¿Cuál es la temática del capítulo 5 que cierra el libro de Eijá? ¿Y cuál es el sentido del pedido que aparece en el final del mismo: “¡Haznos volver, oh Señor, a Ti, para que nosotros nos volvamos; renueva nuestros días, (para que sean) como de antiguos tiempos!” (Versículo 21)
Hemos llegado al final del relato. Capítulo 5. A fin de explicar el capítulo, regresaremos a lo estudiado en el capítulo 1. Dejamos en claro que el libro fue escrito por Irmiahu, y fue quemado por el rey Iehoiaquim. En ese momento, se le ordena a Irmiahu: “Vuelve a tomarte otro rollo, y escribe en él todas las palabras anteriores que estaban en el primer rollo, que quemó Iehoiaquim, rey de Iehudá” (Irmiahu, capítulo 36, versículo 28). Es decir, escribe ahora el libro nuevamente.
Y entonces, Baruj hijo de Neria escribe: “de boca de Irmiahu todas las palabras del libro que Yehoiaquim, rey de Yehudá, había quemado en el fuego; y además les fueron añadidas muchas otras palabras semejantes” (Irmiahu, capítulo 36, versículo 32).
En el Midrash, los Sabios explicaron el vocablo “Kahema” (semejantes), como referido al nuevo libro, que es el capítulo 5 del libro de Eijá. No es como todo el relato. Es tan solo “semejante”, parecido al libro original. Para diferenciar entre este capítulo y los otros, enumera 22 versículos como los capítulos 1,2 y 4, pero no según el orden alfabético. Pues entonces, este capítulo sintetiza todo el libro de Eijá que fue quemado, de un modo resumido.
La tradición señala que la lectura de la Meguilá, el libro, concluye con la repetición del penúltimo versículo del libro: “¡Haznos Volver, oh Señor, a Ti, para que nosotros nos volvamos; renueva nuestros días, (para que sean) como de antiguos tiempos” (versículo 21). Este versículo plantea dos hipótesis. Primero, el arrepentimiento y el retorno están supeditados a una apertura por parte de Dios-muéstranos un rostro nuevo, permítenos creer que la redención es inminente, concédenos la esperanza, y entonces “retornaremos”. En segundo lugar, es conveniente afrontar el desafío de la exgéesis del vocablo “Kedem” (antiguos tiempos). Por un lado, solicita volver atrás-“Kedem” (antes), y por el otro lado, desea construir un futuro nuevo, “Kadima”=”Kedem” (adelante).
Más aún- la conjunción de las palabras “Jadesh…Kedem”(“Renueva…antiguos tiempos”) es un tanto problemática. A nuestro criterio, “Jadeh” (Renueva) es aquello que no existió en el pasado: “Y lo viejo -ante lo nuevo- habrán de sacar” (Vaikrá, capítulo 26, versículo 10). Sabemos que a diferencia de la palabra “Jadash” (nuevo), el vocablo “Jidush” (innovación) es restituirle la corona a lo antiguo. ¿Cuál es el sentido? Que la síntesis del presente es la capacidad de hallar un equilibrio entre el deseo de basarse en el pasado y soñar con el futuro.
Al final del libro, proclamamos: recordamos todo lo que paso, y a pesar de ello, solicitamos un futuro diferente. No ignoramos, no olvidamos. Al contrario. Todos nuestros sueños futuros, los basamos en el aprendizaje de las lecciones de lo que nos sucedió en el pasado.
Gentileza sitio 929