Los demás enemigos a los que se refiere en este versículo, son los que mencionó en el capítulo 4 en el versículo 1: Sanbalat, Tobiá, los árabes, los amonitas y los de Ashdod

no había asentado todavía las hojas en las puertas Es por eso que aún no estaban del todo protegidos y existía el riesgo de un ataque enemigo que tenía la última posibilidad de realizar un ataque para impedir que cambie el estatus de la ciudad de Jerusalem y sea más importante que las demás convirtiéndose en una fortaleza; una vez que se coloquen las puertas, sería imposible tomarla.

Al comprobar los enemigos que sus antiguos planes no surgieron efecto, se proponen ahora una nueva táctica: Una Conferencia de Paz y Cooperación Regional.

Para ello le proponen a Nejemiá encontrarse para hacer esa “Conferencia Regional”, es por eso que eligen que sea en Quefirin, pues, acorde a la opinión de Daat Mikra, esta ciudad estaba situada al noroeste de Lod, y allí, aparentemente era donde comenzaba el dominio del otro gobernador.

Pero ellos tramaban hacerme daño Nejemiá, enseguida percibió que eso era todo un engaño y una treta para hacerlo salir de Jerusalem y emboscarlo en el camino y matarlo, de esa manera los enemigos no se expondrían, pues sería visto como un accidente o un embestida de los asaltantes de caravanas y de esa manera, una vez que Nejemiá ya no esté, las obras se detendrían y hasta tal vez podrían hacer volver atrás la situación y destruir las murallas.

Nejemiá, que ya había adivinado la trampa que le querían tender, busca una excusa elegante y diplomática para no ir y no caer en la emboscada, es por eso que se disculpa alegando que aun tiene una gran tarea que realizar y que, si se ausentaba de allí, toda la obra se detendría y se atrasaría todo.

Daat Mikra sostiene que en realidad además de instalar las puertas, aun le faltaba a Nejemiá organizar varias cosas, pues, una vez que las murallas sean inauguradas (con el correspondiente servicio y ofrenda en el Templo en agradecimiento a Dios), se debía organizar las guardias y centinelas tanto de día como de noche.

Una vez que recibieron la respuesta de Nejemiá, ellos no estaban dispuestos a abandonar su plan y su trampa, pues ya estaba todo montado, así que siguen insistiendo, tal vez proponiéndole algunas pequeñas modificaciones, acortando los tiempos, cualquier cosa, con tal de que Nejemiá salga de Jerusalem y poder darle muerte en alguna colina de los alrededores y que no sea visto como un ataque político, sino como un accidente o un asalto de ladrones.

Sanbalat, insiste, pero esta vez, lo hace de otra manera, no como las cuatro veces anteriores, sino que ahora manda a su siervo personal, como si fuera algo más íntimo y un encuentro de camaradas.

con una carta abierta en su mano el motivo por el cual envía una carta, acorde a la opinión de Malvim, es para que vea que se trata de algo grave y que le llegue el mensaje no de boca de su siervo, pues tal vez pudo ser tergiversado, sino que lea lo que él mismo le escribió de su puño y letra.

El hecho que no haya cerrado la carta, denota un desprecio hacia Nejemiá y por otro lado una mala intención, de que su contenido sea visto y divulgado entre la gente de Yehudá antes de que llegue a manos de Nejemiá, de esta forma, el populacho podría alarmarse y desesperar ante la idea de que los persas consideren que se están sublevando y vengan a destruir a toda la ciudad, lo que haría que toda una malón de gente venga a presionar a su líder para que ceda.

Acorde a la opinión de los comentaristas, Gashmu es el mismo Gueshem, el árabe que fue mencionado en el versículo 1.

Se ha oído entre las naciones Entre todos los pueblos ya se habla que Nejemiá y los judíos se sublevan, y Gashmu lo habla abiertamente, y que por eso se ha construido la muralla y no sale de allí.

