El contenido de este capítulo se divide en tres partes:

a)Intento de los demás pueblos de construir el Templo junto con los hijos de Israel.

b)Estrategias por parte de los demás pueblos por interrumpir la construcción del Templo, hasta el envío de cartas al rey en Persia con todo tipo de injurias contra los judíos.

c)Respuesta del rey a la carta de injuria y orden de que se paralicen las obras en Jerusalem.

Y oyendo los enemigos de Yehudá y de Biniamín, que los hijos del exilio edificaban un templo al Eterno, Dios de Israel, 

Rashi dice que los enemigos de Yehudá y de Biniamín que hace alusión en este versículo son todos aquellos pueblos que se habían asentado en las ciudades de Israel luego que el pueblo de fue exiliado a Babilonia, más todos aquellos que fueron traídos por Sanjerib cuando exilió al reino de Israel y las diez tribus, tal como dice en el libro Reyes 2:17

En los versículos 9 y 10 serán nombrados más específicamente.

Daat Mikra, dice que el motivo por el cual se allegan a Zerubabel, es porque éste ostentaba la autoridad política del pueblo de Israel en esa época, tal como se ve en Nejemia 12:1.

vuestro Dios ellos eran conscientes que los que exiliados que regresaron pertenecían al pueblo de Israel y que el Eterno era su Dios.

La gran diferencia entre estos pueblos y los hijos de Israel, es que estos paganos, si bien aceptaban la existencia de un Dios supremo, no obstante, ellos imaginaban que era un Dios que estaba en lo alto de los cielos, como si fuera un Olimpo, y luego existían otros dioses menores

que eran los que influenciaban en las cosas terrenales y a ellos les rendirán todo tipo de tributos y cultos. En cambio, el pueblo de Israel, solamente sirve a Dios y las ofrendas se hacían solamente en el Templo de Jerusalem.

En hebreo el texto literalmente dice:  como vosotros buscaremos a vuestro Dios, y a Él no ofrendamos, pero en realidad acorde a la tradición se debe leer de otra manera: como vosotros buscaremos a vuestro Dios, y a Él ofrendamos los comentaristas sugieren que en realidad su lengua los traicionó y reflejó lo que en realidad ellos eran. El autor de este libro, quiso dejar una señal clara para que el lector desprevenido no caiga en la trampa de creer ingenuamente lo que dicen estas personas.

Rashí sostiene que en realidad nunca tuvieron la intención de colaborar en la construcción, sino que solo buscaban entrar en confianza, poder infiltrarse para saber qué es lo que pensaban y poder traicionarlos y delatarlos ante los monarcas persas y así detener las obras, hasta lograr que sean expulsados y quedarse ellos con las ciudades judías nuevamente.

La respuesta a estos pueblos, la hacen entre todos los del pueblo de Israel, para dejar bien en claro que todos piensan igual.

La construcción del Templo a Dios, no era una cuestión de todos los habitantes de la tierra de Israel, sino que era algo particular entre Dios y Su pueblo. Por cuanto que aquellos individuos que querían construir junto con los judíos, no eran parte del pueblo de Israel, no se habían convertido y ni siquiera tenían la fe en un solo Dios, sino que continuaban siendo politeístas, los del pueblo de Israel no quisieron entrar en discusión con ellos, Daat Mikra, sugiere que los alejaron con

una excusa formal: el rey Koresh les encargó solo a ellos construir el Templo.

No obstante, continua Daat Mikra, todos aquellos que se volvieron a la fe judía con sinceridad y abandonaron a los ídolos paganos, fueron aceptados inmediatamente en el seno del pueblo de Israel, tal como se ve más adelante en 6:21 y participaron en la construcción del Templo.

Eterno Dios de Israel Malvim explica que el pueblo de Israel les dejó bien en claro que no son de la misma fe que el resto de los pueblos, sino que ellos son el pueblo del pacto y, por lo tanto, el Eterno no puede ser Dios de los demás pueblos paganos que sirven a todo tipo de ídolos.

Acorde a la opinión de Daat Mikra, este versículo y el próximo, son un resumen general de la situación que reinaba hasta ese momento en Jerusalem cuando los judíos y Zerubabel quisieron construir el Templo.

debilitaban las manos del pueblo Malvim dice que se valían de todo tipo de artimañas y obstáculos para impedirles y desestimarles que avancen con la obra. Tal vez no permitían el paso de los materiales necesarios para la construcción como la madera y las piedras.

