En el mundo moderno aumenta la percepción de que solo los criterios de prevención, disuasión y rehabilitación representan la justificación para el castigo a los delincuentes. Esta postura se pone de manifiesto también en la Torá, pero la Torá agrega una dimensión adicional: la acción de hacer justicia.
En nuestro capítulo se señala: “Y que no se apiade tu ojo sobre él, y extirparás al que derrame la sangre inocente de Israel, y será el bien para ti” (Versículo 13). El comentarista Seforno explica el final del versículo: “y será el bien para ti-que el asesino no continúe matando a otros, y los que quedan escucharán y temerán”. El Seforno explica que el castigo a los homicidas es bueno para nosotros, de dos maneras: prevención y disuasión. Prevención-no es otra cosa que nuestra liberación del temor que impone un homicida determinado que es condenado; disuasión-es el miedo de los otros asesinos potenciales
Pero no podemos abstenernos de la primera parte del versículo; de la demanda “y extirparás al que derrame la sangre inocente de Israel”. Aquí hace referencia a la sangre de la víctima, que por cierto, exige su venganza. Aquí surge un motivo adicional para el castigo del asesino: la justicia.
En nuestra sociedad actual, los conceptos alusivos a la justicia son percibidos como antiguos. En un clima relativista, en el cual “cada uno tiene su verdad”, ¿quién puede pretender exigir justicia absoluta? Y además, se nos predica permanentemente acerca de tener en consideración la psicología del asesino: se ha criado en un hogar destruido, en un entorno familiar difícil, y en realidad, fue conducido al asesinato por factores de carácter que no se hallan bajo su control. También en el mundo moderno castigamos a los delincuentes, pero la teoría que crece es la de que las finalidades del castigo son la prevención, la disuasión y también la rehabilitación; de ningún modo, la “justicia”. A diferencia de ello, la Torá, porta con orgullo también la bandera de la justicia: el castigo debe expresar no solamente las necesidades puntuales, sino también la retribución auténtica y justa.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot".