¿Acaso el profeta es un adivino, que lo sabe todo? ¿Y cómo queda él, desde su posición, cuando su propuesta es completamente anulada por Dios? ¿Acaso eso da cuenta de su fracaso?
¿Cuál es el rol del profeta en el texto bíblico? ¿Acaso es un adivino? ¿Acaso lo sabe todo? ¿Acaso su rol es el de decirle al pueblo lo que sucederá en el futuro? Parece que la respuesta a estos interrogantes es negativa. El papel principal del profeta es el de reprender al pueblo. Paradójicamente, el profeta que tuvo éxito en su gestión y logró que el pueblo se arrepintiera y retornara a la senda del bien, su profecía no se cumplirá. Pero además del rol del reproche, el profeta era también, el medio, a través del cual el rey se comunicaba con Dios, y también un consejero. En nuestro capitulo, Natán desempeña estos dos roles.
David le solicita a Natán un pedido lógico y simple, construir una casa digna para Dios. Natán, en su rol de consejero, le responde a David: “Ve, haz todo lo que está en tu corazón, porque el Señor está contigo” (Versículo 3). Pero por la noche, Natán escucha de Dios que se equivocó en su consejo, y que David no podrá construir el Beit Hamikdash, el Gran Templo. Al otro día, Natán se presenta ante David y le transmite la palabra de Dios en forma textual: “Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David” (Versículo 17).
¿Acaso el profeta Natán se sintió avergonzado por el cambio radical en su postura?
¿Acaso se debía disculpar? Eso no lo sabremos, pero por el modo del énfasis de Natán al transmitirle a David con suma precisión los conceptos y la visión completa, parece que no había necesidad de disculparse. En algunos capítulos, aparecerá Natán ante David como aquel que viene a sermonearlo por el episodio del cordero del pobre, y así, completará los roles del profeta: el consejero, el enlace entre el rey y Dios y el que reprende.
¿Acaso el primer consejo de Natán era lógico? Sí. ¿Acaso le seguirá dando consejos a David? También aquí la respuesta parecería ser positiva, y de todos modos, siempre tendrá presente que no siempre sus consejos lógicos y razonables son aceptados por Dios. También David lo tendrá presente, y también nosotros.
Gentileza sitio 929