Hay quienes sostienen que estos pueblos sobornaban a los concejeros del rey para que logre persuadir al monarca y ordene la interrupción de las obras (Ralbag).

Otros opinan que ellos contrataron a gente calificada para que les aconseje cómo lograr que el rey detenga las obras de los judíos (Metzudat David).

Acorde a la opinión de Daat Mikra, este versículo describe lo que sucedió durante todos esos años, desde los días del rey Koresh hasta el rey Darío.

A Partir de aquí el relato deja de relatar en lengua hebrea para pasar a narrar los sucesos en arameo que era la lengua oficial del reino Persa, que a pesar de ser muy grande y haber conquistado varios pueblos con distintos dialectos, el idioma oficial que se utilizaba cuando se quería dirigir a cuestiones del imperio y para que todos entiendan, era el arameo.

Estos enemigos del pueblo de Israel, ya no solo pretenden que se interrumpa la construcción del Templo, sino que lo que perseguían es detener la reconstrucción de la ciudad de Jerusalem.

No especifica cuál era el contenido de esta carta ni el tenor de las acusaciones que en ella se inculpan a los judíos.

Acorde a la opinión de Rashí, el rey Ajashverosh que figura como destinatario de esta carta, es el mismo que figura en el libro de Esther. Tal vez, estos pueblos enemigos de los judíos aprovecharon la época en que Hamán ejercía como primer ministro del imperio y el odio evidente que demostraba hacia los judíos, tal como nos relata en el libro de Esther 3:6 Y, ante sus ojos, le pareció poca cosa levantar su mano solamente contra Mordejai, pues le fue sabido que pertenecía al pueblo judío; entonces se propuso Hamán destruir a todos los judíos que hubiera a lo largo de todo el reino de Ajashverosh; y sabiendo estos pueblos enemigos, lo que pensaba Hamán que gozaba de la confianza del rey, aprovecharon esa oportunidad y escribieron acusaciones e injurias delatando a los judíos.

Daat Mikra sostiene que esto habrá ocurrido en los primeros días de su reinado, en la época de Ezra, pues en el año 7 de su reinado, este rey es el que envía a Ezra con todos los honores y poderes, y en el año 20 de su reinado envía a Nejemiá con la autorización de que reconstruya la ciudad de Jerusalem.

escrita en idioma arameo y con caracteres arameos Las letras imprenta que actualmente se utilizan en el idioma hebreo, en realidad pertenecen al arameo.

Tal como dijimos en el versículo anterior, el arameo era la lengua oficial del imperio, y por ser que querían que fuera leída ante el rey y sin lugar a interpretación o deformación del texto, la escribieron en arameo, para que fuera leída así ante el rey.

Esta no era la misma carta que mencionó en el versículo anterior, sino que se trata de otra epístola posterior. Tampoco aquí nos revela el contenido ni el grado de acusaciones contra los judíos, pero lo más factible que se trate de denuncias similares a las que menciona en la próxima carta.

Esta es otra misiva que envían al rey. Como podemos notar, no se trató solo de una vez aislada o durante unos meses que los enemigos delataban y acusaban a los judíos ante el emperador, sino que era algo que hacían constantemente y sin descanso.

escribieron una carta contra Jerusalem La carta era en contra de la construcción de Jerusalem.

El comentarista Malvim explica que la usanza en el imperio Persa era que cada pueblo podía conservar su dialectico, y el rey disponía que en cada comarca hubiese, junto con el comandante, un escriba que era el encargado de traducir al arameo cualquier carta que los habitantes de aquel lugar quisieran dirigir al rey, de forma tal que cada cual pudiese expresarse en su idioma y el rey pueda escuchar y entender lo que dice, tal como lo vemos en el libro de Ester, cuando el rey enviaba edictos a todo su reino dice que los escribas lo enviaban a cada pueblo en su idioma.

Además, tanto el escriba, como el comandante, eran una suerte de testigos que manifestaban que todo lo que se expresaba era exactamente lo que estaba pasando, de lo contrario, ellos mismos no traducirían o mandarían al rey una carta que dice mentiras.

A pesar que lo que decía en aquella carta era una gran calumnia, tanto el comandante como el escriba acceden a mandar ese escrito, tal vez porque fueron sobornados para ello, no obstante, como veremos más adelante, ellos tratan de cubrirse diciendo que eso es lo que le transmitieron todos los pueblos que habitan en esa zona, y que la carta había sido escrita por los demás pueblos directamente en arameo, por lo que ellos no tenían nada que ver con lo que decía, solamente se remitieron a enviarla al rey a pedido de ellos.