Malvim sostiene que Nejemiá hacia caso omiso de estas acusaciones, pues él estaba construyendo todo eso con autorización y órdenes del rey tal como lo vimos en el capítulo 2 versículos 6,7 y 8.

cosas por el estilo Nejemiá resume y cita solamente las cosas que más sobresalen y cuya mala intención se ve claramente en la carta que le envió Sanbalat.

Sanbalat, expresa que, parte de los rumores es que, para justificar y que sea aceptado Nejemiá como rey, se dice que ha pagado a profetas para que comiencen a predecir que un nuevo rey surgirá en Yehudá, y que ese rey es Nejemiá. Si eso lo escucha el rey se enojará mucho, pues es la manera perfecta de crear una sublevación.

Ahora pues, ven, analicemos juntos es por todo eso que debe hacer algo para protegerse y con la excusa de que lo quiere aconsejar cómo explicarle al rey que no es cierto lo que dicen de él, Sanbalat, trata de convencerlo de que y venga hacia él a analizar juntos qué decirle al rey. Pero en realidad toda su intención era que salga de Jerusalem, y así de esa manera, poder atentar contra la vida de Nejemiá, tal como lo habían planeado.

Nejemiá, no se deja atemorizar ni desfallece, actúa en forma tranquila y con serenidad le responde que todas esas cosas son ridículas, producto de la fantasía de su mente y que nada de esas cosas se están murmurando entre los pueblos, ni existen tales planes

También esto le dijo Nejemiá a Sanbalat en la carta que le envió como respuesta, insinuándole que, tal como los demás pueblos, también él, lo único que persigue es querer atemorizarlos para que cesen las obras.

Ahora, pues, fortalece mis manos Nejemiá le dice, que, si en verdad él quiere ayudarlo, tal como había dicho al final del versículo 7 invitándolo para buscar la manera de ayudarlo, le dice que la mejor ayuda que puede brindarle Sanbalat es apoyarlo, decirle que no tiene lo qué temer y ayudarlo a construir la muralla.

Otros comentaristas, como Daat Mikra, sostienen que esto último no se lo dijo a Sanbalat, sino que Nejemiá se dirige en plegaria a Dios suplicándole que le dé fortaleza para poder continuar la obra.

Tal vez el motivo por el cual Nejemiá se dirige a visitar a Shemaiá, es para corroborar si lo que dijo Sanbalat era verdad y que se andaba rumoreando que los profetas decían que Nejemiá sería rey, él sabía que, si eso era verdad, sería algo muy malo y grave a los oídos del rey de Persia.

Shemaiá, en hebreo quiere decir: Oyó Dios, u Oyó a Dios. Esta segunda acepción del nombre es lo que hacía que muchos lo considerasen un profeta de Dios.

que estaba encerrado allí Los comentaristas señalan que el motivo por el cual estaba encerrado en su casa puede ser por el hecho que estaba enfermo o que se había autoimpuesto no salir de su casa o tal vez porque tenía una edad avanzada y le impedía salir de su cama.

Rashí explica, que Shemaiá, en realidad era un falso profeta, aunque en público se hacía ver como un hombre pio y devoto que gozaba de la inspiración Divina, pero en realidad había sido sobornado por los enemigos para atemorizar a Nejemiá y hacerlo caer en alguna trampa.

Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen esta matarte, vienen de noche a matarte Esta era otra artimaña de los enemigos, pues como no pudieron atentar contra la vida de Nejemiá, ahora pretenden tenderle otra trampa, por medio de un falso profeta.

Shemaiá habla como si fuera un profeta del Eterno y predice que esa misma noche vendrán los enemigos sobre Nejemiá, y actúa como si Dios lo hubiera enviado para advertirle de que debe protegerse e ir al Templo, pues la ciudad de Jerusalem, a pesar de disponer de murallas, aun no tenía colocadas las puertas, por lo cual, los enemigos fácilmente podrían entrar, y vendrían en la oscuridad de la noche, en cambio, en el santuario, dentro del Kodesh Hakodashim (sanctus sanctórum), disponía de puertas que podrían cerrarse como una fortaleza y allí estaría a salvo.

