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Linea de tiempo

Lamentaciones

1¡Cómo ha oscurecido en Su ira el Señor a la hija de Tsión!¡Ha arrojado del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acuerda del escabel de Sus pies en el día de Su cólera!
2Destruyó el Señor, sin tener piedad, a todas las moradas deYaacov; derribó en Su saña las fortalezas de la hija de Yehudá; las echo por tierra; profano al reino y a sus príncipes!
3Tajó en el ardor de (Su) ira todo el poderío de Israel; tornó atrás Su diestra de enfrente del enemigo; consumió a Yaacov como llama de fuego que devora en derredor.
4Entesó Su arco, como enemigo; se plantó, cual adversario, con su diestra, y mató cuanto era grato a la vista; en la tienda de la hija de Tsión ha derramado Su ira como fuego.
5El Señor ha venido a ser como enemigo; ha destruido a Israel; ha demolido todos sus palacios, ha derruido sus fortalezas, y ha hecho que lamentos y ayes abunden en la hija de Tsión.
6Con violencia ha quitado Su tabernáculo, como enramada en un huerto; ha destruido Su lugar de reunión: el Señor ha hecho que sean olvidadas en Tsión las fiestas solemnes y los sábados; y ha despreciado en el arrebato de Su ira al rey y al sacerdote.
7El Señor ha desechado Su altar; ha aborrecido Su santuario: entregó en mano del enemigo los muros de sus palacios: (los paganos) hicieron resonar (su) voz en la casa del Señor, como en día de fiesta solemne.
8Determinó el Señor destruir el muro de la hija de Tsión;tendió el cordel; no retrajo Su mano de la destrucción; ha reducido a duelo el baluarte y el muro; juntamente fueron derruidos.
9Sus puertas están hundidas en tierra; Él mismo destruyó e hizo pedazos sus barras; su rey y sus príncipes (de Tsión) están entre las naciones; no hay ley, y sus profetas no hallan visión del Señor!
10Se sientan en tierra. guardan silencio los ancianos de la hija de Tsión; echan polvo sobre sus cabezas; se ciñen de saco: las vírgenes de Yerushaláim tienen abatidas sus cabezas hasta la tierra.
11Mis ojos se deshacen en lágrimas; hierven mis entrañas; se derrama a tierra mi hígado a causa del quebranto de la hija de mi pueblo; en tanto que se desmayan los niños y los lactantes por las calles de la ciudad.
12Dicen a sus madres: “¿Dónde están el trigo y el vino?”, desmayándose, cual heridos de espada, por las calles de la ciudad,exhalando sus almas en el regazo de sus madres.
13¿Cómo podré exhortarte?, ¿a qué he de asemejarte, oh hija de Yerushaláim? ¿Con qué te compararé, para poderte consolar,oh virgen, hija de Tsión? Porque grande como el mar es tu quebranto; ¿quién, pues, te sanará?
14Tus profetas han visto para ti visiones de mentira y cosas insulsas, y no han puesto en descubierto tu iniquidad para estorbar tu cautiverio; antes, han Visto para ti profecías falaces, y extravíos.
15Baten las manos contra ti todos los que pasan por el camino;silban y menean su cabeza contra la hija de Yerushaláim: ¿Es ésta la ciudad que apellidaban la perfección de hermosura, el regocijo de toda la tierra?
16Abren su boca contra ti todos tus enemigos; silban, y rechinan los dientes y dicen: “¡(La) hemos tragado!, ¡éste sí que es el día que esperábamos; (lo) hemos alcanzado, (lo) hemos visto!”
17El Señor ha hecho lo que había proyectado; ha dado cumplimiento a Su palabra que habló desde antiguos tiempos; ha derribado, y no ha tenido compasión: ha regocijado sobre ti al enemigo; ha ensalzado la potencia de tus adversarios.
18El corazón de ellos clamaba (por auxilio) al Señor; ¡Oh muro de la hija de Tsión haz correr, como un torrente, tus lágrimas día y noche; no te concedas descanso, ni cese de llorar la niña de tu ojo!
19¡Levántate, clama de noche, al comienzo de las vigilias derrama, como aguas, tu corazón ante la presencia del Señor! ¡Levanta hacia Él tus palmas por la vida de tus pequeñitos qué se desmayan a causa del hambre en las encrucijadas de todas las calles:
20¡Mira, oh Señor, y considera! ¿A quién has hecho así? ¿Acaso las mujeres han de comer el fruto de su seno, los chiquitos que acarician con sus manos? ¿Acaso el sacerdote y el profeta deben ser muertos en el santuario del Señor?
21Muchachos y ancianos están tendidos por tierra en las calles; mis doncellas y mis mancebos han caído a espada; los has muerto en el día de Tu ira; has degollado, sin tener piedad.
22Tú has proclamado, como en día de fiesta solemne, mis terrores de todos lados, y no hubo en el día de la ira del Señor quien escapase o fuese dejado. ¡A los que he acariciado en mis manos y los he criado, el enemigo los ha hecho perecer!

Primera lamentación-"Cómo está sentada solitaria la ciudad"

Segunda lamentación-"Cómo ha oscurecido en su ira"

Lamentación del hombre

Cuarta lamentación-"Cómo se ha empañado el oro"

Súplica-"Acuérdate, Oh Señor, de lo que nos ha sucedido"

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Primera lamentación-"Cómo está sentada solitaria la ciudad"

Segunda lamentación-"Cómo ha oscurecido en su ira"

Lamentación del hombre

Cuarta lamentación-"Cómo se ha empañado el oro"

Súplica-"Acuérdate, Oh Señor, de lo que nos ha sucedido"