Este capítulo aborda seis temas:

1. Lista de los jefes de familias que suben a Jerusalem con Ezra.

2. Pedido para que se sumen Leviim.

3. Decreto de ayuno para implorar un viaje sin sobresaltos.

4.     Entrega del dinero y los utensilios en custodia a los Leviim.

5.     Ofrendas en el Templo.

6.     La orden del rey es comunicada a los gobernantes.

Y estos son los jefes de familias, y la genealogía de los que subieron conmigo de Babilonia, durante el reinado del rey Artajshasta:

Daat Mikra sostiene que muchos de las familias que habían quedado, designaron un nuevo jefe de familia, al subir estos segundos, sucedió que en Jerusalem había varios jefes de una misma familia, tal como veremos en Nejemiá 10:11.

Malvim comenta, que la mayoría de estos jefes de familia, conservaban su genealogía hasta llegar a los patriarcas.

 A diferencia de la primera ola inmigratoria, en época del rey Koresh, la inmigración de Ezra, fue de otro estilo. En la primera ola, fue bajo el mando de Zerubabel que era descendiente del rey David y con Ieshua que era un sumo sacerdote. En cambio, con Ezra la cosa fue mucho menos pomposa, y fue meramente con un tinte mucho más espiritual y religioso.

Acorde a la opinión de Daat Mikra, estos pertenecían a los descendientes de Pinjas, nieto de Aharon y a Eliazar.

de los hijos de David, Jatush Tal como se ve de Crónicas I 3:22.

Sejaniá era descendente de Zerubabel.

Parhosh una parte de esta familia ya había subido en época del rey Koresh con Zerubabel, tal como dijo arriba en el capítulo 2:3.

Tal como dijimos antes en 2:6 el comentarista Metzudat David, dice que Pajat-Moab era el gobernador de la zona de Moab que estaba supeditada bajo el dominio de Yehudá (Shemuel II 8:2)

Hay quienes opinan que falta el nombre del jefe de esta familia. Otros dicen que el nombre del jefe de la familia era Shejaniá el hijo de Iajaziel, o que el jefe era el hijo de Iajaziel.

Adin ya fue mencionado antes en 2:15.

Eved, hijo de Jonathán El jefe de la familia se llamaba Eved, que era el hijo de Jonathán.

Elam, ya fue mencionado antes en 2:7 y pertenecía a la tribu de Yehudá.

Daat Mikra, sostiene que el nombre: Ataliá que está nombrado en este versículo, pertenece a un hombre y no se trata de la mujer malvada que fue reina en Yehudá.

Shefatiá ya fue mencionado en el capítulo 2 versículo 4.

Daat Mikra, sostiene que tal vez se refiere a la familia de Ioav ben Tzeruyá, quien fuera el jefe del ejército del rey David.

Daat Mikra sostiene que Shelomit era el nombre del jefe de la familia. Otra posibilidad que también acepta este comentarista es que, tal vez la familia fue llamada por el nombre de una mujer: Shelomit, tal como sucedió con las hijas de Tzelofjad.

Bebai ya fue mencionado en el capítulo 2 versículo 11 y en Nejemiá 10:16.

Azgad ya fue mencionado en el capítulo 2 versículo 12 y en Nejemiá 7:17 y 10:16.

Adonikam ya fue mencionado en el capítulo 2 versículo 13 y en Nejemiá 10:18.

Cuando dice: los últimos se refiere a que eran los últimos que quedaban de esta familia, pues el resto ya había subido anteriormente antes y no quedó nadie de esta familia en Persia.

Bigvai ya fue mencionado en el capítulo 2 versículo 14.

Daat Mikra dice que en total podemos ver que subieron junto con Ezra un total de aproximadamente 16 jefes de familias, de un total de 14 familias, además de los tres que fueron mencionados en el versículo 2.

En total son mencionados aquí 1.772 hombres. Si tenemos en cuenta que fueron contados los de 20 años para arriba, esto nos da que en total contando niños y mujeres de aproximadamente unas 8.500 personas.

Este número es muy insignificante comparado con la cantidad de individuos que fueron con Zerubabel, que eran más de 42.360 hombres mayores de 20 años (aproximadamente 250.000 personas contando mujeres y niños)

Hasta aquí la enumeración de las personas que fueron junto con Ezra.

Los comentaristas están divididos, algunos opinan que Ahava era el nombre de uno de los canales que salen del río Éufrates, otros sostienen que se trata de un poblado que estaba junto a ese canal.

Por ser que estaban acampados cerca del río y aun no partían, esto le dio tiempo a Ezra para pasar revista a todos los que iban junto a él.