Nejemiá, astutamente, se da cuenta que es una trampa, y que nuevamente están tratando de hacerlo caer para que no se pueda completar la fortaleza de Jerusalem.

Es por eso que dice que no seguirá el consejo de Shemaiá por dos motivos:

a.     Si actúa de esa manera sería considerado un cobarde y perdería el respeto y apoyo de los judíos.

b.     Al Kodesh Hakodashim (sanctus sanctórum) solamente podía ingresar el sumo sacerdote y solamente el día de Yom Kipur. Cualquier otro individuo extraño que ingresara allí fuera del Sumo Sacerdote y en el día de Yom Kipur, la Tora en Bamidbar 3 dice: morir, morirá. Nejemiá, que era consciente de esta prohibición, le dice que no podría entrar y permanecer con vida.

Con estos argumentos, Nejemiá, le da a entender que la misión de Shemaiá fue descubierta y truncada, no caerá en su trampa.

Hasta ahora Nejemiá, guardaba respeto y tal vez admiración por Shemaiá, pero luego que le habló de esta forma, le quedó claro que era un impostor y que había confabulado con el enemigo en contra suyo.

Acorde a la opinión del comentarista Metzudat David, lo que lo llevó a Nejemiá a no tener ninguna duda que Shemaiá estaba hablando mentiras, fue el hecho que le proponga refugiarse dentro del Templo sagrado, pues, tal como dijimos en el versículo anterior, era de público dominio que fuera del sumo sacerdote y solamente en el día de Yom Kipur, nadie podía ingresar a la zona sagrada. Ahora bien, si Shemaiá estaba hablando en nombre de Dios, tal como él presumía, no es factible que Dios le ordene hacer algo que Él mismo había prohibido en la Tora. Por más que se tratase de salvar su vida, Dios tiene un sin fin de opciones para salvar a un individuo sin tener que recurrir a que sea profanado el santuario.

sino que había dicho su profecía contra mí porque Tobiá y Sanbalat le habían contratado El comentarista Malvim, dice que, en realidad, Nejemiá, se refiere a que la profecía de que Nejemiá sería rey de los judíos, que hizo referencia Sanbalat antes, en el versículo 7: También has puesto profetas para anunciar en Jerusalem en cuanto a ti: "Hay rey en Yehudá" esa falacia fue orquestada por Shemaiá a pedido y pagado por Sanbalat.

Aquí se refiere a lo que le acababa de decir Shemaiá en el versículo 10 a Nejemiá atemorizándolo con la idea que esa misma noche vendrían a matarlo y que no estaba seguro, que su vida corría grave peligro y que su única chance de salvarse era que fuera a refugiarse en el santuario.

pudieran difamarme y pudieran repudiarme el objetivo de esta trampa era desprestigiar y hacer quedar a Nejemiá como un cobarde que teme a Sanbalat y se esconde de ante él, así querían difamarlo; y lo que dice: repudiarme, se refiere a hacer pasar a Nejemiá como alguien que profana el Templo de Dios. Así, difamándolo y repudiándolo de esta manera, Nejemiá sería considerado un cobarde a ojos de su propio pueblo y perdería el respeto y apoyo de los judíos.

Ante la actitud de Sanbalat y Tobiá incitándolo a entrar al lugar más sagrado del Santuario y de esta forma pecar ante Dios, Nejemiá apela a Dios para que Él les haga recaer a ellos mismos su mal sobre sus cabezas, como así también el intento de matarlo que habían tramado.

Noadiá la profetisa y de los demás profetas Con respecto a la identidad de Noadia la profetisa, la opinión de los comentaristas está dividida, hay quienes, como Abraham Ibn Ezra, sostienen que se refiere a Shemaiá que fue el que lo incitó a ingresar al santuario (en hebreo le había dicho: Nivaed) Así dicen también los sabios del Midrash en Hagadat Esther 5:14 Shemaiá fue denominado Noadiá, parafraseando la frase de la Tora en Bamidbar 16:11 cuando Koraj y sus secuaces se rebelaron contra Dios allí dice: Ustedes, los que se juntan (Noadim) contra Dios…  Continúa el Midrash diciendo que fue escrito en modo femenino, para acentuar que Shemaiá le dio a Nejemiá un consejo a la manera que lo hace una mujer atemorizada.