Daat Mikra dice que Asnapar, era el hijo de Asar Jadón que fue mencionado antes, en el versículo 2.

y los demás que están en la otra parte del río Se trata de un complot de todos los pueblos que habitaban del otro lado del río Éufrates, pues la capital del reino Persa estaba cruzando el río.

A partir de aquí comienza el contenido de la acusación. Si bien menciona al destinatario de esta misiva, probablemente también en la carta figuren quiénes son los que la envían, solo que aquí no los detalla uno a uno, pues eso ya lo hizo en los versículos 9 y 10.

Acorde a la opinión de Malvim todo esto es una gran falacia, pues los judíos no estaban construyendo la ciudad de Jerusalem, sino que estaban abocados en la construcción del Templo, tal como lo mencionó el texto en el versículo 2.

No obstante, inventan toda esta calumnia, porque ellos eran conscientes que una orden que emanaba del emperador de Persia y que fue sellada con el anillo del rey no podía ser revertida, tal como lo dice en el libro de Ester 8:8: Escribid ahora con respecto a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey, porque lo que se escribe en el nombre del rey y se sella con el anillo del rey, nadie puede revocarlo. Ante esto, ellos analizaron muy detalladamente lo que había decretado el rey Koresh arriba en el capítulo 1 versículo 3: ¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Que Dios esté con él, y suba a Jerusalem que está en Yehudá, y edifique la casa del Eterno, Dios de Israel. La orden era bien clara y específica: solo construir el templo, nada dice allí de construir la ciudad, por lo tanto, ellos utilizan este argumento e inventan que los judíos están construyendo la ciudad, de esta manera, no se trataría de anular un edicto del rey que fue sellado con el anillo del monarca, sino que se trata de algo que no está aludido en aquel edicto: la reconstrucción de Jerusalem.

Además, continúa Malvim, si solo concentran su argumento acusador en la construcción del templo, eso nunca sería visto por el rey como una intimidación a su reino, en cambio, toda una ciudad amurallada, eso sí que puede ser una amenaza a su autoridad. Es por eso que fortifican aun más este argumento con lo que dicen en el próximo versículo.

La diferencia entre cada una de estos pagos que debían realizar al rey según Daat Mikra es:

a)Tributo: una parte de la cosecha debía ser entregada al rey como impuesto y sometimiento.

b)Impuestos: pagos que debían ser realizados por los súbditos para mantener a los gobernadores locales y sus necesidades.

c)Rentas: pagos que eran para mantener al ejército del rey.

los ingresos del rey se perjudicarán Obviamente que a las arcas del tesoro de un imperio tan grande como el de Persia, no le influiría en absoluto que un puñado de judíos no paguen sus obligaciones. Ellos son conscientes que este es el argumento más débil que pueden presentar al rey, es por eso que lo citan en primer lugar.

Malvim dice que ellos quieren hacerse pasar por fieles al rey y que están velando por los beneficios del imperio y que no se trata de algo personal o un interés mezquino de ellos.

Aquí van subiendo el tono y la gravedad de la acusación, pues además de un perjuicio económico, que el rey podría ignorar y no considerarlo una amenaza, se trata también de un menosprecio y arremetida contra el honor del rey, pues los judíos están menospreciando al emperador de Persia.

nos disgusta ver que el rey sea menospreciado Sostienen que esto no es una mera conjetura de ellos, sino que es algo que ya está ocurriendo en la práctica y ellos lo ven.

Ahora suben un poco más la gravedad del hecho y tratan de hacerle ver al rey, estos enemigos de Israel, es que esto es un serio peligro para el imperio, pues es el principio de una rebelión, por lo tanto, el rey debe intervenir cuanto antes para evitar que esto se convierta en una amenaza mayor. E insisten que esta es la naturaleza de esta ciudad, y que si bien nunca se habían rebelado al imperio Persa, esta ciudad tiene fama de hacerlo con todos los reyes que la someten.

Le advierten que si el rey no interviene, esta ciudad, tal como lo hizo en el pasado con otros reyes, se rebelará y pronto conquistará toda la zona y los someterá.

En resumen, los argumentos de ellos van de menor a mayor gravedad:

a)Primero, van a causar una pérdida económica, porque van a dejar de pagar sus impuestos.

b)Segundo, están atentando contra el honor y autoridad del rey.

c)Tercero, esta ciudad es rebelde por naturaleza, así ha sido siempre desde antaño y ahora se lo van a hacer a él.

Como era de esperar, ante semejantes argumentos, la respuesta del rey no se hace esperar.