Daat Mikra, sostiene que tal vez el motivo por el cual los miembros de la tribu de Levi no suben a la tierra de Israel se deba a que el profeta Yejezkal (44:10 y 48:11) los había alejado del servicio Divino, a excepción de los hijos de Tzadok, y por ser que Ezra era de los descendientes de Tzadok, los Leviim se abstuvieron de ir con él.

En el Talmud de Babilonia tratado de Iebamot 86b, dice que Ezra había estipulado un castigo para los Leviim, por no subir junto con el resto de los hijos de Israel a Jerusalem, imponiendo que no recibirán los regalos que deberían recibir por parte de los judíos de la tierra de Israel, y el primer diezmo será dado a los sacerdotes en lugar de a los Leviim.

Ezra designa toda una comitiva de gente importante y respetable para que puedan convencer a los Leviim para que vayan algunos con ellos.

Ioiarib y a Elnatán, hombres sabios Si bien ya habían sido mencionados al principio del versículo, ahora lo repite para detallar que estos eran sabios, que se dedicaban a enseñar la Tora al pueblo.

Ezra es consciente de lo difícil y delicada que era su tarea de convencer a los Leviim para que quieran ir con él, es por eso que es muy cuidadoso y delicado.

Envía una delegación muy honorable, numerosa e importante. No se conformó con enviar a un solo mensajero de rango inferior, como hubiera sido lo normal, sino que trata de mostrarles honor y respeto a la familia de Levi.

y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Ido, Además, no deja en manos de los emisarios lo que decir, sin que él mismo les dice palabra por palabra lo que deben decirle.

Daat Mikra sostiene que probablemente les habrá ofrecido y asegurado cargos dignos e importantes en el Templo, algo que la casa de Ido no podría rechazar.

y a sus hermanos, los Netinim Los Netinim, tal como dijimos antes en 2:43, eran los Guivonim que desde tiempos de Yehoshua fueron supeditados a los Leviim para hacer todo tipo de servicios en el Templo, como traer agua y leña para el servicio Divino, es por eso que aun en Babel, los Netinim seguían viviendo supeditados a los Leviim, pues eran sus siervos.

que sirviesen en la casa de nuestro Dios La función de los Leviim en el Templo era primariamente, ser los guardianes de los portones y además ocuparse del tema de entonar los salmos y cantar en el servicio Divino.

Ezra ve coronada con éxito la misión que envió, pues no era una tarea fácil lograr convencer a gente idónea, que sea versada en el arte de la música y las tareas en el Templo, como así también diestro en el arte de la enseñanza de la Tora al pueblo.

Al ver la calidad de las personas que le fueron enviados, tanto los Leviim como los Netinim, Ezra alaba y loa a Dios por haber hecho triunfar su iniciativa.

nos trajeron un hombre inteligente de los hijos de Majlí era un hombre entendido en toda la labor de los Leviim como así también para enseñar la Tora a Israel y también era diestro en el arte de la música.

hijos de Majlí, hijo de Leví, hijo de Israel Resalta que no fueron enviados de los más desdichados de entre los Leviim, sino que era gente de renombre e importante, cuya estirpe llegaba hasta los patriarcas.

Daat Mikra dice que se refiere a los hermanos de Ieshaiá, y que esta es una prueba que en realidad la salida de Ezra de Babel antecedió a la de Nejemiá, pues muchos de los mencionados aquí, en los tiempos de Nejemiá ya ocupan cargos importantes en Jerusalem, lo que demuestra que ya habían salido antes de Babel y ya estaban instalados en Israel cuando Nejemiá llega.

todos los cuales fueron mencionados por sus nombres aunque no menciona aquí los nombres de los Netinim, Daat Mikra sostiene que en realidad fueron registrados cada uno acorde a su nombre, no obstante, aquí no los nombra, tal vez porque se trata de gente no judía, que estaban al servicio de los Leviim, es por eso que no consideró importante ni oportuno mencionarlos por nombre.

Algunos comentaristas dicen que lo que fue impuesto por David y los príncipes, fue que los Netinim estén supeditados a los Leviim.

Hasta aquí se mencionó a todos y a cada uno de los jefes de familias con sus linajes, el único que no es mencionado en este capítulo ni se hace alusión alguna es a Ezra ni su glorioso linaje hasta llegar hasta Aharon, el hermano de Moshé.

A Ezra se le concede el rango de líder, no por referencia o linaje, sino por su dedicación y predisposición a enseñar la Torá, las leyes de Dios y transmitirla a la gente. Es el primero en comenzar la revolución que a partir de ese momento serán los sabios los que liderarán después de la destrucción del primer Templo pues, hasta ese entonces los sacerdotes eran quienes poseían la exclusividad para definir en temas de Tora y su enseñanza al pueblo; a partir de Ezra, el judaísmo y la Tora serán heredad de cada hombre sabios y de todos aquellos que quieran ser de sus discípulos, sin importar su estirpe o linaje.

