De familia a pueblo

De familia a pueblo

El descenso de los hijos de Iaacov a Egipto simboliza la transición de familia a pueblo. Este es también el significado de los hijos de Israel que aparece ante nosotros. Los hijos de Abraham deben actuar en el mundo como pueblo y no como individuos.

El libro Bereshit relata acerca de los sucesos de individuos, que se convirtieron en familia, que se transformó en pueblo. La sección de Vaigash es el cruce central en la última fase de este proceso. En las secciones con las que concluye el libro Bereshit encontramos por última vez a los hijos de Iaacov como familia. El proceso al final del cual esta familia se convertirá en pueblo,ya es casi una realidad.

Iosef y sus hermanos fueron todos elegidos para continuar el legado de la casa de Abraham. Esta es la primera generación en la cual no es elegido sólo un individuo para esta misión, sino todo un grupo. De esa manera los hijos de Israel pudieron ser la base para el pueblo. La transición queda claramente reflejada en el conteo de los hijos de Iaacov que desciende a Egipto. (8-26) Tal como lo señala el Netziv (NaftaliTzvíIehudáBerlin, 1816-1893, rabino ortodoxo, decano de la Yeshivade Volozhin y autor de varias obras de literatura rabínica en Lituania), el número parece como direccionado para alcanzar el número setenta, en coincidencia con las setenta naciones del mundo.

El descenso a Egipto fue el evento fundacional de nuestro pueblo. El lector cautivo con los enfoques del inicio del libro Bereshit, lee el conteo de nuestro capítulo como una escena familiar; en la continuidad del relato queda en claro que se trata de un evidente acto nacional.

La transición de familia a pueblo implica muchas víctimas. La Sabiduría Divina, que no puede ser explicada por nosotros, definió que la formación del pueblo tendría lugar en el crisol de Egipto. El tremendo sufrimiento de la esclavitud en Egipto es una fase imprescindible en la formación del pueblo. La transición de familia a pueblo también implica la flexibilización de los estándares morales. Los hijos de Iaacov no eran todos personas totalmente justas, y aún así, también los pecadores de entre ellos siguen siendo parte de la familia, parte de la base de este pueblo naciente. Aquí encontramos por primera vez el principio de “A pesar de que haya pecado, sigue siendo miembro del pueblo de Israel” (Sanhedrin, 84, carilla 1).

En términos de la concepción judía, no hay sustituto para un pueblo que porta un mensaje Divino en todos los ámbitos de su vida.En el mundo cultural y académico actual hay una tendencia  creciente de concebir al nacionalismo como un invento moderno. Por cierto que existen algunos aspectos de la conciencia nacional que son específicos de la era moderna. Pero ya existían pueblos desde los albores de la humanidad. Son los pueblos los que marcan la historia; y por ello los descendientes de Abraham reciben el mandato de actuar en el mundo como pueblo, y no como individuos.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot"

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