Linea de tiempo
Nejemiá
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1
La Aliá de Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
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2
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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3
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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4
La construcción de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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4
Distorsiones en la sociedad humana
la esterilidad del esfuerzo humano
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5
Regulaciones de Nejemia para los pobres
Los recuerdos de Nejemiá
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6
La operatividad contra Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
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7
Las enmiendas de Nejemia para la seguridad de Ierushalaim
Los recuerdos de Nejemiá
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8
Las enmiendas de Ezrá
Las reuniones del pueblo
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9
La gran confesión y el salmo de la plegaria
Las reuniones del pueblo
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10
La concertación del acuerdo
Los recuerdos de Nejemiá
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11
Las listas de los líderes del pueblo y los Cohanim
Los recuerdos de Nejemiá
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12
Inauguración de la muralla
Los recuerdos de Nejemiá
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13
Las enmiendas de Nejemia
Los recuerdos de Nejemiá
lior
Nejemiá 4 Versículo 1
Aquí menciona más específicamente a los enemigos de Israel, por el lado norte estaban los de Shomrón, liderados por Sanbalat; por el lado este, estaban los de Moab, liderados por Tobiá; por el sur, estaban los árabes y por el oeste los de Ashdod.
Lo que hizo que se irritaran es ver que su estrategia de guerra psicológica que había sido relatada en el capítulo anterior, no estaba funcionando y que los judíos seguían asentándose y fortificando la ciudad de Jerusalem y que las brechas de la muralla efectivamente estaban siendo selladas y la obra avanzaba.
Nejemiá 4 Versículo 2
La conspiración que planean es hacer algo que ocasione la suspensión de las obras de reconstrucción. Ellos eran conscientes que no podían hacer algo contra Nejemiá, pues este disponía del favor del rey y además tenía un puesto de prestigio e influencia con el rey, es por eso que planean hacer todo tipo de disturbios en la ciudad para llamar la atención del rey o asustar a los judíos.
Nejemiá 4 Versículo 3
Este versículo es un resumen de lo que hicieron, en los próximos versículos.
La actitud de Nejemiá, a lo largo de su vida, se caracteriza por un mismo patrón de conducta: ante el peligro o angustia, por un lado, se dirige a Dios en plegaria y por el otro lado hace todo lo que está en sus manos. Aquí no es la excepción, primero ora a Dios, luego se prepara y hace todo su esfuerzo, monta guardia y prepara a la gente para poder hacer frente a la agresión.
Esta actitud la aprendió de nuestro patriarca Yaacob, quien al regresar a la tierra de Israel tras estar durante 21 años en casa de Labán, y temiendo un inminente ataque de su hermano Esav que sale a su encuentro con unos 400 guerreros, lo primero que hace es implorar a Dios que lo proteja de su hermano Esav y luego se prepara para enfrentarse, dividiendo a su familia en varios campamentos para que los otros puedan escapar en caso de que uno de ellos fuera atacado primero.
Nejemiá 4 Versículo 4
Nejemiá hace un resumen de la situación reinante en Jerusalem, si bien entre los que construían las murallas habían sacerdotes, Netinim y hombres de Biniamín, la gran mayoría eran de la tribu de Yehudá, es por eso que los nombra a ellos.
Desfallecen las fuerzas de los cargadores Los cargadores eran los que transportaban las piedras y también los encargados de quitar todo el escombro de alrededor de las murallas para poder hacer las reparaciones necesarias.
nosotros no podemos reedificar la muralla a causa del temor de un ataque enemigo, no podemos seguir construyendo de la forma en que lo veníamos haciendo hasta ahora.
En resumen, Malvim, explica que ellos argumentaban dos cosas que hacían imperiosa la suspensión de las obras:
a. Por un lado, los cargadores están extenuados y hay muchos escombros que deben quitarse, pues impiden la construcción
b. Por otro lado, la amenaza de un ataque enemigo hace que tengamos miedo y debamos dedicarnos a protegernos.
Nejemiá 4 Versículo 5
Los enemigos no conformaban un ejército entrenado o algo por el estilo, sino que más bien se trataba de campesinos que se habían organizado y pretendían caer repentinamente sobre los judíos con cuchillos, palos y hachas.
