Estaba previsto que el pueblo de Israel ingresara a la tierra de Israel en forma inmediata, bajo el singular liderazgo de Moshé Rabenu. Como consecuencia de los pecados del pueblo, el ingreso a la tierra fue postergado e inclusive bajó de nivel-no habrá de continuar el singular liderazgo de Moshé Rabenu, sino que habrá un liderazgo inferior-el liderazgo de Yehoshua.
La comparación entre Moshé y Yehoshua tiene lugar a lo largo de todo el libro Yehoshua, pero su base ya se halla en la Torá: a. la imagen de Moshé es presentada en la Torá como una figura ejemplar única. Por ello, todo líder que debiera sucederlo al más grande de los profetas, ya es un candidato por naturaleza a ser inferior a partir de la comparación.
b. El título que acompaña al nombre de Yehoshua en tres episodios de la Torá es el de “asistente de Moshé” (Shemot capítulo 24, versículos 13-14; Shemot capítulo 33, versículo 11; Bamidbar capítulo 11, versículo 28). En dichas descripciones se hace hincapié en el estatus inferior de Yehoshua y su alejamiento de la revelación de Dios, a pesar de su cercanía extrema a Moshé. Incluso el delicado reproche de Moshé a Yehoshua en dos de los episodios destaca la brecha entre Moshé y Yehoshua.
Por lo tanto, el ingreso del asistente al cargo de su amo, por naturaleza genera tensión.
c. Yehoshua fue nombrado a fin de llevar a cabo destacadas misiones, que en un principio, fueron delegadas a Moshé: ingresar al pueblo a la tierra, conquistarla y distribuirla entre las tribus de Israel (Shemot capítulo 3). Las instrucciones para la ejecución de las misiones fueron íntegramente redactadas por Moshé (Bamidbar capítulo 34), de modo que Yehoshua, por la propia definición de su cargo, obedece y cumple los mandamientos de su maestro.
d. Las circunstancias en las cuales Yehoshua sustituyó a Moshé en el liderazgo están relacionadas con la culpa del pueblo: “También contra mí se enojó Adonai, por culpa de ustedes, diciendo: tú también, no habrás de venir ahí” (Devarim capítulo 1, versículo 37). Por consiguiente, la muerte de Moshé podía ser percibida como un castigo que Dios le impuso al Pueblo de Israel. Esto puede reflejar el reconocimiento por el liderazgo de Yehoshua que anteriormente era percibido como una alternativa menor a una realidad ideal que fue abolida.
e. Dios no ordena nombrar un heredero de Moshé. El nombramiento de Yehoshua surge solamente a raíz del pedido de Moshé: “Habló Moshé a Adonai diciendo: Designe Adonai, Dios de los espíritus de toda carne, a un hombre sobre su congregación” (Bamidbar capítulo 27, versículos 16-17).
En el libro Yehoshua, por un lado-se percibe que Yehoshua es el continuador natural de Moshé, pero por otro lado-Yehoshua es presentado como aquel que actúa a la sombra de Moshé, como sumiso y obediente, que cumple con el mandato de su predecesor a partir de reverencia y obediencia, en un modo que se caracteriza por el aumento de la actividad humana, que también implica errores humanos, a costa de la desaparición de la presencia divina.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj,
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"