Rezar con todo el corazón-este es uno de los objetivos espirituales más profundos en una vida de fe. Se debe restituir la plegaria a su sitio apropiado, y practicarla no como una obligación a cumplir, sino como algo que surge de todo corazón.
“Y será que si aceptar van a aceptar los mandamientos, los que yo les ordeno a ustedes hoy, para amar a Adonai, vuestro Dios, y para servirlo con todo vuestro corazón y con todo vuestro ser” (Versículo 13)-se plantea una discusión entre los Rishonim acerca de cuál es la enseñanza Halájica puntual que se desprende de este versículo. Según el Rambam, este versículo enseña entre otras cosas, el deber de la “Tefilá”, la plegaria-¿Cuál es el servicio del corazón? Es la plegaria-no obstante, esta lectura no es correcta de acuerdo a los signos de la lectura de la Torá, ya que tomando en cuenta dichos signos, debería leerse “para amar a Adonai vuestro Dios y para servirlo-con todo vuestro corazón y con todo vuestro ser”, no obstante, también puede aprenderse de este versículo la cuestión de la plegaria. A diferencia de ello, según el Rambán, el precepto permanente de la plegaria no fue establecido por la Torá, y la misma no tiene relación con el precepto de servir a Dios. Por lo tanto, el versículo es interpretado por el Rambán como un deber de servir al Soberano del mundo con “todo el corazón”-no cumplir los preceptos en forma casual, sino estar vinculados a Él con apego, con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser.
Como suele ocurrir en las discusiones, no es necesario confrontar ambas posturas, sino que se las puede completar como complementarias. Además se puede unificar los conceptos y decir la plegaria debe ser elevada con todo el corazón, diciendo: la unificación de las ideas del Rambán y el Rambam tiene el sentido de un llamamiento a restituir la plegaria a su lugar adecuado, y realizarla no como una obligación a afrontar, ni tampoco como una rutina fija en nuestro orden del día, sino como aquello que surge de todo corazón.
La plegaria es el sitio donde tiene lugar el diálogo entre Dios y la persona, y a pesar de que en estos tiempos aún no tenemos el mérito de que se reanude la palabra de Dios hacia nosotros, sabemos que Él escucha la plegaria y que recibe nuestras palabras. No siempre responde positivamente, y no siempre que solicitamos algo ello significa que es algo bueno (por ello le pedimos que nos conceda nuestros deseos y no “que todo lo que pidamos, se haga realidad”). Los vastos mundos plegados en el mundo de la plegaria son tan esenciales en el mundo de la persona, y cuanto la persona más se apega, se halla a sí mismo más cerca del Soberano del mundo, con un deseo más refinado y más influyente. Rezar con todo el corazón-es uno de los objetivos espirituales más profundos en una vida de fe.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio de la Academia Rabínica "Orot Shaul"