En el relato del episodio de Abner y Ritzpa hija de Aya, queda claro que Abner coronó a Ish Boshet, concientemente, en contra de la voluntad de Dios, a partir del interés personal de gobernar, mientras que Ish Boshet era simplemente utilizado como un “sello oficial”.
Abner no niega en absoluto su acercamiento a Ritzpa hija de Aya. De hecho, Abner argumenta lo siguiente en su postura ante Ish Boshet: he aquí que soy yo el que te elevó al cargo de rey, en el mismo momento fatídico en el que podía haberte entregado en manos de David. Deberías haber comprendido este “arreglo”, según el cual, soy el hombre que fija los destinos del reino, y tú, eres el rey oficial. Se trata de un arreglo que me resulta cómodo, ya que no soy hijo de Shaúl como tú, y en gran medida es también el mejor arreglo que podrías haber alcanzado. Y ahora, en lugar de comprender e internalizar que toda la existencia de tu reinado depende de mí, te diriges hacia mi persona endilgándome responsabilidad y acusaciones por el intento de socavar tu autoridad.
Es lógico de suponer, que no solo por este insulto Abner decide abandonar a Ish Boshet. Seguramente ya lo tenía pensado, al deteriorarse la casa de Shaúl y el fortalecimiento de la casa de David. Y a pesar de que los conceptos de Ish Boshet fueron como “la gota que colmó el vaso”, para Abner, esta ofensa transformó a la realidad en irreversible. Por consiguiente, Abner le comunica a Ish Boshet su decision de pasarse a la casa de David, y trasladarle a él el reino de todo Israel.
Y a pesar de que en sus palabras Abner revela un dato más que negativo sobre sí mismo. Al declarar “Lo que el Señor ha jurado a David así haré para él” (Versiculo 9), Abner, en realidad, da testimonio de que era consciente del juramento de Dios a David. Es decir, queda claro en su fuero interior, Abner sabía que todo lo realizado por él hasta el momento, era contrario a la voluntad de Dios. De todas formas, Ish Boshet, hombre de poca personalidad, reacciona a los conceptos de Abner de un modo totalmente atónito “Y él ya no pudo responder a Abner ni una palabra, porque le temía” (Versiculo 11).
Parece ser que esta reacción sólo agudiza el criterio biblico negativo hacia él. Si asi reacciona Ish Boshet a los conceptos de Abner, ¿por qué entonces vio con buenos ojos, enfrentarse a él?. Así se refleja una imagen sumamente negativa de los dos hombres que dividieron el reino: Ish Boshet, un rey débil que no tiene capacidad de mando, y Abner que recién ahora se acordó de actuar conforme a la voluntad de Dios, e incluso ello, a partir de móviles personales. No sorprende en absoluto que la casa de Shaúl se halla en franco deterioro mientras que la de David se fortalece.
Editado por el equipo del Tanaj
Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion