La elección entre Adoniahu y Shlomó no es solamente la elección de un heredero para el futuro sino también la definición del legado de David: ¿Un legado bélico o un legado espiritual?
“Y cuando el rey David era viejo, avanzado en años, le cubrían con vestidos, mas no entraba en calor” (Versículo 1). La gente ve al enérgico líder que conocen perder su vitalidad ante sus ojos. La energía y el entusiasmo tan característicos que eran su marca registrada se agotan, y David se les revela como un rey anciano acurrucado en sus ropas. El modelo del líder enérgico que permanece en el campo con sus fuerzas es el único modelo conocido por el pueblo y sus asesores. El rey es percibido por ellos como aquel que conduce los ejércitos del pueblo, y el secreto de su poder se haya en su vigor. Al perder David sus fuerzas y estar como un anciano impotente, la gente siente que el barco se encuentra sin capitán.
El intento de Adoniahu de autocoronarse mientras su padre David estaba vivo, está estrechamente relacionado con este punto. Él sabe, que, llegado el día en el cual el pueblo deba elegir un nuevo rey, será natural que busquen un continuador que refleje las cualidades combativas y enérgicas que caracterizan a David, ya que según el criterio de ellos, es ese el secreto de su éxito. Adoniahu se posiciona en ese lugar de líder enérgico que es el adecuado para sustituir al rey enérgico cuyas fuerzas han flaqueado, y de hecho, se posiciona conscientemente enfrentando a Shlomó, a quien el Tanaj le concede el título de “Hombre de reposo” (Divrei Haiamim I, Crónicas I, capítulo 22, versículo 9) y el propio David lo califica como “un muchacho de tierna edad” (Divrei Haiamim I, Crónicas I, capítulo 22, versículo 5). La elección entre ambos modelos, también define los bandos de seguidores. Yoav, se encolumna detrás de Adoniahu , ya que Yoav apoya al continuador que reflejará la audacia que le fuera reconocida a David. El profeta Natán y Bnayahu no son convocados por Adoniahu para sumarse a él, ya que su nexo pasa por los componentes espirituales y religiosos de David, que Adoniahu no representa.
Podemos decir, que de aquí en más, la lección entre Adoniahu y Shlomó no es solamente la elección de un heredero para el futuro sino también la definición del legado de David. La elección de Adoniahu significa el reconocimiento de la trayectoria de David como un comandante-combatiente audaz, mientras que el nombramiento de Shlomó manifiesta el reconocimiento del mundo interno de David y que lo importante de su personalidad es el mundo de la santidad. Si Adoniahu es condescendiente al expresar que seguirá a David en el campo, he aquí que la principal obra de Shlomó cuando reine será la construcción del Beit Hamikdash, el Gran Templo. David la inició y confió en que Shlomó la finalizará (ver Divrei Haiamim) y en ello, Shlomó ve la continuidad del legado de su padre.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion