En el capítulo 11, es mencionado antes el Mashiaj y tan solo después, la congregación de las diásporas. Pues entonces, ¿quién llegará antes-el Mashiaj o las diásporas?
La caída de Ashur, que (Asiria) llegará de la mano de Dios y no de la mano del hombre, como “una potencia aterradora” que descenderá del cielo y cortará un bosque entero, en alusión al ejército asirio, que llegará y agitará su mano sobre Ierushalaim (capítulo 10, versículo 33).
Entonces, volverá a florecer el reinado de David, “una raíz de Ishay” (versículo 10), no como un gobierno de poder, sino como una revelación milagrosa de juicio y justicia-en el espíritu de Dios y con un olfato intuitivo-una combinación de Moshé (“Y le dijo al malvado: ¿por qué has de pegar a tu prójimo?”, Shemot, capítulo 2, versículo 13) y el juicio de Shlomó (Melajim I, capítulo 3, versículo 16-28).
Los malvados del mundo humano que son peores que un lobo y un tigre, y que “la madriguera de la víbora” (versículo 8), dejarán de hacer el mal y corromperse, y esos serán los días del Mashiaj.
El cese de la maldad humana va mucho más allá del marco natural-todos vemos monstruos humanos, mientras que la gran mayoría de los animales depredadores ya sobreviven solamente en los jardines zoológicos y en las reservas, y también hay que protegerlos de los seres humanos.
En la segunda parte del capítulo se describe el milagro más grande-la congregación de las diásporas.
No es el Mashiaj el que congregará a las diásporas-Dios castigará al ejército de la potencia que vendrá a Ierushalaim, y Dios en aquel día tornará el Señor la segunda vez a extender Su mano “... “y recogerá a los desterrados de Israel, y congregará a los dispersos de Iehudá, de los cuatro cabos de la tierra” (versículos 11-12)-la salida de las diásporas es similar a la de Egipto, pero más maravillosa, ya que es también de “Kush” (Etiopía) y también de las “Islas del Mar” (hasta América).
Debido al orden del capítulo, muchos piensan que el Mashiaj debe aparecer antes de la congregación de las diásporas, y así lo escribió el Rambam (Maimónides), pero él agregó y escribió, que no podemos conocer el orden de la redención hasta que acontezca (Hiljot Melajim, Leyes de los Reyes 11,1;12,2),
Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, establecieron en el orden de la plegaria, la congregación de las diásporas antes de la eliminación de la maldad, y antes de la construcción de Ierushalaim y el vástago de David y la restitución de la Divinidad en Ierushalaim, y también determinaron, que el orden de las bendiciones en la plegaria es el orden de la redención (Meguilá 17b; Ierushalmi Brajot 2, 4; y vean en los libros del milagro de la congregación de las diásporas, de ediciones Tel Aviv, páginas 21-31)
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