¿Tratamiento medico o la bendición de un Tzadik?

¿Tratamiento medico o la bendición de un Tzadik?

Al encontrarse el pueblo de Israel ante el Mar Rojo, les fue dicho que Dios luchará por ellos. ¿Acaso esta instrucción es correcta para otros casos de nuestra vida privada (por ejemplo- ¿en el caso de un problema médico?) ¿Acaso debemos nosotros realizar nuestro esfuerzo, o sólo debemos confiar en Dios de que Él nos liberará del problema, sin ninguna acción humana?

Antes de la partición del Mar Rojo fue dicho “El señor regirá la batalla por ustedes, pero ustedes habrán de sumirse en silencio” (Versículo 14).  En el siguiente capítulo está citado “ya que Yo soy el Señor, el que te cura a ti” (Capítulo 15, versículo 26). No hay duda alguna de Dios es el médico verdadero. Los médicos, incluso aquellos que no sostienen este pensamiento, son “enviados del Misericordioso”. Pues entonces, ¿Acaso debemos recurrir inmediatamente a un referente médico? Si Dios es el creador de la curación, en qué ayudará que demandemos médicos, si de todos modos acontecerá aquello que fue decretado por Dios?

A veces nos topamos  con parejas que durante años no tuvieron la posibilidad de tener hijos, y durante todo ese tiempo se abstuvieron de acudir a un médico argumentando que las llaves de la fertilidad se hallan única y exclusivamente en manos de Dios, o que se apoyaron  en la bendición de un Tzadik (Justo), que les aseguraba que con la ayuda de Dios este año tendrían hijos sin que requiera de esfuerzo alguno de su parte. ¿Acaso es éste realmente el camino de los creyentes?

Parece que ése no es el camino. Generalmente, los beneficios de las plegarias y las bendiciones se reflejan porque se aplican al esfuerzo práctico natural. Por el contrario, aquel que considera que Dios lo ayudará sin que él requiera realizar esfuerzo concreto alguno, está actuando con Dios como un insolente, porque considera que merece los milagros que los hijos de Israel vieron en el mar tal como está mencionado: “El señor regirá la batalla por ustedes, pero ustedes habrán de sumirse en silencio”.

¡Lo lógico para nosotros es que no depositemos toda nuestra confianza en el milagro! En efecto, la bendición del Tzadik y en especial las plegarias son necesarias y son la base de toda acción, pero el modo en que las mismas son respondidas es por medio de la naturaleza, es decir: el tratamiento médico, con la condición, por supuesto, que el mismo sea acorde a la Halajá.

Gentileza "Majón Pua"

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