La estrategia de los enemigos no era desatar una guerra frontal, pues no disponían de una ejército ni tampoco iban a ir en contra de una resolución del rey o atacar abiertamente a un enviado de él, como lo era Nejemiá, sino que su plan era causar una suerte de atentado terrorista, ingresar de improvisto dentro de la ciudad de Jerusalem sin ser vistos (probablemente escondidos en la oscuridad de la noche) matando a todo judío que se les cruzase, hombre mujer o niño y de esa manera causar un efecto de pánico entre los judíos y así lograr que detengan las obras.
Algo parecido ocurrió en el siglo pasado, en agosto de 1929 con la matanza de la ciudad de Hebrón, en donde vivían desde hacía aproximadamente 800 años, más de mil judíos; los árabes masacraron a casi 60 hombres, mujeres y niños, además de múltiples violaciones de mujeres y destrozos materiales en las propiedades judías, los sobrevivientes, al ver que no contaban con ninguna protección, se vieron obligados a huir de Hebrón, hasta después de la guerra de los 6 días de 1967 que pudieron regresar.
Nejemiá 4 Versículo 6
Acorde a la opinión de los comentaristas, se trataba de los judíos que vivían entre aquellos pueblos enemigos o cerca de ellos, o que tal vez tenían algún tipo de relación comercial con ellos, escucharon o se enteraron de los planes de ellos y se los hicieron saber a sus hermanos que habitaban en Jerusalem para que no sean sorprendidos.
De forma tal que los avisos llegaban desde el sur, advirtiéndoles de los pueblos árabes; desde el lado este, anunciándoles de las intenciones de los de Moab y Tobiá; del lado norte, comunicándoles lo que la gente de Shomrón estaba planeando con Sanbalat y por el lado oeste, las intenciones de los hombres de Ashdod.
Nejemiá 4 Versículo 7
Luego de escuchar los argumentos de la gente de Yehudá y lo que los judíos de los alrededores les advertían, Nejemiá no permanece indiferente, sino que inmediatamente toma medidas, no se deja atemorizar ni desfallece. Es un líder decidido, valiente e inteligente.
Lo primero que hace para desbaratar los planes del enemigo es apostar guardias, de esta forma la estrategia de sorprenderlos desprevenidos no funcionará. Y los colocó en los lugares estratégicos, por un lado para defender y por el otro para que sean vistos por los enemigos, pues ellos no buscaban un conflicto directo, sino pretendían hacer ataques guerrilleros, y luego darse a la fuga.
aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos El motivo por el cual los agrupó por familias y no en escuadrones, es para que se protejan unos a otros, y al tener que proteger a su familia lo haría con mayor atención y esmero.
Nejemiá sabía que no se trataba de una guerra frontal contra otro ejército, por lo tanto, no vio la necesidad de formarlos en escuadrones de ataque, sino que más bien el objetivo era que los enemigos vieran que estaban listos y al acecho.
Nejemiá 4 Versículo 8
Cuando Nejemiá escucha los argumentos de la gente de Yehudá y lo que los judíos de los alrededores les advertían, no permanece inactivo, organiza a la gente de Jerusalem, tal como dijo en el versículo anterior y luego los convoca para darles un discurso insuflándoles ánimo.
Eterno, grande y temible No es la primera vez que Nejemiá se refiere a Dios con estos adjetivos, en el capítulo 1:5 y 9:32 también se dirige a Dios de esta manera. Utiliza un estilo parecido al que usó Moshé en Debarim 10:17: “Dios grande, fuerte y temible”
Les recuerda que Dios está con ellos tal como estuvo en Egipto, no deben temer y, por otro lado, ellos deben esforzarse y luchar por lo suyo, sus seres queridos y sus propiedades.
Nejemiá 4 Versículo 9
Cuando los enemigos se percataron que los judíos habían descubierto su plan y estaban al acecho y que montaron guardias armados, entonces se dieron cuenta que no podrían llevar a cabo su plan de sorprender a los judíos y causarles pánico para que dejen de construir la muralla, a esto se refiere cuando dice: Dios desbarató sus planes pues ya no pudieron llevarlos a cabo.
Por otro lado, debemos ser conscientes que la actitud de estos pueblos era muy difícil de entender, pues se trataba solamente de un acto de envidia y odio hacia los judíos, pues a ellos no les influía en nada el hecho de que Jerusalem esté amurallada, a lo sumo esto solo debería interesarle al imperio persa, pues solo contra ellos podría ser considerado una rebeldía contra su dominio.
entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo Cuando vieron que los enemigos se percataron que la gente de Jerusalem estaban alerta y que desistieron de sus planes de atacar, entonces, cada cual volvió a las obras de reconstrucción, cada cual a la zona de la muralla que les habían sido asignadas
Nejemiá 4 Versículo 10
Nejemiá, en su carácter de enviado del rey, contaba con una guardia real que le había provisto el rey, tal como dijo en el capítulo 2.