Las veces anteriores en que relató que enviaron cartas al rey, como dijo en los versículos 6 y 7, aparentemente no lograron su objetivo, ya sea porque el rey ni siquiera les respondió, o porque la respuesta que recibieron no daba ninguna orden de cesar las obras, que era lo que ellos perseguían. No obstante, esta vez, a diferencia de las veces anteriores, y tal vez, por el tenor de las acusaciones, el rey les responde tal como ellos esperaban.

Al ser que fue escrita en Arameo, pudo ser leída ante el rey sin necesidad de intérpretes o traductores, que pudieran suavizar o atenuar el carácter de las acusaciones.

Malvim destaca que, si bien el rey se toma el trabajo de corroborar en los libros del reino acerca de la ciudad de Jerusalem, no hace lo mismo con respecto a verificar si lo que dicen en la carta, acerca de la reconstrucción de Jerusalem es cierto o no. Tal vez, el monarca no vio necesario realizar esa verificación, al ser que la carta fue enviada por personas de la administración del imperio, como ser el comandante y el escriba que fueron designados por el reino.

Otros opinan que tal vez pudo corroborar que el decreto de Koresh había sido solamente para construir el Templo, pero no para reconstruir la ciudad.

Tal vez hace referencia a David, Shelomó y Jizquiahu. No solamente que han sido reyes independientes y que no se han dejado conquistar, sino que además ellos mismos han sometido a otros pueblos en derredor.

Acerca de la diferencia entre: tributo, impuestos, y rentas ver la explicación arriba en el versículo 13.

Si bien aparentemente pareciera que los enemigos de Israel, han logrado su objetivo, en realidad si observamos detenidamente, veremos que no fue tan así, pues la orden del rey fue que cesen de construir la ciudad, pero no dice nada acerca de la construcción del Templo, que aparentemente, podría seguir su curso sin ninguna complicación.

Debemos notar, que aún la prohibición de construir la ciudad, no fue determinante, sino que el rey, tal vez merced a la intervención de alguno de los consejeros judíos, ordena que se detengan las obras, no que sean abortadas, y efectivamente veremos que más adelante, se les permitirá a los judíos construir la ciudad.

Con respecto a cómo entender este versículo, hay entre los comentaristas dos tendencias. Por un lado, están los que sostienen que al decir: no seáis negligentes en esto se trata de una orden para que ejecuten prestamente el mandato del rey de que los obas sean interrumpidas y evitar que se arme una rebelión.

Por otro lado, están los que opinan que cuando dice: no seáis negligentes en esto se refiere a que no se sobrepasen y piensen que el rey les otorgó carta blanca para que sometan a los judíos y que se sobrepasen con ellos, sino que la orden es solamente que suspendan las obras de reconstrucción de la ciudad, pero no del Templo.

¿por qué habrá de aumentar el perjuicio de los reyes? Sea cual fuera la recomendación del rey, ellos debían ser cautos de que, a causa de su accionar, no se produzcan consecuencias que en definitiva ocasionen un perjuicio al rey, sino que lo manejen con discreción y cuidado.

Daat Mikra, incluye más aun en la directiva del rey, y es que todas las tierras y pueblos conquistados por el imperio Persa, pertenecen al rey y son su propiedad, por lo tanto todo aquel que los destruye, en definitiva le está causando una perdida al rey

Ellos no desaprovecharon la oportunidad, y teniendo en mano la orden del rey, salieron prestos para doblegar a los judíos y demostrar que ellos gozan del favor del monarca y por lo tanto los judíos deben someterse a ellos, caso contrario el rey vería con malos ojos que se revelen contra los que portan la misiva con órdenes precisas del emperador, es por eso que hacen alarde de fuerza y poder ante los judíos que habrán observado con asombro y sorpresa lo que el rey ordenó.

Acorde a la opinión de Daat Mikra, este versículo no es la continuación de los anteriores, ni tiene nada que ver con la carta que escribió Artajshashtá, rey de Persia, que hacía alusión solamente a la suspensión de las obras de la reconstrucción de la ciudad de Jerusalem, pero nada decía de detener las obras del Templo.

Por lo tanto, este versículo viene a relatarnos, que independientemente de los conflictos con los pueblos vecinos y cómo los hostigaban y molestaban en la obra, la construcción del templo en época de Koresh se vio afectada, hasta que recién fue concluida en la época del rey Darío; por lo tanto, este versículo sería la continuación del versículo 4 de este capítulo; y como preámbulo a lo que vendrá después.