¿Acaso está permitido comer carne humana?

¿Acaso está permitido comer carne humana?

La Torá no necesita prohibir el consumo de carne humana ya que ello es un “tabú” profundo y arraigado en la cultura humana normativa.

¿Cómo podemos explicar el extraño fenómeno de que no haya una prohibición explícita de comer carne humana en la Torá?

El hecho sorprende considerando el importante contexto pormenorizado de la Torá en referencia a las leyes de los diferentes animales en base a la clasificación que hace en el mundo animal: la Torá detalló diversas señales de animales de diferentes especies y los nombres de decenas de animales permitidos y prohibidos, y sólo se desentendió de la persona!!

En dos pasajes de su magnífico escrito “La visión vegetariana y la paz” el Rabino Abraham Itzjak HaCohen Kuk, de Bendita Memoria, menciona la actitud de la humanidad hacia el consumo de carne humana. Al final del punto 6 (página 12) él escribe que visto y considerando el permiso otorgado para el consumo de carne animal concedido a Noaj tras el diluvio, la “humanidad normativa” concibe el consumo de carne humana como algo “naturalmente abominable”, mientras que en el punto 4 (página 9) escribe: “ es por ello que la Torá no necesitó escribir al respecto una prohibición explícita, ya que la persona no requiere de advertencia alguna para aquello que se ha instalado como un concepto natural en alusión a esta cuestión”. Y parece que su intención es que no sólo la Torá no necesitó prohibir esto, sino que incluso no existe una prohibición explícita sobre ello.

La Torá tiene hipótesis básicas en lo concerniente al nivel moral básico de su público objetivo y no prohíbe actos que se encuentran muy por debajo de ese nivel moral. Una prohibición explícita sobre este acto plantea la posibilidad de que pueda ser ejecutado por alguien, y ello implica una manifestación de desconfianza perjudicial.

Lo mismo ocurre en relación a nuestro interrogante: la Torá no plantea la hipótesis de que su público objetivo necesita que se le prohíba el canibalismo. Al escribir una prohibición del consumo de carne humana hay un doble perjuicio: hay en ella una expresión de desconfianza en el público objetivo a quien están dirigidos los preceptos de la Torá, y también hay en ello una especie de comparación entre la prohibición de consumir carne humana y la prohibición de consumir animales quedando como borrosa la diferenciación sustancial entre el hombre y los animales.

A pesar de que la ausencia de una prohibición explícita sobre el consumo de carne humana deja el tema como “permitido” desde el aspecto formal, resulta que de acuerdo a los criterios citados anteriormente, y tal vez tomando en consideración otros criterios adicionales, es preferible la situación de que la Torá se abstiene de prohibir en forma explícita, apoyándose en el “tabú” profundo y arraigado en la sociedad humana normativa.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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