Por más que el peligro inminente de un ataque por parte de los enemigos ya había pasado, no obstante eso, desde aquel día en adelante, Nejemiá dispuso que no se baje la guardia, si bien autorizó que vuelvan a dispersarse para continuar el trabajo, dictaminó que cada uno tenga consigo las armas, esto serviría para persuadir al enemigo de que no vuelva a tramar un ataque sorpresa.
Nejemiá 4 Versículo 11
Aquellos que transportaban las piedras de un lado a otro o los que quitaban los escombros, todos y cada uno de ellos se hacían ver con armas, cosa que el enemigo desista de planificar un ataque por sorpresa.
Nejemiá 4 Versículo 12
Los que tenían que trabajar construyendo, por ser que les era imposible sostener con una mano el arma, pues precisaban ambas manos para trabajar, entonces ellos, a diferencia de los que transportaban las cargas, debían ceñirse las armas a su espalda para así poder tener las manos libres para las distintas tareas y por el otro tener el arma a mano en caso de necesidad.
Y el que tocaba el shofar estaba junto a mí La función del que tocaba el shofar, era dar la señal de alarma, es por eso que Nejemiá lo quería tener junto a él, para poder decidir cuándo hacer sonar la alarma.
Nejemiá 4 Versículo 13
Al ser que ahora volverían a dispersarse y trabajar cada uno en otra área de la muralla, apartados unos de los otros, eso haría que sean más endebles y que estén expuestos al peligro de un ataque puntual en esa zona. Es por eso que va a proponer lo que dice en el próximo versículo así todos estarían protegidos y podrían trabajar cada cual en su lugar.
Nejemiá 4 Versículo 14
Era preciso implementar este sistema de alarma para que en el caso que alguien sea atacado, o que se vea que el enemigo está por embestir una zona determinada, inmediatamente todos los demás puedan acudir en su ayuda y luchar juntos.
reuníos allí con nosotros Con Nejemiá y sus guardias, quienes acudirán al lugar del ataque antes que todos.
nuestro Dios peleará por nosotros aun así, a pesar que no eran muy numerosos, no deberían temer, pues Dios acudirá en su ayuda y los hará triunfar.
Nejemiá 4 Versículo 15
Esa era la rutina diaria, desde la primera hora del alba, hasta la última luz del día. En ningún momento se descuidaron.
<Se turnaban para montar guardia, la mitad lo hacía por la noche y la otra mitad durante el día.
De seguro los enemigos habrán apostado observadores cerca de Jerusalem, y éstos transmitían a sus puestos de mando, que los judíos estaban alertas en todo momento.
Nejemiá 4 Versículo 16
En el versículo anterior describió cómo era la rutina diaria, aquí describe lo que dispuso para la noche. Pues tal como dijimos en el versículo 5, la estrategia del enemigo era causar una suerte de atentado terrorista, ingresando de improvisto dentro de la ciudad de Jerusalem
sin ser vistos (probablemente escondidos en la oscuridad de la noche) y realizar una matanza, tal vez pequeña, pero lo suficientemente impactante como para aterrorizar a los judíos y que se marchen o al menos detengan las obras.
Nejemiá 4 Versículo 17
Tanto Rashí como Daat Mikra, explican, que Nejemiá, como los hombres de su guardia, que estaban apostados durante toda la noche, que era el momento más peligroso en donde podía suceder un ataque, en ese lapso, no se quitaban sus armas, ni siquiera para ir al baño o cuando iban a beber agua.
Esta es la tercera estrategia y artimaña que fracasa de los enemigos para detener la construcción de Jerusalem. La primera había sido tratar de participar en la reconstrucción del templo en época de Ezra, pero éste no se los permitió, diciendo que ellos no tenían parte en eso, luego trataron de desacreditarlos ante el rey para que detenga las obras. La segunda fue montando una guerra psicológica, tal como lo relató en el capítulo anterior. La cuarta es la que relata en este capítulo, cuando quisieron detener las obras mediante un acto violento y matanza, que cause pánico y aterrorice a los judíos de Jerusalem y que detengan las obras.
A pesar que ninguna de estas tretas les dieron resultado, no se darán por vencidos, veremos en los próximos capítulos, como recurren a otras artimañas.