Otros comentaristas, como Metzudat David, dicen que se refiere a una profetisa falsa, como así también, los otros profetas falsos que habían sido contratados por los enemigos para atemorizar a Nejemiá e incitarlo a que cese las obras de reconstrucción de Jerusalem.

Tal como dijimos al principio, Nejemiá es el primer libro del Tanaj que utiliza el nombre de los meses en arameo, tal como los babilónicos los llamaban, pues hasta ahora siempre los meses se denominaban acorde a su orden cronológico: primero, segundo, tercer, etc.

De estos datos se desprende que comenzaron los trabajos de reconstrucción el día 4 de Av, y tres días antes Nejemiá llegó a Jerusalem, es decir, en el principio del mes de Av; tal como lo hizo anteriormente Ezra.

Daat Mikra, concluye, que los que volvieron del exilio se propusieron revertir los días de luto (por la destrucción del Templo) en días de júbilo y de reconstrucción, para hacer realidad la profecía del profeta Zejariá 8:15 y de Ieshaiahu.

Otro detalle importante, es que merced a estos datos, se puede ver la providencia Divina que han tenido, pues han acabado una ardua obra en tan poco tiempo, no debemos olvidar que los enemigos se burlaban de los judíos que construían las murallas, tildándolos de ingenuos y delirantes por creer que algún día llegarían a acabar la obra; tal como habían dicho en el capítulo 3 versículo 34: Y dijo (Sanbalat) en presencia de sus hermanos y de los valientes de Shomrón, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿acaso podrán restaurarla? ¿Podrán inaugurarla? ¿La terminarán algún día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, que están quemadas?

El comentarista Daat Mikra, explica que cuando dice: cuando escucharon todos nuestros enemigos se refiere a los pueblos cercanos que rodeaban Jerusalem, y cuando dice:  lo vieron todas las naciones se refiere a los pueblos más lejanos.

desfalleció su ánimo Pues anteriormente ellos habían hablado muy altanera y despectivamente acerca de la construcción de la muralla, jactándose de que nunca la acabarían por lo tanto su caída fue mucho mayor, pues estaban en las alturas de su engreimiento y desde allí Dios los hizo caer a tierra.

que por voluntad de Dios había sido hecha esta obra Todos podían ver a simple vista que desde los cielos Dios hacia prosperar la obra de los constructores, que no solo pudieron terminar la reconstrucción de la muralla, sino que además lo hicieron en tiempo récord. Asimismo, nadie mejor que ellos pudieron constatar que Dios estaba con ellos y no cayeron en ninguna de las numerosas trampas y engaños que ellos habían planeado contra los judíos para que cesen las obras.

Rashí explica que Tobiá que como dijo en 2:10 era jefe de Amón, era un judío, que abandonó el judaísmo o que estaba muy asimilado, es por eso que aún conservaba buena relación con sus antiguos amigos judíos y tal vez con sus familiares, con los cuales intercambiaba asiduamente cartas tratando de mostrarse amigable y que pretendía ayudar a los judíos, es por eso que “por el bien de los judíos” él les aconsejaba que cesen de construir Jerusalem.

Tobiá tenía fuertes lazos con muchos oficiales y hombres importantes de Yehudá, los cuales estaban emparentados con él, esto nos habla del alto nivel de asimilación en el que había caído el pueblo.

Si bien, Rashí, tal como dijimos en el versículo anterior, sostiene que Tobiá era un judío asimilado, otros comentaristas dicen que no se trata de un judío, sino que era uno de los lideres de los pueblos enemigos.

