La planificación del Mishkán es Divina, pero la ejecución del Mishkán es humana. Precisamente el esfuerzo y la acción humana harán posible que la Divinidad more en la tierra.
Muchos comentaristas expresaron su interrogante en la cuestión de la repetición de la Torá sobre los detalles pormenorizados de la construcción del Mishkán (Tabernáculo) y de sus utensilios en las Parshiot (secciones) Vaiakhel-Pekudei. El Mishkán relatado en las secciones Trumá-Tetzavé es un Mishkán Divino. El mismo Mishkán que vio Moshé en el monte Sinaí. En las secciones Vaiakhel-Pekudei se refiere a la ejecución. Hace referencia al Mishkán humano, al Mishkán que construye el pueblo de Israel. La Torá reitera el tema el Mishkán en las secciones Vaiakhel-Pekudei, porque se refiere a otro Mishkán. En las secciones Trumá-Tetzavé se refiere al Mishkán Divino, al Mishkán celestial. En las secciones Vaiakhel-Pekudei alude al Mishkán humano!!
¿Cuál es el Mishkán más grande? Por supuesto que el Divino. El proyecto Divino siempre será más completo que la ejecución humana. No obstante, es interesante el hecho, que justamente en relación al Mishkán humano está escrito (final de la sección Pekudei): “Y concluyó Moshé la obra. Recubrió la nube la Tienda de Reunión y la Gloria de Adonai colmó el Tabernáculo”.
No obstante se trata de un acto humano, inferior en relación al acto Divino, sin embargo, esta es precisamente la voluntad de Dios. Dios quiere nuestro esfuerzo, nuestra inversión. La Divinidad mora precisamente en un Mishkán humano. En la obra del Mishkán-en mérito a los múltiples esfuerzos en la tarea realizada por los hijos de Israel para construir el Mishkán y sus utensilios- Dios le dio al pueblo de Israel la comprensión de cómo lograr promover la inspiración Divina en la tierra. Justamente la combinación, del programa Divino elevado y la tarea humana terrenal es adoptada por los hijos de Israel que aspiran a llegar a apegarse a Dios, puede traer a Dios a morar en nuestro mundo. No obstante la acción humana es-baja y superficial, pero Dios justamente la desea! Dios quiere nuestras acciones, el producto de nuestras manos. Precisamente en el marco de nuestro trabajo, Dios posará su Divinidad.
Rab Iosef Tzvi Rimon: es conocido internacionalmente como una autoridad en materia de Halajá, autor, profesor y conferenciante. Sus trabajos Halájicos reflejan su singular enfoque, llevando al lector de las Fuentes Judaicas a la aplicación práctica de la Halajá en nuestra realidad moderna en el marco de una metodología pedagógica fácil de usar.
En reconocimiento a sus destacados logros, fue galardonado con el premio Katz en 2018 por la aplicación de Halajá en la sociedad moderna y también recibió otros premios por sus revolucionarias iniciativas en materia de buenas acciones y ayuda social.