¿Se puede inventar una Halajá?

¿Se puede inventar una Halajá?

Los dignatarios traen presentes para la inauguración del Mishkán (Tabernáculo) por propia voluntad, sin la orden de Dios. ¿Acaso es esto legítimo? ¿Acaso hay lugar para este tipo de voluntariado, o es que todo debe ser acorde al mandamiento Divino? Dios le enseña a Moshé que la generosidad del pueblo de Israel es apropiada, aceptada y significativa.

Según Jazal (nuestros Sabios de Bendita Memoria) (Shir Hashirim, Cantar de los Cantares Raba sección 6, 4’5) el presente de los dignatarios le provocó una dificultad a Moshé Rabenu: hasta aquí, todos los preceptos y las leyes religiosas fueron dadas por Dios. La entrega de los carros que trajeron los dignatarios para cargar el Mishkán crea una situación que sienta precedente: los dignatarios intentan formular una nueva Halajá, que no tiene su origen en el mandato de Dios.

Moshé Rabenu no conoce esta dinámica de formulación de la Halajá. ¿Acaso se trata de un desarrollo legítimo? ¿Acaso puede él recibir el regalo? Sin el espíritu Divino o un profeta, no se puede, según la concepción de Moshé, recibir el regalo y reconocerlo como legítimo. La Torá puede ser recibida sólo a través de la revelación.

No obstante, Dios le revela a Moshé que está equivocado, Jazal (nuestros Sabios de Bendita Memoria) estudian las palabras “Acéptalo de ellos” (Versículo 5) y explican que la innovación inherente a ellos es que se puede tomar el presente a pesar de que las personas la trajeron por iniciativa y voluntad propia, y no a partir del mandamiento Divino. La generosidad de los miembros del pueblo de Israel y su buena voluntad reflejan su belleza y alabanza.

No solo que este despertar del ser humano es aceptado, sino que además se convierte en parte de la Torá-se redefine el procedimiento del viaje y se actualiza, porque ahora hay carros que colaboran con el traslado del Mishkán. Más aún, según Jazal, Dios les adjudica a los dignatarios grandes elogios. El Mishkán se asemeja al mundo todo, una especie de microcosmos, y la carga del Mishkán es como una colaboración con Dios, que supuestamente carga el mundo sobre sus hombros. A través de la participación de los dignatarios en la carga del “microcosmos”, supuestamente el sufrimiento al cargar el mundo, es menor.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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