Bendición de Itzjak

Bendición de Itzjak

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¿Por qué comenzó Itzjak su bendición con la palabra “Y...”? (v. 28)
RASHI: [Estaba diciendo]: “Que Él dé, y dé nuevamente”.
Según su significado literal, el versículo es una continuación del tema anterior: “He aquí que el aroma de mi hijo”, que Dios le había dado, “es como la fragancia de un campo...” (v. 27), y además, “Que te dé del rocío de los cielos...” (v. 28).
SIFTÉI JAJAMÍM: Según la primera interpretación de Rashi, Itzjak dijo: “Que Él te dé” bendiciones al principio, e incluso si has de pecar, Él “te dará nuevamente”.

Torat Menajem
EL COMIENZO DE LA BENDICIÓN DE ITZJAK (V. 28)
A Rashi le inquietó por qué habría de comenzar Itzjak su bendición con la palabra “y”. Por eso explicó que Itzjak insinuaba una doble bendición: “Que Él dé, y dé nuevamente”. Sin embargo, esta interpretación resulta difícil de aceptar, pues genera una pregunta: dado que la bendición de Dios es ilimitada y carece de toda imperfección, ¿por qué necesitaría Él darla dos veces?
Por eso trajo Rashi una segunda interpretación, que el versículo 28 comienza con la palabra “y” porque es una continuación del versículo 27.
No obstante, esta interpretación es problemática pues no parece haber conexión alguna entre el tema de los versículos 27 y 28. Por eso Rashi citó ambas interpretaciones: la primera, porque explica mejor el contexto del versículo, y la segunda, porque explica el uso de la palabra “y” en particular.
¿POR QUÉ SE REPITE LA BENDICIÓN DE DIOS?
Según Siftéi Jajamím, Itzjak dio una bendición doble (“Que Él dé, y dé nuevamente”) para indicar que las bendiciones de Dios serían “dadas nuevamente” incluso si Iaacov y sus descendientes pecaran.
Sin embargo, esta explicación parece contradecir el versículo 40, más adelante, donde Itzjak dice a Eisav: “Servirás a tu hermano. Pero cuando [el pueblo judío transgreda la Torá, y tú] te aflijas [por la bendición que él tomó,] podrás quitarte su yugo de tu cuello”. Aquí vemos que si el pueblo judío ha de pecar, la bendición de Itzjak de que “Serás amo sobre tus hermanos, y los hijos de tu madre se prosternarán a ti” (v. 29) será en efecto revocada, y en cambio tú, Eisav, “podrás quitarte su yugo de tu cuello”.
Más bien, parecería que la implicación de la doble bendición de Itzjak es que el receptor a) primero recibió la bendición concreta misma; b) luego se le dará la habilidad de utilizar la bendición en toda su plenitud.
Es decir, como la bendición de Dios es ilimitada, cabe temer que la persona no la utilice en su máximo potencial, por lo que precisa de hecho una bendición adicional que le permita usar adecuadamente la bendición inicial.
Así, Dios da la bendición, y luego Él “da nuevamente” la habilidad de utilizar e internalizar la bendición adecuadamente.
(Basado en Likutéi Sijot, vol. 10, pág. 80 y ss.; Sijat Shabat Parshat Toldot 5724)


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