Ambos huyeron y se escondieron de un gobernante tirano, ambos tuvieron el privilegio de una revelación Divina asociada a cuarenta días y cuarenta noches. ¿En qué se asemeja y en qué difiere la obra de estos dos grandes profetas nuestros?
Eliahu se asemeja a Moshé-sólo por oposición. Moshé no quiso aceptar una misión en Joreb, pero desde que la asumió, condujo al pueblo de Israel, de Joreb a la Tierra. Eliahu se dirigió desde la Tierra a Joreb, para concluir la función que había asumido.
Ambos escaparon y se ocultaron de un gobernante tirano. En principio, Moshé fracasó (ante Paró, en óocasin del decreto de los ladrillos), y se dirigió a Dios, diciendo “¿Para qué es que me has enviado?” (Shemot, capítulo 5, versículo 22), pero en la segunda misión se fortaleció hasta salir airoso con el éxodo de Egipto. Eliahu venció en el Monte Carmel con contundencia, y ya condujo el carro de Ajav de la mano de Dios, pero desde el momento en que quedó claro que las llaves del gobierno quedaron en manos de Izevel, y ella habrá de vengarse, se desilusionó (versículos 3-4) y en un momento transformó su expresión de “Muy celoso he sido por causa del Señor” (versículo 10) en derrota y fuga.
Moshé contempló a Dios revelándose en el fuego y el viento de la tormenta, e incluso ingresó al fuego durante cuarenta días y cuarenta noches (“pan él no comió y agua él no bebió”, Shemot, capítulo 34, versículo 28) y recibió la Torá del fuego. Eliahu caminó cuarenta días y cuarenta noches, a partir de “una torta cocida al rescoldo, y un jarro de agua” (versículo 6), y descubrió cómo solamente quedó “una voz callada y suave” (versículos 11-12), cuyo significado implica “el alejamiento de la Divinidad” del mundo material terrenal.
Dios ya le había respondido a Eliahu con fuego en el Monte Carmel, como a Moshé en el Sinai, pero ahora “Dios no estaba en el viento…mas Dios no estaba en el fuego” (versículos 11-12)-el derrocamiento de Izevel y Ajav será promovido por Jazael y Yehu, “y ungirás a Elishá, hijo de Shafat, de AvelMeholá, por profeta en tu lugar” (versículo 16). Yehoshua era la mano derecha y el continuador de Moshé, tanto en el Monte Sinai como en el trayecto hacia la Tierra-Elishá sustituirá a Eliahu y se renovará la esperanza.
Eliahu salió del aislamiento con el nombramiento de Elishá, pero la unción de Jazael y Yehu, que causarán el desmoronamiento de la Casa de Ajav y del reino de Israel, no fue ejecutado por Eliahu, sino que se lo dejó a Elishá.
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