A modo de introducción para su libro, Hoshea comienza “colocando una bomba” y describe, mediante los nombres de sus hijos, el deterioro que se profundiza y agrava entre el pueblo de Israel y Hashem. Se trata de una desconexión que llega hasta el punto de la enajenación total “porque ustedes no son Mi pueblo, ni Yo seré vuestro (Dios)”.
El capítulo 1 de Hoshea comienza con la ubicación de la profecía de Hoshea en el eje cronológico del Tanaj. El texto lo hace, ya que resulta importante comprender la época en la que Hoshea profetiza: un periodo de orgullo y lujos, y una etapa de prosperidad de la idolatría en toda la tierra de Israel. A la luz de dicho período, deberemos comprender las distintas facetas de las profecías de Hoshea.
La parte principal del capítulo presenta un proceso: primero, Hoshea toma por esposa a una mujer prostituta, que es comparada con el pueblo de Israel, que se prostituye detrás de otros dioses y no escucha la voz de Hashem.
El primer hijo que es comparado con la situación del pueblo de Israel, aun es ciertamente, el hijo de Hoshea-“la cual concibió, y le dio a luz un hijo”. Lo que en la moraleja significa que el pueblo de Israel aun sirve a Hashem, a pesar de practicar la idolatría, aún tiene relación con Dios. La hija, que ya no haya certeza de que sea la hija de Hoshea, (“y concibió otra vez”-no está claro de quién), es llamada Lorujama-Hashem no se apiadará del pueblo de Israel como antes, ya que para un padre resulta difícil tener piedad por una hija que no es seguro que sea de él. En esta etapa, aún hay un vínculo entre el pueblo de Israel y Dios. A pesar de que Dios no se apiada de ellos, todavía hay amor, aun si el mismo no es ideal.
Pasado un tiempo, nació otro hijo. Ya está claro que este hijo no tiene relación alguna con Hoshea. Lo que en la moraleja significa-ya se produce una desconexión total entre el pueblo y Hashem, a tal punto que Hoshea lo denomina “Lo Amí” (en contraste con “Ben Amí”, “Hijo de mi pueblo”, el hijo de la hija de Lot). Y ello deja en claro que la enajenación es total.
Pues entonces, a modo de introducción a su libro, Hoshea comienza “colocando una bomba” sobre el pueblo de Israel. A fin de estremecerlos para que lleguen a comprender su grave situación espiritual, que se deteriora y agrava hasta el punto de desconexión de “ustedes no son mi pueblo”.
Los referentes que escriben en esta sección son integrantes de la organización “Najat”-jóvenes amantes del Tanaj, que refleja un centro de estudio del Tanaj para jóvenes.