¿Habrá una renovación en la obra de la Creación en los días del Meshiaj, como por ejemplo, paz entre los animales? ¿Qué cambios nos esperan en los días del Meshiaj? ¿Y hay algún interés en profundizar en el tema? A estas preguntas y más responde Maimónides en las Leyes de los Reyes.
Maimónides, Leyes de los Reyes, Capítulo 12
[1] No se debe pensar que en los días del Meshiaj se anulará algo del orden natural del mundo, o que habrá una renovación en la obra de la Creación, sino que el mundo seguirá su curso habitual. Y lo que se dice en Isaías "Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará" (Yeshaiahu 11:6) - es una parábola y un enigma. El significado es que Israel habitará seguro entre los malvados de las naciones idólatras, que son comparados con el lobo y el leopardo, como se dice: "El lobo de las estepas los destruye, el leopardo acecha sus ciudades" (Irmiahu 5:6), y todos volverán a la verdadera religión, y no robarán ni destruirán, sino que comerán alimentos permitidos en paz con Israel, como se dice: "Y el león como el buey comerá paja" (Yeshaiahu 11:7). Y así, todas las cosas similares dichas sobre el Meshiaj son parábolas, y en los días del Rey Meshiaj se sabrá a qué se refería cada parábola y qué aludían.
[2] Dijeron los sabios: No hay diferencia entre este mundo y los días del Meshiaj excepto en cuanto al sometimiento a los reinos. Parece de las palabras simples de los profetas que al principio de los días del Meshiaj será la guerra de Gog y Magog, y que antes de la guerra de Gog y Magog se levantará un profeta para enderezar a Israel y preparar sus corazones, como se dice: "He aquí, yo os envío al profeta Eliahu, etc." (Malaji 3:23)... Y hay sabios que dicen que antes de la venida del Meshiaj vendrá Elías. Y todas estas cosas y similares, nadie sabe cómo serán hasta que ocurran, pues son cosas ocultas para los profetas. Tampoco los sabios tienen una tradición sobre estas cosas, sino que las interpretan según su entendimiento de los versículos. Por eso hay desacuerdos en estos asuntos. En todo caso, ni el orden de estos acontecimientos ni sus detalles son fundamentales en la religión. Y nunca debe una persona ocuparse de las palabras de las Agadot, ni extenderse en los Midrashim que hablan de estos temas y similares, ni hacerlos centrales, porque no conducen ni al temor ni al amor de Dios, y tampoco debe calcular los plazos, dijeron los sabios: " "¡Que expiren los espíritus de aquellos que intentan determinar el momento de la llegada del Mashíaj", sino que debe esperar y creer en el asunto en general.