En nuestro capítulo es descripta la realidad en la cual el pueblo de Israel no cumple ninguno de los preceptos de la Torá. ¿Cómo es eso posible? El Rambán propone que toda la congregación está errada. Parece que esta es la definición más relevante para los seculares en nuestra generación.
“Pero cuando hayan errado y no cumplan todos los preceptos éstos” (Versículo 22)-¿Cómo es posible que todo el pueblo de Israel no cumpla ni siquiera uno de los preceptos ordenados por Dios? El pretexto de este problema es traído en el Rambán: “Se refiere a que trajeron un sacrificio por no haber hecho lo ordenado por Dios”. Según su postura, el sacrificio descripto en la Torá fue traído efectivamente por una congregación equivocada que transgrede todos los mandamientos de la Torá.
¿Cómo es posible que toda una congregación se equivoque y transgreda todos los preceptos de la Torá? El Rambán cita tres escenarios en los que puede darse esta situación: “como por ejemplo, que piensen que ya ha pasado el tiempo de la Torá, y que la misma no es para siempre; o que digan…¿ para qué nos ordenó Dios los preceptos?-para que los cumplamos y obtengamos una recompensa, ¿verdad? Pues, nosotros no los cumplimos y no obtenemos nuestra recompensa!”…o que olviden la Torá, y esto ya nos ha ocurrido por nuestra conducta incorrecta en el período de los malvados reyes de Israel, como Yerabam, cuando la mayoría del pueblo olvidó completamente la Torá y los preceptos”.
El comentario del Rambán tiene un enorme sentido en nuestros tiempos. Estamos acostumbrados a referirnos a los seculares por medio de definiciones Halájicas que no les son adecuadas: “Mumarim”(“conversos”), “Apikorosim” (“herejes”) o “Tinokot Shenishbu” (como bebés judíos cautivos entre no judíos, por lo que no conocen nada sobre judaísmo). La mayoría de los seculares no son conversos, ya que nunca fueron observantes y cambiaron su religión; por la misma razón tampoco son herejes; y la tercera definición-“Tinokot Shenishbá”-les genera un rechazo inmediato, como si se les hubiera dicho que son insensatos y que no tienen la mínima capacidad de discernimiento.
En los conceptos del Rambán encontramos una categoría adicional, por lo general poco conocida: una congregación equivocada. Y en efecto, dicha categoría no es apropiada para definir a los seculares de esta época. Parece como si los ejemplos dados por Rambán fueron escritos especialmente en alusión a ellos: algunos de ellos piensan que la Torá fue correcta alguna vez, pero actualmente ha perdido vigencia; otros argumentan que incluso considerando que la Torá es correcta-ellos desean hacer las cosas de acuerdo a su criterio y están dispuestos a asumir las consecuencias; y la gran mayoría de los seculares no conocen la Torá y sus leyes, y “olvidaron completamente…la Torá y los preceptos.”
Si adoptamos la definición del Rambán, he aquí que estos seculares no son “conversos” o “herejes” sino una “congregación equivocada”. “Así como un individuo puede cometer un error en forma involuntaria-del mismo modo, toda una congregación, que conforma la mayoría del pueblo, puede transgredir toda la Torá en forma involuntaria, y todas las leyes alusivas a los conversos no se les aplican a ellos.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".