El Midrash, en Vaikrá Raba, como en nuestro capítulo, nos desafía con los significados-no todo lo que parece bueno, lo es, efectivamente. Precisamente, la realidad que se refleja como floreciente, puede enmascarar detrás de la misma, el castigo y la situación difícil.
La profecía de cólera de Yeshaiahu en nuestro capítulo, es muy difícil, y en la misma se inserta un versículo tomado del mundo vegetal y la agricultura:
“En el día que los plantaste, los hiciste crecer,
y por la mañana hiciste que tus plantas echasen su flor,
pero huyó la cosecha en el día de la desgracia
y del dolor desesperado” (versículo 11).
A partir de una primera lectura parece que se trata precisamente de una profecía nueva-prosperidad y florecimiento, cosecha y tierra. Y sólo el final del versículo da cuenta de que lo opuesto es lo correcto.
El Midrash Vaikrá Raba transforma aquello que nos parece bueno en malo, así la prosperidad se convierte en una aleación-“El día que los he plantado como nación para Mí, se han convertido en desecho”, y la semilla floreciente la transforma en alguien que siembra pero no recibe el producto:
“Rabí Jama Bar Janina dijo: (Parábola) de una persona que tenía un huerto lleno de verduras, al levantarse a la mañana, lo encontró vacío.
Rabí Ishmael Bar Najman expresó: (Parábola) de alguien que tenía un huerto colmado de lino, al levantarse a la mañana, lo encontró sólo con tallos (=sin el producto). (Vaikrá Raba, Sección Metzorá, fragmento 18).
El Midrash convierte al versículo en una acción y su castigo. La acción, desde el aspecto religioso, es la del pueblo, que mezcla desechos en su interior-una crítica a la integración de la idolatría en el pueblo, y el castigo es en el aspecto nacional-acciones económicas integrales que finalmente no le darán frutos a sus hacedores.
El nexo entre la acción y el castigo y el vuelco en la interpretación se adapta al espíritu del capítulo y a la parte mala del mismo, pero el uso de vocablos con un sentido doble, es una innovación del versículo y el Midrash. Justamente, la realidad que se ve tan floreciente, puede enmascarar detrás el castigo y la situación difícil. El Midrash, a su estilo, a través del diseño y el cambio, transforma el sentimiento del lector de bueno a malo y de bello a feo y tal vez, revela la verdadera interpretación de las palabras del profeta-tengan en cuenta, que detrás de la abundancia y el florecimiento se puede ocultar un gran vacío.
Cortesía sitio 929.