El “Sfat Emet” nos enseña que la forma de preservar la conciencia de que la tierra nos fue entregada por Dios es a través de la Shmitá (Año Sabático) y el Iovel (Jubileo) en los cuales la tierra es quitada de nuestras manos y se nos vuelve a entregar.
El capítulo comienza con el mandamiento de Shmitá y luego el mandamiento del Iovel. El año del Jubileo es singular en tres preceptos: el toque del sonido del Shofar en Iom Hakipurim (Día del Perdón), la liberación de los esclavos y Shmitá de las tierras y la restitución a sus dueños.
Simplemente parece que estos preceptos forman parte de la necesidad de internalizar que Dios Bendito Sea, es el Amo de toda la tierra. Como fundamento para el precepto de liberación de esclavos está citado:” Ya que Mis servidores son, los que Yo, saqué de la tierra de Egipto. No habrán de ser vendidos en venta de esclavos” (Versículo 42). El reconocimiento de que todas las personas son servidoras de Dios y todas las tierras y adquisiciones que están bajo el cielo, también le pertenecen a Él, genera una conciencia de aceptación del yugo Divino.
El Rabino Iehuda ArieLeib de Gur, autor del Sfat Emet (Behar, 5648) hizo referencia a este asunto y escribió que el pueblo de Israel están siempre apegados a la “capacidad de entrega”. Este apego es la conciencia constante del claro reconocimiento de que la tierra nos ha sido entregada por Dios como un presente.
La forma en que se puede preservar dicha conciencia, es a través de la repetición de la entrega del regalo en forma renovada, y esto se logra a partir de la Shmitá. La Shmitá, y por cierto, el Iovel, su significado en primer lugar es el de renunciamiento. Los que han tomado la tierra renuncian a sus tierras, los amos renuncian a sus servidores, y el dueño de la tierra renuncia a la potencial producción del séptimo año.
El renunciamiento, hace posible volver a sentir la capacidad de la entrega. La tierra no se vende para siempre, y en cada ocasión Dios Bendito Sea nos la entrega y de ese modo es preservada la vivencia de la entrega y la gratitud y la sensación de temporalidad derivada de ello.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".