En nuestro capítulo aparecen los dos sueños de Paró. Aparentemente, todo niño comprende que vacas y espigas son un símbolo de comida y de hecho la interpretación está relacionada con saciedad y hambre. ¿Cómo es posible que los hechiceros no lo hayan comprendido? ¿Qué les impidió a ellos y al mismísimo Paró comprenderlo por sí mismos?
Las dos escenas que aparecen en los sueños de Paró simbolizan la abundancia económica consumida por la delgadez y la inundación. Por lo tanto, la interpretación que le dio Iosef a los sueños es lógica y esperable, y es difícil comprender ¿cómo es que los hechiceros de Egipto no pensaron en una interpretación similar?
Los hallazgos arqueológicos revelan que en algunas áreas del antiguo Egipto, los egipcios simularon el universo en forma de una vaca gigante con su cabeza en el oeste y la tierra entre sus patas delanteras y traseras. El vientre de la vaca ha sido descripto como un cielo colmado de estrellas que es el horizonte del cielo. Según esta creencia, cada mañana el sol nace como una figura de ternero y navega en un bote celestial hasta que llega al oeste. Uno de los rituales más conocidos en Egipto fue el culto al toro “Ap’ o “Apis”, cuyo centro estaba en la ciudad de Mouf en Egipto. El toro según el mismo ritual, simbolizaba la fertilidad, y cuando se encontraba un toro con marcas especiales en su cuerpo, se lo exhibía a la gente se lo trasladaba al templo donde vivía toda su vida. Después de su muerte, se acostumbraba a embalsamar el cuerpo del toro, colocarlo en el féretro, realizar un sepelio y enterrarlo en un cementerio especial. Mientras estaba con vida, se acostumbraba a sacarlo sólo para las procesiones santas. Presumiblemente, el pueblo de Israel también se vio influenciado por el culto al toro, ya que algunos afirman que el becerro de oro hecho en el Monte Sinaí fue creado bajo la influencia del sagrado toro egipcio.
La descripción de Egipto como “como una becerra hermosa“(Irmiahu capítulo 46, versículo 20) también señala el estatus especial de la vaca en la cultura egipcia.Si de hecho, como lo implica la adoración egipcia, un toro simboliza la fertilidad y la vaca está relacionada con el nacimiento y el amamantamiento-no es casual que ésta sea la fuente del Midrashpara el hecho de que los hechiceros egipcios explicaron la aparición de las vacas sanas y su desaparición a partir de que Paró dará a luz a siete hijas y sepultará a siete hijas. (Rashi, Bereshit capítulo 41, versículo 8
Los hechiceros de Egipto no relacionaron entre el sueño de las vacas y el de las espigas, ya que según su comprensión las espigas aludían a la comida solamente mientras que las vacas tenían una connotación religiosa. A diferencia de ellos, Iosef que no creció en la cultura egipcia vio en las vacas solamente una fuente de comida, mientras que las espigas son alimento de la flora. Por ello Iosef no repite el adjetivo “hermosas de forma” (Versículo 18) que apareció en la descripción de Paró sino que denomina a las vacas solamente como “buenas” (Versículo 26) (En el original dice 27). Esta mirada es la que le permitió a Iosef comprender que “el sueño de Paró es uno” (Versículo 25) y que tanto las vacas como las espigas aluden solo a la connotación económica.
Por lo tanto, parece que tenemos aquí un buen ejemplo de una exégesis errónea a la que arribaron los hechiceros y cuyo origen se encuentra en conceptos culturales que difieren de una sociedad a otra. A veces, precisamente una persona que ve las cosas desde una perspectiva diferente, puede echar luz sobre situaciones oscuras que no son entendidas desde la perspectiva de la cultura convencional.
Por lo tanto, fue la providencia la que allanó el camino de Iosef hacia el cargo de segundo del rey de Egipto a través de un sueño simple para ser interpretado, que no pudo ser resuelto en base a los conceptos de la cultura dominante ni siquiera por los hechiceros-eruditos de Egipto.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Parashat Drajim: Mabat arjeologui vegueografi beparshiot hashavua" ("Encrucijada: una mirada arqueológica y geográfica de las secciones semanales de la Torá") publicado por "Maguid", 2014.