El comentarista Ralbag dice que si bien en la época de Ezra, muchos de los que se habían casado con mujeres no judías, las habían divorciado o las convirtieron, de todas formas, eso era solamente con respecto a las mujeres, sin embargo, los hombres gentiles que se casaron con mujeres judías, ellos no divorciaron a sus esposas ni se convirtieron al judaísmo.

y su hijo Yojanán se había casado con la hija de Meshulam, hijo de Berejiá No solamente Tobiá se había casado con la hija de Shejaniá, hijo de Araj sino que también, el hijo de Tobiá, Yojanán, se había casado con una judía.

El nombre del hijo de Tobiá, Yojanán, es de origen hebreo, lo que sirve de apoyo a aquellos comentaristas, que, como Rashí, sostienen que Tobiá era un judío asimilado.

Daat Mikra, sostiene, que había entre los judíos, quienes trataban de acercar a Nejemiá a Tobiá y es por eso que le hablaban constantemente acerca de todas aquellas cosas buenas que Tobiá hacía para los judíos.

a él le informaban todas mis palabras. No obstante eso, Malvim explica que estas personas, le revelaban a Tobiá todo lo que Nejemiá hablaba, traicionando la confianza que Nejemiá les brindaba, logrando que los enemigos supieran todo lo que pensaba Nejemiá.

Y Tobiá me enviaba cartas para atemorizarme. A pesar de que Tobiá trataba de mostrarse bueno y procurar el bienestar de los judíos, también él actuó malvadamente enviándole cartas a Nejemiá para que se atemorice y cese la obra de reconstrucción de Jerusalem.

Entre otras cosas le escribía exactamente todo lo que esos judíos que le eran fieles, le contaban sobre Nejemiá y lo que hablaba sobre él, de esta manera le hacía saber que sabía exactamente todo lo que se decía y planeaba en Yehudá; esto obviamente, ponía a Nejemiá en desventaja y temiendo constantemente ante la posibilidad de ser atacado o emboscado por los enemigos

Es por eso que, aun después de que fue construida la muralla, Nejemiá nunca confió en Tobiá y siempre se cuidaba de él y sus engaños.

 Al final del capítulo 4 ya habíamos mencionado 4 de las distintas artimañas que habían tratado los enemigos para detener la reconstrucción de la ciudad:

1.     La primera había sido tratar de participar en la reconstrucción del templo en época de Ezra, pero éste no se los permitió, diciendo que ellos no tenían parte en eso,

2.     Entonces cambiaron de estrategia y trataron de desacreditarlos ante el rey para que detenga las obras.

3.     Como eso no funcionó, entonces montaron una guerra psicológica, tal como lo relató en el capítulo 3 que se burlaban de los constructores y decían que era una obra imposible de terminar y en vano se esforzaban.

4.     La cuarta es la que relata en el capítulo 4, cuando quisieron detener las obras mediante un acto violento y matanza, que cause pánico y aterrorice a los judíos de Jerusalem y que detengan las obras.

5.     Al ver que ninguna de éstas daba resultado, tal como dice al principio de este capítulo: deciden tratar de matar solamente Nejemiá y de esa manera poner fin a la construcción que él había empujado con tanto éxito. Para ello, lo invitan a una Conferencia Regional en Quefirim.

6.     Al ver que Nejemiá no cae en la trampa, traman una sexta treta, también mencionada en este capítulo, intentan hacerle creer a Nejemiá que hay instrumentada toda una historia ante el emperador en donde se le cuenta al monarca con lujo de detalles, una confabulación de Nejemiá junto con los profetas, en las que se está nombrando a Nejemiá como rey de los hebreos y sublevándose contra el poder persa.

7.     Como todo eso no dio resultado, ya al final de este capítulo, la estrategia es tenderle una trampa a Nejemiá para desprestigiarlo y hacerlo quedar como un cobarde y que profana el Templo de Dios, de esa manera, sería considerado un cobarde y perdería el respeto y apoyo de los judíos.

De todas estas trampas, artimañas y engaños, Dios protegió a Nejemiá para que no caiga en las redes del enemigo y las murallas de Jerusalem puedan ser restauradas, sobre esto fue dicho en los Salmos: Dios hace apostar a su ángel alrededor del justo para que lo proteja