El comportamiento de Iehudá e Israel hizo posible la penetración de Ashur a la Tierra de Israel y como consecuencia de ello, el exilio de Shomrón.
El ascenso del reino de Ashur y su expansión como potencia regional, sacó al sistema estratégico regional del equilibrio, en el marco del cual existían los reinos de Israel y Iehudá. Las luchas por la existencia libradas hasta ahora por los reinos de Iehudá e Israel, en el círculo de vecinos cercanos, se reflejaron a la luz del cambio registrado, por el enfrentamiento etre las fuerzas globales en el círculo distante: entre Ashur, desde el noreste y Egipto desde el sudeste.
Los asirios, en contraste con lo que era conocido hasta su período de gobierno, impusieron una política de conquista basada en el exilio masivo y en los recambios poblacionales. Esto comenzó por fases. En la primera fase, fue conquistada la parte noreste del reino de Israel, en la parcela de Naftalí y en Guilad como se describe brevemente: “En los días de Pekaj, rey de Israel, vino Tiglat Pileser, rey de Ashur, y tomó... toda la tierra de Naftalí, y deportó a los habitantes a Ashur” (Melajim II, capítulo 15, versículo 29).
Contemplando la amenaza común, era natural esperar la cooperación de los reyes de Iehudá e Israel, e incluso, la unión de las fuerzas. Pero he aquí, que ellos hicieron exactamente lo opuesto. Pekaj, el hijo de Remaliahu, rey de Israel, junto a Retzin, el rey de Aram, salieron juntos a la guerra contra Ierushalaim (16, 5), no pudieron contra Ajaz, el rey de Iehudá en Ierushalaim, pero privaron al reino de Iehudá de su posesión de Eilat y se la entregaron a los Edomim (capítulo 16, versículo 6). Frente a la alianza de los vecinos cercanos del norte: Israel y Aram, Ajaz, el rey de Iehudá solicitó la protección de la potencia creciente en el extremo norte: “Entonces envió Ajaz mensajeros a Tiglat Pileser, rey de Ashur, diciendo: "Tu siervo soy, e hijo tuyo, sube acá y sálvame...” (Capítulo 16, versículo 7).
Así, generalmente empieza el involucramiento de las potencias. Son llamadas por uno de los bandos que solicita apoyo, para que venga y lo salve. En principio, las potencias buscan una grieta a través de la cual infiltrarse, como oportunidad para una penetración progresiva y expanden su dominio, explotando cada vez más las oportunidades.
Al aumentar el involucramiento activo de Ashur en la Tierra de Israel, en el enfrentamiento que tuvo lugar por el dominio y la influencia del espacio entre Egipto y Ashur, los reinos pequeños fueron colocados en la necesidad de elegir un bando.
En los últimos días del reino de Israel y como amenaza a la supervivencia del reino de Iehudá, ambos reyes fracasaron en la necesidad de unirse de todas las maneras al poderío ascendente de Ashur.
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