Las distancias a recorrer eran enormes y la necesidad de agua y provisiones para el camino no estaban garantizadas. Esto, además de los peligros del camino, como así también el riesgo de ser saqueados por ladrones de caravanas, hizo que Ezra tema mucho y ante esta situación tan peligrosa y riesgosa, se vea en la necesidad de decretar un ayuno y no se conforma con una simple oración para suplicar a Dios.

El ayuno en el judaísmo está vinculado a un acercamiento a Dios, el principio es que, la importancia del pedido que el individuo hace a Dios, hace que la persona se preocupe tanto de su condición espiritual que las necesidades físicas pierden importancia. En este sentido, el ayuno es utilizado como proceso que lleva a la purificación y a la humillación ante Dios, tal como dice en Salmos 69:11.

para nosotros, y para nuestros niños, y para todas nuestras pertenencias Malvim recalca el orden correcto en el pedido de Ezra: Pide primero lo mínimo indispensable para poder subsistir cada individuo, luego pide que se le conceda ese privilegio no solo a ellos sino también a otros, en este caso sus hijos, y por último las pertenencias materiales. Primero implora para salvarse ellos y sus familias, y recién luego lo material. Hoy en día, mucha gente se pone en riesgo ellos mismos y a sus seres queridos para poder proteger o acrecentar sus bienes materiales.

El peligro de emprender un camino por esa zona sin escolta era un asunto serio y preocupante. En primer lugar, debían velar por que ningún enemigo del imperio (que ya estaban comenzando a haber) quiera atentar contra ellos como forma de debilitar al rey. En segundo lugar, un grupo no armado que transportaba grandes cantidades de oro y plata podría fácilmente ser saqueado por un grupo de bandidos del desierto.

Malvim resalta el hecho de que Ezra dice: tuve vergüenza de pedir al rey tropas y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino y se ve en la necesidad de explicar cuál fue el motivo por el cual no pidió refuerzo. Pues lo normal es que todo individuo debe hacer todo lo que está en sus manos por protegerse y no suponer que Dios obrará un milagro para ellos. Es por eso que Ezra explica que no fue su intención confiar en que Dios obrara milagros para ellos, sino que, el motivo de que no pidió una escolta armada, fue porque no quería profanar el Nombre de Dios, y que el rey, en su ignorancia, suponga que Dios no protege a su pueblo.

Si bien Ezra estaba convencido y creía fervientemente en lo que le dijeron al rey de que La mano de nuestro Dios protege a todos los que Le buscan, no obstante, teme pues tal vez ellos no son lo suficientemente meritorios para que Dios los proteja. No dudan de Dios, sino que dudan de ellos mismos, tal vez alguno de sus actos no fue del todo correcto, o alguna de sus faltas fuera resaltada ante Dios y ello impida que Dios los proteja con una providencia especial.

Ezra no considera que las cosas ocurren al azar o en forma fortuita, sino que el hecho que el viaje transcurriera en forma segura, sin complicaciones en el camino y que llegaran sanos y salvos a destino, no fue obra de la casualidad, sino de Dios, que respondió a sus plegarias.

Los comentaristas Iben Ezra y Ralbag, sostienen que tal vez Dios les hizo saber por intermedio de un sueño o de algún profeta, (tal vez Malají) que su viaje transcurriría con calma y éxito; y hasta también les haya indicado el camino por dónde ir.

Luego de ayunar y suplicar a Dios y antes de emprender la marcha, Ezra hace algo más: quiere proteger lo mejor posible y ser muy meticuloso con todas las pertenencias del Templo de Dios, que no falte nada ni que se tergiverse el valor de todo lo que llevan.

Sherebiá y a Jashabiá estos pertenecían a la tribu de Levi, tal como lo mencionó antes en los versículos 18 y 19. Aquí Ezra, aun antes de partir y a pesar que él es Cohen, les otorga a los Leviim cargos de preeminencia y confiabilidad, los va a poner como referentes y custodios de los donativos para el Templo.

Por un lado, Ezra pesa los metales y cuenta la cantidad de utensilios, y por el otro, como veremos en el próximo versículo, cuando los entregue en sus manos, ellos los volverán a pesar nuevamente, todo esto para que no quepa la más mínima duda ni lugar a equivocación cuando se trata del dinero público, más aún, al ser dinero donado a Dios.

Acorde a la opinión de Daat Mikra seiscientos cincuenta talentos de plata equivalen aproximadamente a 22.100 kg.

cien talentos de oro equivalen aproximadamente a 3.400 kg.

Daat Mikra, explica que una de las funciones de estos tazones de oro era para las libaciones que se hacían en el templo.

mil dracmas Tal como explicamos en el versículo 2:69, Daat Mikra, sostiene que eran monedas de oro cuyo peso era de aproximadamente entre 4,36 y 8,64 gramos cada moneda. Por lo tanto, la cantidad total de oro de estas monedas eran aproximadamente entre 4,36 y 8,86 kg. de oro.

