¿Qué tiene de particular la visión del mundo de Kohelet, a diferencia de otros textos bíblicos? ¿Y por qué el libro concluye con dos conclusiones diferentes?

La expresión “bajo el sol” que aparece mucho en el relato de Kohelet, viene a indicarnos que hay aquí una visión del mundo sin valores eternos. El énfasis de la palabra “yo” en el relato de Kohelet, refleja un intento de observar la naturaleza, la historia y todas las adquisiciones-espirituales y materiales juntas-desde una perspectiva egocéntrica.  

Por eso, el autor del relato hizo grandes cosas cuando intentó observar con audacia, y casi con crueldad, la vida tal como es, sin la intervención del mundo superior que transmite su luz sobre el mundo vil. Si vivimos en el mundo como individuos y evaluamos todo desde la perspectiva del “yo”-incluso aquellos elementos que son contemplados como valores, como la sabiduría, tampoco ellos poseen contenido alguno ni pueden fortalecer el amor a la vida.

Según nuestra hipótesis, que la intención del libro era la de contemplar la vida y evaluar sus valores sin ninguna relación con la revelación del mundo superior y los valores eternos, comprendemos perfectamente la necesidad del doble final del libro: una vez finaliza con la frase de reconocimiento con la que comenzó (comparar el versículo 2 del capítulo 1 con el versículo 8 del capítulo 12), y en la segunda ocasión, el autor culmina su investigación con un final de otro género, al decir: “¡El epílogo! Todo se entiende: a Elohim has de temer y Sus preceptos has de cuidar, ya que esto es toda la persona, Pues a todo acto Elohim traerá a juicio, por todo lo oculto, ora bueno, ora malo” (Versículos 13-14).

Las dos formas del final son necesarias y se complementan entre ellas. Al observar el mundo “bajo el sol” y enfatizando la perspectiva del “yo”-pues la conclusión debe ser “absurdo de absurdidades”…

No obstante, una contemplación de ese tipo es necesaria como experimento para llegar a la evaluación correcta, pero se trata de una mirada distorsionada y unilateral; se abstrae de la realidad invisible del mundo eterno y de los valores eternos.

Y por consiguiente, debe prestarse particular atención al cuádruple énfasis de la palabra “KOL”, “TODO”, en los dos últimos versículos, que transforman un mundo sin sentido ni destino en un mundo completo y armónico, y en lugar de la relatividad y la nulidad de todo esfuerzo humano-asoma un mundo colmado del cumplimiento de los preceptos por parte de una persona creada a imagen de Dios.  

Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del artículo “La idiosincrasia religiosa del libro de Kohelet”, publicado en el libro “Libeaiat Hagmul Bamikrá”, paginas 59-71.