El llanto de Israel comenzó aún antes de la llegada del ángel, y al parecer estaba relacionado con la guerra contra los hijos de Biniamín (Capítulos 20-21). El ángel les aclara que la raíz de la problemática se halla en el hecho de que no expulsaron a todos los habitantes de la tierra.
“Y el ángel del Eterno subió desde Guilgal a Bojim” (Versículo 1)-si somos precisos con el texto veremos que el ángel no llega a “Bojim”, sino a “los Bojim”. No se trata del nombre de un sitio, sino que alude a personas que lloran. Incluso antes de su llegada se reunieron todos los miembros de Israel-y lloraron!
Además de ello, nuestro episodio finaliza con la ofrenda de sacrificios “y ofrendaron allí al Eterno” (versículo 5). En los tiempos del Mishkán (Tabernáculo) en Shiló, no estaba permitido ofrendar en las “Bamot”, ¿y cómo es que los hijos de Israel ofrendaron sacrificios fuera del Mishkán?
En la época de los Jueces, como es sabido, las tribus de Israel no estaban unidas. Solamente dos veces está descripta la reunión de “todos los hijos de Israel”. La primera es en este capítulo, mientras que la segunda fue cuando subieron “todos los hijos de Israel” contra los hijos de Biniamín en el episodio de la concubina en la colina (Capítulo 20, 1, 26). Y he aquí que en ese episodio los hijos de Israel subieron tres veces ante Dios y lloraron; en dos ocasiones por su derrota ante los hijos de Biniamín, y la tercera por su victoria, que casi condujo a la destrucción de una tribu de Israel:
“¿Por qué, Eterno Dios de Israel, ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu? (Capítulo 21, versículo 3)
En los tres casos, el llanto tiene lugar en Beit El, y es acompañado por la ofrenda de sacrificios a Dios. No obstante, los sacrificios no fueron ofrendados en Shiló, pero los textos lo explican: “allí estaba el arca de la alianza de Dios en aquellos días. Y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella en aquellos días” (Capítulo 20, versículos 27-28). Por ello, al parecer, está permitido ofrendar allí.
Pues entonces, en los dos episodios-el ángel del Eterno en Bojim y la concubina en la colina-todos los hijos de Israel subieron y lloraron ante Dios y ofrendaron sacrificios. El nexo se refuerza más aún según el Tirgum Shivim (la Biblia griega comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta), que se sostiene en nuestra historia: “Y el ángel del Eterno subió desde el Guilgal a Bojim y a Beit El…”-de aquí se infiere que “Bojim” es Beit El.
Aquí se puede contemplar medida por medida: las tribus de Israel no eliminaron con el cananeo y por consiguiente casi eliminan a una tribu de Israel. El sitio se llama “Bojim”, no por el llanto de ellos por la derrota ante los hijos de Biniamín, ni tampoco por su llanto ya que casi es marginada una tribu de Israel. Este llanto que quedó documentado con el nombre del lugar es justamente el llanto que proviene de la comprensión del reproche del ángel: “Y cuando el ángel del Eterno habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. Y llamaron aquel lugar Bojim; y ofrendaron allí al Eterno” (Versículos 4-5).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”