Ezra honra mucho a los Leviim que fueron con él, y los denomina consagrados a Dios, tal como dice la Tora: en Bamidbar 3:44 Y le dijo el Eterno a Moshé: “Toma a los Leviim en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel… y serán para Mi los Leviim, Yo soy el Eterno” Y por ser que ellos son los consagrados para servir a Dios, es apropiado que sean ellos los que custodien todas los donativos consagrados a Dios, hasta que éstos lleguen a su destino final en el Templo.

La función de los Leviim será resguardar que lleguen sanos y salvo, sin que falte nada y siendo ellos los responsables de entregarlos a los encargados en el Templo.

Los Leviim aceptaron la tarea y la responsabilidad que les legó Ezra.

Si bien en el capítulo anterior dijo que partieron el día primero, eso se refiere a la salida de Babel, pero tal como dijo antes, repostaron en el río Ahava por varios motivos.

Ezra actúa en forma responsable, no se aventura impulsivamente, sino que recién una vez que terminó estas cosas:

1. pasar revista al pueblo,

2. velar por que haya Leviim con ellos,

3. implorar a Dios para que los proteja y no les suceda nada malo en el camino,

4.     entregar en custodia todos los donativos,

recién entonces comienzan la travesía.

el doce del mes primero es decir tres días antes de la fiesta de Pesaj. Tal como dijimos anteriormente, esto no fue un hecho casual, sino que Ezra calculó cruzar el río Éufrates en la festividad de Pesaj y de esa manera asemejar la salida de Babel con la salida de Egipto, tal como dijo el profeta Mijá 7:15 tal como en los días de vuestra salida de Egipto, te obraré cosas maravillosas  

No vio necesario repetir aquí el día en que llegaron por ser que ya había mencionado antes las fechas exactas en 7:9 Pues el día primero del mes primero comenzó a subir de Babilonia, y al día primero del quinto mes llegó a Jerusalem, conforme a la buena mano de su Dios sobre él

Una vez que llegaron, tomaron tres días para acomodarse y descansar de la larga travesía, y recién al cuarto día, cuando ya estaban descansados del viaje y acomodaron todo lo que trajeron, recién en ese momento se dirigen al Templo a hacer entrega de todas las ofrendas que estaban bajo su custodia.

De aquí aprenden los sabios, que cuando un individuo emprende una larga travesía, debe reposar tres días hasta que esté completamente descansado y lúcido.

Meremot hijo de Uriá el sacerdote, y con él Elazar hijo de Pinjás Meremot y Elazar eran los jefes de los Cohanim

Este Pinjás padre de Elazar no es el Pinjás que figura en el Tora, sino que son muchas generaciones más posteriores.

Todo fue entregado meticulosamente, verificando que no falte nada. Contando las unidades de cada utensilio y monedas y pesando la plata y el oro; confirmando que todo lo entregado coincida exactamente con las cantidades y el peso que habían recibido al partir del río Ahava.

Cuando dice: Los que habían regresado de la cautividad, se refiere a aquellos que aun estaban con vida de los que fueron llevados en cautiverio desde Jerusalem a Babel.

Cuando dice: los hijos del exilio se refiere a los que ya habían nacido en Babel.

doce novillos por todo Israel, tal como dijo antes en 6:17 Y ofrecieron en el día de la inauguración de la casa de Dios cien becerros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos; y doce machos cabríos en expiación por todo Israel, conforme al número de las tribus de Israel. Allí explicamos que el comentarista Metzudat David, dice que debieron expiar por el error de todos aquellos que no acudieron a construir el Templo de Dios y Jerusalem y que prefirieron quedarse en Babilonia y las demás ciudades del reino.

Acorde a los comentaristas, si bien para poder realizar una ofrenda, el oferente debe estar presente, de todas formas, esta vez fue una excepción y lo hicieron en nombre de todas las tribus.

todo en ofrenda al Eterno Es decir, todo se consumió en el altar, ellos no comieron ni tuvieron ningún provecho de todos esas ofrendas.

Entregaron a los gobernadores y los delegados del reino de Persia el decreto que les envió el rey Artajshasta por medio de Ezra (ver capítulo anterior versículos 21 a 26, en donde ordena que sean protegidos, que se les entregue todo lo que precisaban, que se los exima de pagar impuestos a todos aquellos que sirvan en el Templo y que Ezra tiene la autoridad para nombrar y designar jueces y magistrados para enseñar, juzgar y castigar a los que violen las leyes de la Tora.

Entonces los gobernadores y delegados al ver que el rey se complacía con los judíos y los favorecía, entonces ellos también mostraron gracia hacia los judíos así no contradecían al rey.