En dos ocasiones, la Providencia le brinda a David la posibilidad de matar a Shaúl y se abstiene de ello-en el capítulo 24 y en el capítulo 26. ¿Con qué finalidad se repite un tema similar y acaso hay una diferencia esencial entre ambos episodios?
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Shaúl persigue a David, pero la Providencia acompaña a David y lo protege. En el capítulo 23, la persecución llega al alma de David y allí está citado que un ángel se presenta ante Shaúl para anunciarle que los Pelishtim (filisteos) atacaron el país. No en vano, Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, expresaron que el ángel provenía del cielo. A último momento, le fue impedido a Shaúl el éxito, y él afronta una decisión difícil: debe elegir y decidir si desea convertirse en un adicto a la persecución personal compulsiva tras David, o desea el reinado. La polarización se torna imposible.
Shaúl no aprende la lección, y el enfrentamiento se agrava y se profundiza. En el capítulo 24, Shaúl, quien persigue a David con lo más selecto de su ejército, lo alcanza y lo encuentra. Pero cuando ello acontece, no es David el apresado por Shaúl sino al contrario-Shaúl queda expuesto al castigo o a la bondad de David. Al ser atrapado David por Shaúl, resulta que no es David el atrapado, sino Shaúl.
Un episodio similar se repite nuevamente en el capítulo 26. En consecuencia, ¿cuál es el sentido de la repetición de un asunto similar?
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E intenta persuadirlo para que deje de ejecutar esta persecución innecesaria. En el capítulo 26, David se dirige enfáticamente a Avner y no a Shaúl, pero sucede que Shaúl se inmiscuye por iniciativa propia. Y a pesar de que David le responde a Shaúl, parecería que se está dirigiendo a D-s; no se refiere a Shaúl y no espera de él absolutamente nada.
Todo lo contrario ocurre en referencia a Shaúl. En el capítulo 24, Shaúl reconoce su error y se confiesa, pero está sumido en sí mismo y su conclusión es ocuparse de su familia, y no realiza un intento de reconciliación a fin de acercar a David. La fractura es un hecho irreversible. Y mientras tanto, en el capítulo 26, a pesar de sus conceptos breves, finalmente asoma la conclusión practica esperada-“Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño” (Capítulo 26, versículo 21). Pero ocurre que Shaúl demoró mucho, y David ya no le cree y ni siquiera presta atención a sus palabras. Por el contrario, la proximidad de Shaúl intensifica en David el peligro de la persecución.
Mientras que en el capítulo 24 David se encuentra en posición defensiva, en el capítulo 26 pasa al ataque. Actúa, toma la iniciativa y socava la calma de Shaúl al infiltrarse en su campamento.
Editado por el equipo del sitio de Tanaj, del libro “Oz Melej-Iyunim besefer Shmuel”, Ediciones MIdreshet Hagolan