allí casarse con mujeres Moabitas, y por ello, boicotearon a Naomí y a Rut. Rut era la única compañera de Naomí, y era realmente su salvación. En ese contexto, resultan llamativos los intentos de Naomí de convencer a sus nueras para que retornaran a Moab. No considero que haya una sola explicación, y prestaremos atención a las palabras de Naomí: “¡Concédaos el Señor que halléis descanso cada cual en casa del marido suyo!...” (Capítulo 1, versículo 9) 

En el nivel inferio de la sociedad bíblica, se hallan el extranjero y la viuda. Si Rut decidiera ir con Naomí a Beit Lejem, pues será extranjera y también viuda, ¿y quién querrá tomarla por esposa? Sólo en Moab, tiene Rut la esperanza de encontrar descanso en la casa del marido. Cuando Rut se dirige con Naomí a Beit Lejem, está renunciando a su vida. Todas sus acciones son el reflejo del amor y la bondad. Y he aquí, que la prohibición de casarse con los Moabitas es debido a que ellos no son personas bondadosas “Por causa que no se adelantaron hacia vosotros con el pan y con el agua, en e1 camino, a vuestro salir de Egipto” (Devarim, capítulo 23, versículo 5), ¿Acaso es posible aplicar la prohibición a Rut, que era toda bondad y amor? Rut vino por amor, y en este momento, un instante de enorme bondad, señala la Meguilá: ¿Acaso es posible no aceptar a alguien que ni siquiera por un instante pensó en sí misma y es toda entrega y amor? Por consiguiente, ¡a través de ella, se renovó la Halajá! 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza sitio 929.

Volver al capítulo